Revista Cocina

Crème Brûlée de lavanda

Por Ana @cookthecakes
¿Cómo os habéis quedado? Síiiiiiii, claro que la lavanda se utiliza para cocinar. Hoy os propongo una receta con doble origen francés.
Tratándose de Francia el país que visitamos este mes, no podemos dejar de perdernos por sus campos de lavanda del sur además de visitar,  por supuesto, sus bonitas y monumentales ciudades.
Crème Brûlée de lavanda
De Junio a Septiembre esta planta florece en todo su esplendor y cubre de azul y violeta grandes extensiones de terreno en la Provenza francesa llenando de un olor sobrecogedor toda la zona. Un verdadero placer para los sentidos. No en vano estos campos fueron fuente de inspiración para pintores como Van Gogh, Cézanne y Picasso. Por algo sería ¿no?
La crème brûlée o crema quemada, que es su traducción del francés, consiste en una crema pastelera a la que se le echa azúcar por encima para luego quemarla. Una especie de natillas caramelizadas que se sirven templadas o frías.
Crème Brûlée de lavanda
Ingredientes (4 cuencos)
  • 500 ml. de nata líquida
  • 1 cucharada de lavanda seca
  • 55 gr. de azúcar
  • 3 yemas
  • 1 pizca de sal
  • 2 cucharadas de miel
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Ponemos en un cazo al fuego la nata y la lavanda y llevamos a ebullición. Retiramos el cazo del fuego y dejamos que se enfríe y que la nata coja el aroma de la lavanda.
En un bol batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos la sal, la miel y la vainilla y mezclamos bien con la ayuda de unas varillas para que todo esté bien integrado.
A continuación agregamos la nata y removemos para que todo se mezcle bien. Pasamos la crema por un colador fino para eliminar las flores de lavanda y vertemos la crema en cuencos individuales.
Precalentamos el horno a 180º.
Rellenamos la bandeja de horno con agua hirviendo y colocamos los cuencos dentro al baño maría. Horneamos 50 minutos.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de introducirla en el frigorífico al menos 6 horas más.
Crème Brûlée de lavanda
Con estos retos de #reposterasporeuropa se me juntan el hambre con las ganas de comer nunca mejor dicho. Con lo que me gusta viajar y cocinar, no os digo más...
Y es que para mi viajar es enriquecedor no sólo por las visitas a monumentos, sino también por vivir el país que visitas, mezclándote entre la gente, probando su gastronomía y disfrutando de su cultura.
Próximo destino...
Crème Brûlée de lavanda

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