Revista En Femenino

Crimen y castigo

Por Expatxcojones

Crimen y castigo

"Soy homosexual. Tengo derecho a vivir con dignidad, sin miedo" reza el cartel.


“En Marruecos se folla mucho” me dijo un día una activista que trabaja desde hace años con madres solteras. “¿Sabes otra cosa?”, continúa, “El sexo es un tema tabú pero eso no significa que no se practique”.
La realidad es que la alta tasa de abortos —entre 600 y 800 diarios—, los bebés abandonados —24 cada día—, y el gran número de madres solteras le dan la razón.
A pesar de ser considerado “haram” y de estar penalizado, en Marruecos muchas mujeres abortan. Son intervenciones ilegales. Cuestan entre 200 y 1.400 euros. Las más caras ofrecen medicalización, mientras que las baratas son practicadas por curanderos en condiciones nefastas. Muchas mujeres han muerto a causa de ello y muchas otras sufren secuelas graves.
Hasta hoy sólo se autorizaba esta práctica cuando la vida de la madre corría grave peligro. Desde el pasado viernes, el Rey Mohammed VI permite que pueda hacerse también cuando se den malformaciones en el feto, la madre haya sido víctima de una violación o el hijo engendrado fruto de incesto.
La decisión del Monarca se produce en un momento de intenso debate en el país, ya que el Gobierno pretende reformar el Código Penal, que data de 1962. La ley actual castiga hasta con cinco años de cárcel tanto a la mujer como a los que le intervienen el embarazo. Es el mismo Código Penal que castiga el adulterio y la homosexualidad pero permite la poligamia. 
Desde aquí mi pequeño homenaje a las personas que luchan por el cambio, por un Marruecos libre y para que se respete al diferente. 

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