Cristianos racionales… o simplemente críticos de la fe

Se necesitan personas que
se atrevan cuestionar a la institución
cristiana, para así salvaguardar la
fe como lo expresa la Biblia

No creo en el cristianismo que se basa en lo “que el Papa o el Pastor digan”. La historia ha mostrado lo pernicioso de la idea de basar nuestras creencias, actuar y pensar en las ideas u opiniones de un líder o una líder religioso. Muchas iglesias pentecostales han adoptado la idea de que toda acción llevada a cabo por el pleno o por uno de sus miembros; debe contar con la bendición del pastor que la preside.Hace muchos años, estaba comenzando un romance con una joven perteneciente a una de las tantas iglesias pentecostales de San Pedro de Macorís. La muchacha me gustaba y, lo más importante, yo le caía bien. Todo parecía marchar de maravilla; hasta esa noche en que me dijo como su Pastor, “inspirado por el Espíritu Santo; le ordenaba a que no tuviera relaciones con un joven ajeno a su fe”. Solo le dije: “Bueno, espero que la próxima vez el Espíritu Santo no use intermediarios para una cosa que bien pudo habértela dicho a ti”. Se ha hecho una costumbre (bueno, se está poniendo de moda) el que las decisiones en asuntos de fe y creencia dependan de lo que una autoridad superior (padres, ministros; ley) dicte. La primera iglesia cristiana que inauguro el asunto de “fe según lo ensenan los ministros” fue la iglesia católica. La premisa de la autoridad eclesiástica descansa en que “El Papa es infalible y sus representantes, quienes hacen cumplir sus ordenanzas, por ende lo son”. Todos sabemos el resultado: quemas de herejes, y excomuniones al por mayor y detalle. Las iglesias evangélicas pentecostales actuales han seguido esa línea. Basan su autoridad, no tanto en el concilio de creyentes, sino en la junta o en el pastor presidente. La cosa se pone interesante cuando los feligreses reciben el mensaje subliminar de que “cuestionar las doctrinas o ideas de la iglesia a la que asiste es pecado”. Para estas denominaciones, los cristianos buenos y santos son aquellos que no “piensan en lo que creen”. Un cristiano libre pensador es peligroso… ¿Por qué? Porque cuando un cristiano piensa, comienza a cuestionar y cuando cuestiona, pone en revisión la autoridad de la iglesia. En la edad media a los cristianos libre pensadores se les llamo “herejes”. Actualmente se les llama “reaccionarios”, “inconformistas”, “roca izquierda”. La iglesia ha hecho suya el espíritu de la intolerancia hacia aquellos que ponen en cuestión sus enseñanzas… ¡y más si ese cuestionamiento tiene que ver con las actividades de los que dirigen la iglesia!

Un cristiano pensante es una persona
que busca la verdad en la Biblia y
compara esta con lo que sus
lideres ensenan 

Un fenómeno interesante se ha presentado en la iglesia adventista. Desde hace un tiempo para aca, el sistema de mando vertical ha ido tomando lugar en el sistema de dirección de la institución. Las “líneas bajadas de arriba” deben ser hachas sin discusión. Hablando con un líder adventista, en un grupo, este confeso algo que me engrifo las vellos. Como algunos de nuestros presidentes de unión han hecho uso del sistema de “liderazgo vertical”. Influyen en las decisiones de la unión como si fueran los “jefes” de la iglesia. En el aspecto local, se nota como la autoridad que, según el Manual de Iglesia, recae sobre la junta de ancianos de la iglesia local, está siendo cambiada por la autoridad sobre el pastor. Muchos pastores se han convertido en especies de “jefes” de las iglesias. Esto se ve más en iglesias humildes donde la dirigencia es fácil de manipular. Cuando estos pastores se encuentran con cristianos pensadores, se produce una pugna. Un caso triste ocurrió hace unos anos cuando un pastor que presidia Consuelo, casi desintegra los clubes de guías mayores por su terquedad. No es lo mismo un “cristiano pensador” que un “fanático”. El cristiano pensador ama su iglesia, pero basa su fe en lo que personalmente ha aprendido a través de la biblia. No cierra sus ojos a las cosas que van mal en el pueblo de Dios y las enfrenta; siempre teniendo en mente que esto es parte de una iglesia militante que todavía le falta alcanzar la meta. El “Fanático” busca destruir la iglesia y hacer de su criterio espada para condenar a los demas. En la biblia encontramos ejemplos a favor de cristianos pensadores. El apóstol Pablo aboga por un culto racional. Podemos leer:“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional “[1].En la epístola de Juan se nos aconseja examinar todo espíritu que dice ser de Dios. Encontramos:“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”[2].Con esto deducimos que “cuestionar” las doctrinas, ordenanzas eclesiales no es malo; siempre y cuando sea para la adquisición de la verdad y el crecimiento personal. Así como los católicos y pentecostales deben “cuestionar lo que creen” para alcanzar la plena verdad; los adventistas deben aprender a cuestionar a sus dirigentes y enseñanzas para ser afianzados en la misma. La iglesia adventistas no esta exenta de ser contaminada por falsas doctrinas introducidas por pastores y hombres que tienen un lugar preponderante entre ellos. Muchos cristianos, católicos, pentecostales, adventistas; notan que en sus denominaciones algo no anda bien. Tienen el mismo pensamiento de un joven líder que compartió conmigo lo siguiente: “reconozco que hay cosas en nuestro medio que no están bien; pero elijo quedar callado”. Esto debido a que teme ser aplastado por la censura de los altos líderes. ¡Qué intolerante se puede ser dentro de la iglesia!Los cristianos, especialmente los jóvenes, deben aprender a ser críticos en lo que concierne a la fe. No aceptar solamente la palabra de algún pastor, teólogo o jerarca; no importa los títulos que tenga. Toda persona, si la busca con sinceridad, puede entender los designios contenidos en la biblia. Es más… la teología moderna ha eclipsado mas las enseñanzas bíblicas y puesto a dudar a muchas personas. Abogo por ser cristiano pensante. ¡Al final, en asuntos de fe y conciencia, la decisión es solo nuestra!

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[1] Romanos 12: 1[2] 1ra. Juan 4: 1