Ser hombre
Nunca me cansa mi oficio de hombre.
Hombre he sido y seré mientras exista.
Hombre con los que buscan entre escombrosla verdad necesaria y prohibida;
hombre entre los que labran con sus manos
lo que jamás hereda el alma digna;
porque de todo cuanto el hombre ha hecho,
la sola herencia digna de los hombres
¡Es el derecho de inventar su vida!
Jaime Torres Bodet
Cuando ante algún hecho no corriente, escucho las opiniones que se desatan, me llama la atención cómo se repite, algo así: “No, mi amigo, si yo no lo veo, no lo creo”.
Una de las herramientas poderosas que el Coaching desarrollará en vos, es la de que logres dar vuelta ese juicio –porque lo dicho, no es más que uno de ellos-, de manera tal que puedas CREAR lo que quieras para tu vida.
¿Qué es este juego de palabras? ¿No estábamos hablando de CREER? ¿Qué tiene que ver CREAR?
Tanto tienen que ver ambos verbos que las primeras personas de ambos, es LA MISMA:
Yo creo (de creer)
Yo creo (de crear)
Y esto es así porque cuando CREEMOS en algo, abrimos la posibilidad de CREARLO para nosotros.
Puede considerarse un milagro, la capacidad de creer que nada es demasiado bello para ser cierto.
Vos…
¿Crees porque ves?
O
¿Ves porque crees?
Es muy importante que salgamos de la transparencia y de la repetición de “Creo porque veo”.
v Cuando creo porque veo estoy demostrando un miedo interno de verme defraudado. “Prefiero creer que no se me va a dar, así no sufro cuando eso suceda”. Declaración que te debilita a un punto tal de dejarte sin recursos para avanzar en tu vida. Y sin embargo, algunos la eligen. ¿Cómo te suena “Prefiero creer que se me va a dar, así imprimo energía creadora a esa posibilidad”?
Puedes, si crees que puedes. Norman Vincent Peale
v Cuando creo porque veo, también descreo porque no veo, y esa CREENCIA de no CREER ES la que produce la no CREACIÓN.
No es necesario subir a una montaña para saber si es alta.
v Cuando creo porque veo, hago verdadero un juicio, y los juicios no son ni verdaderos ni falsos, CREAN nuestra felicidad o nuestro dolor y surgen de la conversación interna que elijamos transitar.
Tanto si crees que puedes o que no puedes, ¡ESTÁS EN LO CIERTO! Henry Ford
¿Cuál es tu bloqueo para creer?
¿Qué te parece que estás perdiendo por creer?
¿Para qué no crees?
¿Para qué te sirve tu incredulidad? ¿De qué crees que te protegés con ella?
¿Cómo te sentirías creyendo?
¿Cómo experimentarías la creación que sigue a tu credulidad?
Creé en lo que no ves para ver en lo que creés.
Un hombre se puso a construir un faro en medio del desierto. Todos se burlaban de él y lo llamaban loco.
- ¿Para qué un faro en medio del desierto? – exclamaban.
El hombre no hacía caso y, callado, seguía su labor.
Un día, por fin terminó el faro. En la noche sin luna y sin estrellas el espléndido rayo empezó a girar en las tinieblas del aire, como si la Vía Láctea fuera un carrusel.
Y sucedió que en el momento en que el faro lanzó su luz, surgió, en el desierto, un mar. Y hubo buques y trasatlánticos. Y vuelos submarinos de ballenas, y puertos con mercaderes de Venecia, y piratas de barba roja, y holandeses errantes y sirenas.
Todos se asombraron, menos el constructor del faro. Él sabía que si alguien enciende una luz en medio de la oscuridad, al brillo de esa luz surgirán muchas maravillas.
Por el placer de compartir.