Revista Infancia

Crisis de lactancia

Por Viviendo Con Peques @ViviendoCpeques

Es muy común escuchar acerca de los bebés eso de “cuanto saben ya desde pequeños”, y no, eso no es así, los niños no conspiran en la tripa y piensan que en cuanto salgan se van a dedicar a fastidiar a los padres y a no dejarles dormir por la noche, o que van a llorar todo el día con la única misión de estar en brazos. Ellos lloran porque es su único modo de comunicarse y de conseguir que todas sus necesidades queden satisfechas. Han estado toda su vida en un ambiente cálido y acogedor, en el que no han tenido que preocuparse por nada y les han arrebatado todo eso de repente; ahora sienten frío o calor, tienen gases, hambre, les duele la tripa, y además no se sienten arropados y con contacto continuo en todas las partes de su cuerpo como lo hacían antes, así que creo que lo más normal del mundo es que quieran estar en brazos, sentirse arropados, y si es con el calor de mamá o papá que es lo único que les resulta familiar de su época en la barriga mejor que mejor.

A los padres nos angustia mucho no saber qué les pasa a nuestros bebés, y a veces nos enfadamos porque no nos dejan dormir, porque lloran mucho o porque no nos queda tiempo para nada; ante esa situación podemos hacer dos cosas: quejarnos y ponernos de mal genio o pararnos a pensar y observar e intentar descubrir lo que les ocurre. A veces acertaremos y otras no, pero las ocasiones en las que consigamos descubrir el motivo de su llanto podremos ayudarles mucho mejor, y además conseguiremos que nuestra angustia y nerviosismo disminuyan.

Uno de los motivos por los que los bebés pueden llorar desconsoladamente es por estar pasando una crisis de lactancia si toman el pecho; yo pasé por una con Inés durante el primer mes (antes de tener que dejar la lactancia materna) y he querido preparar un post sobre el tema por si os resulta de utilidad. A mí encontrar información sobre este tema me ayudó muchísimo en su momento.

Crisis de lactancia

Lo primero que hay que hacer ante una crisis de lactancia es tener paciencia y adaptar los planes de esos días al estado de los bebés si esto es posible (por ejemplo nosotros retrasamos una salida que teníamos prevista, pues estando así iba a ser misión imposible hacerla y lo único que íbamos a conseguir era estar mal, tanto ella como yo). No se sabe a ciencia cierta si lo que le pasa al bebé es una crisis de lactancia o no, pero sí es cierto que viendo más o menos las pautas de comportamiento que puede tener y la edad en la que estos pequeños periodos ocurren  podemos hacernos una idea de si es eso o no lo que le pasa, así que aquí os dejo toda la información que he encontrado al respecto para que os ayude en esos momentos de duda:

CRISIS DE LACTANCIA o CRECIMIENTO

A los 17-20 días de vida

Los bebés quieren mamar de manera continua, o dejando como mucho 30 minutos entre tomas, lloran desesperados y sólo se calman al pecho. Además pueden regurgitar leche en cantidades considerables y aún así piden seguir comiendo, lo que provoca todavía más incertidumbre pues no sabes si haces bien o no ofreciéndole más pecho por si le sienta mal o lo puedes “empachar”.

Todo esto se produce porque el bebé necesita aumentar la producción de leche y este es el único modo de hacerlo; en unos 2 o 3 días las tomas volverán a ser como antes.

Entre las 6 y 7 semanas de vida

Es posible que en este periodo ocurra una nueva crisis. Además de todo lo anterior los bebés están muy inquietos mientras maman, arquean la espalda, tiran del pezón…

Esto ocurre porque además de necesitar un incremento de la producción de la leche su sabor varía y es posible que les cueste un poquito acostumbrase al cambio. Esta fase puede llegar a durar una semana aproximadamente, después de la cual, de nuevo, todo volverá a la normalidad.

A los 3 meses

Esta crisis es la más complicada, pues afecta a la madre y al bebé al mismo tiempo, y puede demorarse mucho más en el tiempo (puede pasar hasta un mes antes de que todo vuelva a la normalidad).

En este momento el bebé ya no pide pecho tan a menudo (a veces la madre puede identificar esto como un rechazo); además hace las tomas mucho más cortas. Puede estar más inquieto en las tomas, incluso llorar al poco de empezar, y el aumento de peso baja un poquito.

La madre por su parte se suele sentir “desubicada” con ese cambio repentino, y además suele notar los pechos más blandos por lo que es posible que piense que está dejando de tener leche.

Hay muchos motivos por los que esta crisis se produce, y os recomiendo leer este artículo en el que lo explican de un modo muy extenso

Si decidís seguir con la lactancia materna más allá de los 6 meses de vida (mínimo recomendado por la OMS), es posible que os encontréis con otras crisis al año de vida, y también a los dos.

Además podemos percibir “falsas” crisis a los cuatro meses y a los ocho. En ambos casos comienzan a producirse más despertares nocturnos y como se calman con el pecho se cree que el motivo es el hambre, y en realidad a los 4 meses se trata de la incorporación de nuevos hábitos de sueño, y a los 8 se trata de la “angustia por separación” que comienzan a experimentar.

Hay muchos artículos en internet acerca de este tema; antes os dejaba uno y aquí os dejo otro también muy interesante. Espero que con este post y lo que leáis en los dos a los que he enlazado el artículo se solucionen vuestras dudas respecto a este tema y sobretodo que todos ellos os ayuden a entender un poquito mejor lo que ocurre en esos momentos con vuestros hijos.

Espero que os haya sido útil y que podáis pasar por muchas crisis de lactancia, eso querrá decir que habéis podido dar lactancia materna durante mucho tiempo, una espinita que a mí siempre me va a quedar clavada con respecto a mis dos hijos…

 


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