Revista Moda
Hola! Hacía muchos meses que no sacaba un POST comparando dos productos de belleza; y bueno, pues ahora me he animado a hablar de dos cremas anti-edad de noche, caracterizadas por sus ingredientes naturales. Se trata de la crema reafirmante de Granada, PomeGranate de The Body Shop; y del bálsamo Aromessence Iris Balm de Decléor.
Según las indicaciones de The Body Shop, PomeGranate mejora la firmeza de la piel; ofrece hasta 12 horas de hidratación; aumenta la elasticidad de la piel; y atenúa los signos de la edad. Pues bien, este es mi diagnóstico tras haberla terminado.
A los diferentes ingredientes naturales que ha utilizado la casa para su elaboración, mayoritariamente oleicos, se unen otros muchos artificiales lo que me ha causado una pequeña decepción, pues los principios de The Body Shop son que obtienen las materias primas que emplean en la elaboración de las cremas aprovechando la experiencia de agricultores artesanos. Y bueno, pues hay más artificiales que naturales.
Por otro lado, efectivamente es una crema que aporta mucha hidratación. A la mañana siguiente no te levantas con la piel seca. Eso sí, quizás no sea muy indicada para las mujeres con piel grasa porque es muy untuosa. Pero, en mi caso, me viene fenomenal. Tiene un olor muy muy agradable. Sin embargo, no he percibido ni más elasticidad ni atenuación de los signos visibles de la edad, ni una piel más luminosa, matificada o mejorada. Mi percepción es que es una hidratante de noche sin más, con un buen precio: 29€.
Aromessence Iris Balm de Decléor es otra cosa. Empezando por el precio claro, que es tres veces más que la crema de The Body Shop.
Según Decléor, es 100% natural, compuesta tan solo por 4 activos: aceite de iris, de geranio, de camomila y de lavanda. Algo que me agrada dado que ahora me ha dado por los ingredientes naturales en los productos de belleza y cosmética. Señalan que está formulada para dejar la piel tonificada, más suave y descansada, con el contorno facial redefinido, y que aumenta la renovación celular. Y está es mi experiencia.
Es una crema totalmente diferente a lo que tradicionalmente entendemos por crema. Se trata de un bálsamo excesivamente oleico, del cual hay que tomar un poquito, calentar frotando las manos, y aplicar en el rostro con suaves golpecitos. El olor no es muy agradable y deja la cara muy grasienta. Esto obliga a echársela como 3 horas antes de irse a la cama si no queréis dejar la almohada pringosa, y masajear mucho el rostro para que se absorba. Eso sí, en mi caso, por la mañana, la piel la ha reabsorbido completamente.
Quitando esta pequeña "molestia grasienta" por llamarla de alguna manera, en realidad estoy encantada con ella. Me noto la piel del rostro más relajada, calmada, reconfortada, e hidratada. Y al estar la piel más vigorizada y estimulada, es verdad que aquellas zonas más deterioradas y castigadas de la cara han mejorado levemente.
Conclusión: Es una crema fabulosa de salón de belleza que en mi funciona bien, aunque me lleva más tiempo del normal aplicármela.
Hasta mañana!!