Cristiano Ronaldo, un lugar en la historia

Dos años y medio después de haber sido presentado ante más de 80.000 personas que abarrotaron las instalaciones del Santiago Bernabeu aquella calurosa tarde del 6 de julio del 2009, Cristiano Ronaldo ha entrado en la historia grande del Real Madrid.

Acabando con su pequeña sequía, el luso marcó por duplicado en la victoria europea del Real Madrid ante el Lyon (2-0), alcanzó los 1oo goles vistiendo de blanco -aunque Marca le adjudica aquel polémico tanto en Anoeta y le computa 101- e hizo patente una progresión que al menos en la inmediatez parece no tener limites.

Siempre reveladores, los números hablan por si solos. Al portugués le han bastado 105 encuentros oficiales para llegar a una cifra de tantos que ni otros grandes artilleros de la entidad merengue como Raúl González y Ronaldo habían sido capaces de alcanzar jugando la misma cantidad de cotejos.

Desde que debutó en las redes madridistas con un gol ante el Deportivo La Coruña, el 29 de agosto del 2009, Cristiano no ha parado de anotar, sumando tantos sin que ninguna faceta de su amplio repertorio de definiciones quede eclipsada y dejando bien en claro que si algo parece no acabarsele nunca en su tremenda ambición por mejorar sus propios registros.

Siguiendo con las estadisticas, vale remarcar que Ronaldo presenta los mejores números de su carrera a estas alturas de la temporada, ya que nunca antes había conseguido unas marcas goleadoras (lleva 14) y de asistencias (8) -faceta en la que su mejoría también es evidente- tan extraordinarias habiendose disputado diez encuentros de Liga española, certamen en el que la pasada campaña culminó con 40 tantos e hizo trizas el récord que compartían Telmo Zarra y Hugo Sánchez, y cuatro de Uefa Champions League.

Guste o no, los números reflejan lo innegable. Mas allá de sus actitudes díscolas y egocéntricas, Cristiano Ronaldo es una autentico fuera de serie. Un jugador en ascenso constante, que empujado por su permanente instinto de superación ha evolucionado de forma asombrosa hasta convertirse en lo que hoy es. Un futbolista aun más completo del que pisó Chamartin por primera vez. Al que solo una leyenda de las dimensiones de Lionel Messi es capaz de eclipsar.