Un buzo junto a la escultura de Cristina Iglesias. FUNDEA. ABC.es
Cultura
El último y hermoso sueño de la escultora donostiarra fue crear dos «Estancias sumergidas» bajo el Mar de Cortés, en Baja California. Ya es una realidad
Natividad Pulido / Madrid No parece haber límites en los sueños de Cristina Iglesias. Se atreve con todo. Su última «osadía», una ciudad sumergida en aguas de la isla Espíritu Santo, en Baja California (México). Tan singular proyecto, en el que lleva inmersa cuatro años y que se inaugura mañana, ha sido promovido por la Fundación Mexicana para la Educación Ambiental. En él han colaborado tanto biólogos marinos y conservacionistas de costas de La Paz, como miembros del Instituto de Oceanografía de San Diego. Arte y naturaleza, en estado puro, dialogan como nunca antes habíamos visto. Recién aterrizada en México, Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) hace un alto entre inmersión e inmersión para hablar con ABC de estas sugerentes «Estancias sumergidas», título del proyecto. La conversación tiene que llevarse a cabo vía satélite, pues las conexiones son muy malas en este bello pero recóndito lugar. Uno de esos paraísos perdidos miltonianos que aún quedan en el planeta. Se halla en el Mar de Cortés, nombre con el que se conoce al golfo de California. Fue nombrado así por Francisco de Ulloa en 1539 en honor del conquistador español Hernán Cortés. Desde julio de 2005, las islas del Mar de Cortés fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad. «Nació como una propuesta que se enmarca en un plan de protección de la naturaleza: devolver Espíritu Santo, esta isla, que es un parque natural, al pueblo mexicano —explica la escultora—. La idea fue crear una pieza que fuera símbolo de esa voluntad. Hemos trabajado junto a biólogos marinos, científicos, proteccionistas de la naturaleza, pescadores… para construir una pieza que participa también de un proyecto de refugios marinos, muy importante en todo el golfo de California. La pieza construye un lugar, una idea laberíntica de dos estancias, compuestas por celosías». Comenta Cristina Iglesias que se ha utilizado el material más adecuado para que la vida se adhiera a ellas y crear así un arrecife de coral. Es un cemento especial, con un ph neutro, y acero inoxidable en el interior. El objetivo, que no fuera agresivo con el medio marino y favoreciera la creación de vida. Cristina Iglesias, en su Atlántida – ABC.es.Cristina Iglesias
“Trato la luz como si fuera un material”
IÑAKI ESTEBAN
FOTOS: LUIS ANGEL GÓMEZ
Cemento, tapices usados, madera y resina: materiales aparentemente plebeyos con los que Cristina Iglesias levanta unos lugares misteriosos y envolventes. La escultora donostiarra, de 41 años y con una importante a carrera internacional y profesora de la Academia de Arte de Múnich, expone en el Museo Guggenheim con el patrocinio de EL CORREO, El Diario Vasco y el Banco Guipuzcoano una parte de su obra que permite un recorrido esencial por sus distintos jalones.