Revista Psicología

Creencias irracionales I

Por Eredolosi @redolosi
   En otras entradas he comentado acerca de las ideas erróneas que mantenemos y nos hace ver la realidad de forma dañina para nuestra psique. El cambio de estos pensamientos por otros más racionales y válidos se lleva a cabo a través de la terapia psicológica.
   Una de las terapias más importantes en este campo es la Terapia Racional Emotiva de Albert Ellis. Esta terapia se define por el ABC en inglés.
   La A (Activating Event) se designa por la activación de las experiencias. Puede ser una situación o acontecimiento externo o un suceso interno (pensamiento, imagen, fantasía, conducta, sensación, emoción, etc.).
   La B (beliefs) se refieres a creencias o ideas, básicamente irracionales y autoacusatorias que provocan sentimiento de infelicidad actuales.
   Y la C (Consequence) corresponde a las consecuencias o aquellos síntomas neuróticos y emociones negativas tales como el pánico depresivo y la rabia, que surgen a partir de nuestras creencias.
   En función de lo que uno piense sobre una cosa, situación, persona, etc así se sentirá después. Aún cuando la activación de nuestras experiencias puede ser bastante real y causar mucho dolor, son nuestras creencias las que le dan el calificativo de importancia y de mantenerlo a largo plazo. No es A quien genera C sino B. Ellis añade una letra D y una E al ABC: el terapeuta debe disputar (D) estas creencias irracionales, de manera que el cliente adquiera unos nuevos estados emocionales (E) producidos por las ideas racionales.
   Albert Ellis define 11 creencias irracionales que afectan significativamente al individuo. A lo largo de distintas entradas iré comentando todas las creencias erróneas y sus alternativas más racional.
Creencia irracional 1: "Es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser amado y aprobado por prácticamente cada persona significativa de la sociedad".
   Querer ser aprobado por todos es una utopía. No podemos agradar a todo el mundo ni todo el tiempo. Unas veces somos más simpáticos que otras y caemos mejor a unos que a otros. Si necesitamos de forma extrema agradar a los demás, siempre tendremos preocupaciones de si nos aceptan o no. Incluso en el caso de que se pudiera alcanzar la aprobación de todo el mundo eso supondría un esfuerzo enorme y un gasto de energía considerable.
   Cuando intentamos agradar a todos caemos en una situación donde abandonamos nuestras necesidades en función de la de los demás.
   Esta necesidad nos crea inseguridad e incertidumbre provocando a largo plazo ansiedad y estrés.
Alternativa racional: No tenemos que eliminar todos los sentimientos de aprobación sino las necesidades excesivas de amor y aprobación.
   Si alguien no nos tiene en cuenta y no le agradamos, hay que considerar el hecho como natural y valorar si se basa en evidencias pero no considerarlo nunca ni horroroso ni catastrófico.
   Me gustaría trabajar cada semana una idea irracional. Estos días estaremos alerta de cuándo estamos siendo dirigimos por la aceptación de los otros.
   No puedo dejar de resaltar, que esto es orientativo, si una persona desea trabajar sobre sus ideas irracionales es imprescindible acudir a terapia y ser guiado por un profesional, sobre todo cuando estas creencias le está repercutiendo significativamente en su vida laboral, social, personal y profesional.
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