"Una novela impresionante. Me pareció haberla escrito yo mismo."
-Patrick Rothfuss, autor de El nombre del viento
...
Jamás habían hecho falta explicaciones en esta sección, ya que el delito siempre ha hablado por sí mismo. La única vez que me vi obligado a contarles por qué consideraba "criminal" el blurb (para quien aún no lo sepa, se denomina blurb a esa ingeniosa frase promocional, usualmente de autoría ajena, con la que la editorial intenta animar a la compra del libro), dejé la aclaración para una entrada posterior (ésta en concreto). En aquella ocasión, el elemento censurable procedía de una pésima traducción motivada por la corrección política, cosa que daba bastante juego y se ofrecía a un comentario más extenso. Esta vez, la cosa es mucho más simple, así que les hago partícipes del asunto en esta misma entrada.
En primera instancia, quizás les llame la atención el pequeño defecto de carácter al que apunta el contenido de esas dos frases. Semejante canto al ego sería por sí solo motivo suficiente para figurar aquí. Pero no, no se trata únicamente de eso. En este caso, el blurb resulta criminal no sólo para el libro, sino también para quien lo alabó. El problema vuelve a ser la traducción, que en esta ocasión no es tanto pésima como espuria. Vamos, que el error parece proceder de un acto voluntario, para que me entiendan. Si no, lean y comparen, y ya me dirán.
"Completely fricking awesome. This book pleased every geeky bone in my geeky body. I felt like it was written just for me."
Menuda diferencia, ¿verdad? En definitiva, lo peor del asunto es lo mal parado que sale el pobre Patrick. No sólo aprovechan su prestigio para publicitar un libro de otra editorial, sino que de rebote lo presentan ante el público como a un soberbio. Espero que al menos le hayan pagado bien.
