Otro de los platos de la Bretaña francesa que se ha popularizado por toda Europa. Dulces o salados, combinan genial con cualquier ingrediente.
Ingredientes: 250grs harina, 500ml leche, 4 huevos, 1 cucharadita de sal, 1 cucharada de azúcar, 50grs mantequilla, 1 cucharada de azúcar avainillado (opcional).
Esta receta es muy básica y muy conocida, y hacerlos es muy sencillo. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con el resto de ingredientes. Se puede aromatizar la masa con especias o algún licor, yo le he añadido una cucharada de azúcar avainillada.
Lo batimos muy bien con la batidora hasta que consigamos una crema muy fina, y dejamos reposar en la nevera al menos 1 hora. Pasado este tiempo ya podemos cocinarlos.
Lo ideal sería utilizar una crepera, pero con una sartén antiadherente plana es suficiente. Untamos la sartén con un poco de mantequilla o unas gotas de aceite y cuando esté caliente añadimos un poco de crema.
El crêpe debe quedar muy fino y con forma de disco, de manera que hay que echar sólo la masa necesaria para formar una película por toda la sartén. Podemos ayudarnos del dorso de una cuchara para extenderla o girar la sartén rápidamente para que la crema resbale por la sartén por sí sola.
Se hacen enseguida así que en un minuto ya habrá cuajado por completo. Es el momento de darle la vuelta. La forma más fácil es levantar un poco el borde, cogerla con los dedos y darle la vuelta rápidamente, si no, con cualquier espátula. Dejamos otro minuto por este lado y ya hemos hecho crêpes!
Esta operación la repetiremos hasta acabar con la masa. Los podemos rellenar prácticamente de todo, o solos con un poco de azúcar.