Revista Educación

Crisis y pobreza y desprotección infantil

Por Oliva23

Leo en la prensa que el informe del Defensor del Pueblo Andaluz alerta sobre el aumento de la pobreza infantil como consecuencia de la crisis económica. Según sus datos, en Andalucía un 19.3% de los 1.6 millones de menores se halla en situación de pobreza, y un 35% se encuentra en claro riesgo de llegar a esta situación. Esto quiere decir que un porcentaje altísimo de padres y madres tienen verdaderas dificultades para poder atender las necesidades de sus hijos e hijas. Algo terrible, y sin duda una de las consecuencias más preocupantes y dramáticas de la crisis económica.
Y es que la crisis no golpea por igual a todos los sectores, mientras muchas familias viven en la penuria, quienes han provocado la crisis se benefician de ella. Así, el dueño de la inmobiliaria Fadesa ingresó en su cuenta personal 139 millones de euros de la empresa antes de declarar suspensión de pagos. Durante 2008, Ana Patricia Botín obtuvo un aumento del 18% en sus emonumentos, que unido a lo que el banco Banesto que presidía aportó a su plan de pensiones, elevó su salario a los ¡21,7 millones! Los demás miembros del Consejo de Administración percibieron durante 2008 un 37% más que el año anterior. Estos son algunos de los ejemplos apuntados por Pascual Serrano1 sobre cómo viven la crisis los directivos de grandes empresas y bancos, que muestran a las claras como mientras todos pagamos el rescate de la banca ellos no tienen el menor pudor de seguir enriqueciéndose a nuestra costa.
Como contrapartida, algunos sectores han sido golpeados con más fuerza. Durante mucho tiempo hemos vivido en una burbuja inmobilaria que situó el precio de la vivienda a unos niveles sobredimensionados y que hizo que muchas familias se endeudaran para adquirirla. Fueron las familias que asumieron deudas muy elevadas respecto a su renta disponible y quienes adquirieron su vivienda en los años previos a la crisis quienes se han visto más afectados por el colapso del mercado inmobiliario, lo que ha hecho que la deuda contraída para adquirir su vivienda sea muy superior a su precio actual. Se trata fundamentalmente de parejas jóvenes con hijos pequeños, y muchos de ellos de origen extranjero. Precisamente un sector que ha sido fuertemente afectado por el paro, ya que las tasas de desempleo no de distribuyen de forma equitativa.
Pero no han sido las familias las únicas perjudicadas por la crisis, ya que comunidades autónomas y ayuntamientos también se endeudaron durante años invirtiendo en equipamientos de nuevos desarrollos urbanos que pensaban amortizar y financiar mediante las plusvalías inmobilarias ( Impuestos de Bienes Inmuebles, licencias de obras y venta de suelo público). Como consecuencia de esa arriesgada apuesta, la crisis ha dejado las arcas de las administraciones locales en una clara bancarrota, atrapadas entre la deuda contraída y los recursos menguantes. Este hecho tiene una particular relevancia, si tenemos en cuenta que en nuestro país la mayor parte de las políticas sociales son competencia de ayuntamientos y comunidades autónomas. La disminución de recursos ha supuesto una merma considerable en el gasto en políticas dirigidas a educación, salud, familia e infancia. Políticas de redistribución que beneficiarían precisamente a los sectores sociales más necesitados, y de forma muy directa a los menores de edad2, ya que, como comenté líneas atrás, las parejas jóvenes con niños pequeños son los grandes perjudicados por la crisis..
Pues nada, que el gobierno siga haciéndole el trabajo sucio a los bancos centrales y a los grandes organismos financieros internacionales que así hipotecará el futuro de varias generaciones. No van a dejar tarea alguna para el PP.
1. Pascual Serrano. Prólogo a Juan Torres, “La crisis de las hipotecas basuras, o ¿por qué se cayó todo y no se ha hundido nada? Madrid, 2010: ATTAC.
2. Observatorio Metropolitano (2011). La crisis que viene. Algunas notas para afrontar esta década. Madrid: Traficantes de sueño.

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