Esta semana nos vamos de viaje por la gastronomía francesa y te traigo un postre digno de los más exquisitos paladares. Los culpables son mis compañeros de trabajo que, por mi cumpleaños, me reglaron una crepera y a ellos les dedico esta receta, especialmente a mi Fani que hoy cumple años. No había mejor manera de estrenarla que haciendo esta receta para compartirla contigo: CRÊPES SUZETTE.
Tras investigar un poco, he descubierto que este postre surgió hace varios siglos por el descuido de un cocinero (aunque muchos se atribuyen el mérito) que volcó sin querer una botella de licor de naranja o mandarina sobre unos crêpes y estos salieron ardiendo. ¡Bendito error! El resultado fueron unos crêpes flambeados riquísimos que hoy en día siguen enamorando a todos los que los degustan.
INGREDIENTES (para 4 crêpes grandes u 8 pequeños):
Para hacer más cantidad, dobla o triplica los ingredientes.
ELABORACIÓN:
1. Tamiza la sal con la harina.
2. Añade el azúcar.
3. Remueve bien con unas varillas para integrar los ingredientes y evitar que se formen grumos.
4. Añade los huevos de uno en uno y bátelos con la harina y el azúcar.
5. Vierte el aceite o, en su defecto, mantequilla fundida.
6. Incorpora la leche...
7. ...y la vainilla en pasta.
8. Por último, añade la ralladura de una naranja, remueve todo bien para que no queden grumos y deja reposar en la nevera alrededor de 2-3 horas cubriendo el recipiente con film transparente.
CONSEJO: Si lo deseas, también puedes hacer la mezcla de ingredientes con una batidora de mano.
INGREDIENTES PARA LA "BEURRE SUZETTE":
Se trata de una mezcla de mantequilla y diferentes ingredientes con los que rellenaremos y haremos una salsa para acompañar estos crêpes y que le dan un sabor irresistible.
ELABORACIÓN:
1. Mezcla la mantequilla a temperatura ambiente con la ralladura de naranja.
2. Añade el azúcar.
3. Mézclalo todo bien hasta tener una masa blandita y cremosa. Reserva para más adelante.
PARA HACER LOS CRÊPES:
1. Puedes hacerlos con una crepera o con una sartén antiadherente. Ponla al fuego o, en mi caso, enciende la máquina para que coja temperatura. Cuando esté caliente, pon un poco de aceite o mantequilla en la superficie y extiéndela con papel de cocina. Así evitarás que se te queden pegados.
2. Vierte un cacillo de la mezcla que estaba reposando en la nevera.
3. Extiende la masa con la espátula en forma circular.
4. Deja que se cocine. El crêpe estará listo cuando se empiecen a dorar los bordes y se despeguen hacia arriba. En un par de minutos estará listo. Dale la vuelta y cocínalo por la otra parte. Si le das la vuelta con las manos puede que tus dedos se quemen un poco, como me pasó a mí, pero incluso con dolor, merecerá la pena.
5. Extiende un poco de la mezcla de mantequilla que habías preparado antes en el interior de los crêpes.
6. Dóblalos por la mitad y, otra vez, por la mitad hasta que tenga forma de abanico.
7. En una sartén caliente, pon un poco de la mantequilla con naranja.
8. Añade un chorrito de zumo de naranja y deja que reduzca hasta tener la textura de un sirope.
9. Introduce los crêpes en el sirope y deja que se cocinen un poco. Con el calor irán cogiendo un poco de color y se caramelizarán.
10. Vierte un chorrito de licor de naranja y flambéalos con un encendedor o una cerilla. Lleva cuidado y nunca lo hagas con el extractor de humos encendido para que la llamarada no te queme la cocina. No quiero que luego me pidas responsabilidades si se te incendia la casa.
11. Sirve los crêpes bien calentitos en un plato y nápalos; es decir, cúbrelos con la salsa que sobre. Decóralos con unas frambuesas frescas para darles un toque ácido y de color.
Y el resultado final son estos crêpes bien doraditos, con sabor a naranja, que se deshacen en la boca, súper aromáticos... vamos, ¡una delicia!
Modificando esta receta básica (por ejemplo, sustituyendo la ralladura de naranja por limón o por cualquier otra esencia o aroma) te servirá para hacer cualquier clase de crêpes y rellenarlos de lo que más te guste: dulce de leche, nata montada o crema para batir, caramelo, crema de chocolate. Creo que a los crêpes les va bien casi cualquier combinación. Además, si añades menos azúcar, también podrás hacerlos salados y rellenarlos de salmón, jamón y queso, champiñones... ¡No sigo porque se me hace la boca agua de pensarlo!
Como has podido comprobar, se trata de una receta bien sencilla que podrás hacer en casa y te aseguro que la repetirás siempre que quieras darte el capricho de desayunar o merendar estos crêpes.
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Nos vemos la semana que viene.
Un abrazo,
Jon