Crisis de hermano mayor

Con la llegada de Inés hace tres meses la vida de Álvaro cambió por completo, él está muy feliz con su hermana; la nombra y tiene en cuenta para todo, la besa, la abraza, le dice que la quiere mucho o que es muy feliz desde que está con nosotros e incluso el otro día en un cuento en el que una bruja se quedaba al bebé de una familia se puso a llorar porque no quería que nadie se llevara a Inés ni le hiciera daño. Con esa actitud parece que la llegada de su hermana no le hubiera afectado para nada, pero es un niño, tiene 5 años, necesita a sus padres las 24 horas del día y ahora de repente le ha tocado compartirlos…y no sólo a sus padres, también a sus abuelos, tíos, e incluso a toda la gente que vemos por la calle con la que antes sólo hablaba él.

Hemos tenido un tiempo difícil en casa, en el que ha estado muy rebelde y desobediente. Álvaro siempre ha sido muy desafiante y pensábamos que era una fase más, pasamos por momentos desesperantes, incluso le hicimos la maleta porque nos dijo que se iría a otra casa a la que le dejaran hacer lo que él quisiera…(como veis en la foto).

Todos pasamos por momentos difíciles en los que nos sentimos perdidos y en los que no sabemos cómo actuar, es normal, somos padres, y esta aventura no es para nada sencilla. Siempre he dicho que todo suele pasar por algo en los niños y que al final terminas descubriendo porqué, y eso nos ocurrió a nosotros.

En este caso fue la semana pasada cuando sus profes nos llamaron para hablar en una tutoría porque querían comentar con nosotros que en clase se comportaba igual. En casa le prestamos mucha atención, hacemos cosas con él todo el tiempo…pero lo que a nosotros nos parece “suficiente” puede que para él no lo sea, así que en esa reunión me dí cuenta de que lo que hacía era para reclamar nuestra atención, al igual en clase, puede que inconscientemente incluso.

Decidimos seguir unas pautas con respecto a este comportamiento y mi marido y yo hablamos sobre como actuar con él (cada niño es un mundo y puede que lo que funcione para uno no sirva para otro). Desde ese día el comportamiento de Álvaro ha mejorado muchísimo; a veces pedimos que cambien ellos algo y sin darnos cuenta somos nosotros los que estamos favoreciendo ese comportamiento. ¿Os dais cuenta que los días en los que vamos más estresados o malhumorados son los días en los que se portan peor? a lo mejor también tiene algo que ver nuestro estado de ánimo y nuestra forma de reaccionar ante diversas situaciones, pues no respondemos igual si estamos alegres que si no lo estamos.

Una de las cosas que decidimos era que una vez al mes haríamos algo “de mayores” los tres solos, como antes. Me da penita dejar a Inés, pero Álvaro también nos necesita en exclusiva para él algún rato. Elegimos juntos la opción de este mes y decidimos que sería ir a dar un paseo largo en bici, así que eso hicimos ayer, 20 km juntos.

Él fue super feliz, de echo estuvo emocionado desde que se levantó a las 8 de la mañana hasta que pudimos irnos. A veces las cosas más simples resultan grandes y emocionantes para ellos. Son niños, y no podemos pretender que actúen, piensen y razonen como si fueran adultos…

Parece que hemos conseguido mejorar un poco en esta etapa, veremos a ver como vivimos la siguiente. Con ellos todo son “aventuras”, a veces actuaremos bien, otras mal, pero al fin y al cabo siempre terminamos haciendo lo que creemos más adecuado para ellos. Les queremos mucho, más que a nada en este mundo, y por eso todos nos esforzarnos por ser los mejores padres día tras día.

Cuando superamos una etapa, con éxito o sin él, nos relajamos y de repente aparece otra nueva…esto es la paternidad señores, una gran aventura sin tregua que nos llena de alegrías y momentos difíciles a partes casi iguales.