Revista Cultura y Ocio

Cristina Peri Rossi. "La insumisa", novela autobiográfica

Publicado el 05 mayo 2022 por Juancarlos53

"Yo leía muchísimo, sin orden, que es como hay que leer: novelas, poesía, libros de autores clásicos y modernos, los diarios que compraban en la casa de mis tías abuelas, los prospectos de medicina, los carteles de las películas y los libros de la biblioteca de mi tío que devoraba con bulimia"

Cristina Peri Rossi.

"La insumisa" es la última novela de Cristina Peri Rossi, flamante Premio Cervantes de este año 2022. Precisamente fue este Premio y el día de su entrega, el 23 de abril, lo que me llevó a comprar dos libros de la autora uruguaya residente en España desde el año 1972. Junto a esta novela autobiográfica, que me ha gustado y me ha servido para conocer mejor la vida de la autora desde su niñez hasta la edad adulta, adquirí una antología de su poesía editada por Visor titulada "La barca del tiempo" de cuya lectura estoy disfrutando mucho.

Leyendo "La insumisa" se asiste a la relación de Cristina con sus padres: cómo el padre era un ser distante, bebedor y mujeriego, con problemas de relación con la madre. La niña Peri Rossi, cuando oía o presenciaba las discusiones del matrimonio siempre se ponía del lado de su madre a la que quería intensamente. Con tres años, nos dice la autora, "le propuse casarme con ella". Desde el momento en que nos hace esta comunicación -la primera página del libro- la autobiografía se vuelca totalmente del lado materno. Se nos habla de los bisabuelos genoveses que enamoradísimos embarcaron muy jóvenes desde la ciudad italiana hacia Montevideo a donde llegaron tras un viaje que duró tres meses; durante la singladura la pareja fue casada por el capitán del buque, y -nos dice la escritora- en esa travesía la bisabuela Marcela Frugone quedó embarazada del primero de los 14 hijos que tuvo con Agustín Nocetti, su marido, al que profesaba un inmenso amor que la llevaría a no entender la vida sin él. Ambos enamorados morirán tempranamente dejando en el mundo siete hijos vivos de los 14 partos que Marcela tuvo. La hija mayor, María Luisa, casada con Carlos Alberto, será quien se encargará de sacar adelante a todos. Vivirán en la casona que Agustín, maestro de obras, construyó para albergar a toda la prole. María Luisa, pronto viuda de Carlos Alberto con quien tuvo tres hijos, es la abuela de Cristina Peri Rossi, y madre por lo tanto de Julieta Rossi, la mamá queridísima de Cristina, y también del soltero tío Tito que tanto influyó en los gustos literarios y musicales de nuestra autora. Julieta Rossi, muy pronto viuda de su marido Ambrosio Peri, era maestra y supo ver muy pronto las aptitudes de su hija para la escritura. El matrimonio Peri Rossi tuvo dos hijas; sin embargo y es algo que me resulta chocante Cristina nada dice en esta novela autobiográfica de su hermana. ¿Por qué?

De lo que más habla la autora en esta biografía novelada es de la atracción que desde siempre sintió ella por la belleza femenina. Cuenta cómo se enamoró en el Instituto de Elsa, una chica cuatro años mayor que ella. De cómo Elsa también parecía sentirse atraída por ella y cómo la imposición familiar la llevó a alejarse de Cristina. Este desamor, esta desilusión, dolió mucho a la novelista. Aunque como bien le dijo su madre los desamores se superan encontrando otros. Y así se enamoró de Alina, otra niña del instituto. Fue Alina quien le comunicó otro descubrimiento, en este caso atroz: eran "'anormales'" por amarse, por quererse, por declararse su amor; las chicas debían amar a chicos, casarse con ellos y tener descendencia, eso era lo normal y lo correcto. Elsa y Alina seguirían esta ruta y no les iría del todo bien; en fin, al menos a Alina, le fue bastante mal pues acabaría suicidándose.

Todos estos pormenores acerca de la identidad sexual, y algunas anécdotas siempre relacionadas en algún sentido con el hecho de haber nacido mujer relata Peri Rossi. Una de ellas es la gran desinformación existente en su tiempo respecto a la condición femenina representada en el hecho de la menstruación. Cuando Cristina tuvo su primer período se asustó muchísimo, y el gran desconocimiento y la nula información recibida sobre el asunto en el seno de la familia la llevarían a creer lo que algunas amigas de parecida edad le decían sobre que ya era mujer por lo que debía de tener cuidado de que ningún hombre la tocase pues se quedaría embarazada. Así un día llegó a casa gritando creerse embarazada dado que un hombre la había empujado por la calle.

Muchos episodios anecdóticos como el anterior se pueden leer en esta entretenida autobiografía novelada. Uno de ellos, quizás el más impactante de todos sea el que -cuenta la novelista- le sucedió en el previo a la operación por urgencias de peritonitis aguda a la que tuvo que someterse. Cuando la preparaban para llevarla a quirófano, Cristina se sintió violentada, agredida sexualmente; al comunicarle a su madre el suceso, ésta le aconsejó callar dado que no hubo testigos y el hecho se perdía en la nebulosa de no saber si la agresión sucedió realmente o fue producto de la imaginación desatada por culpa de la anestesia.

Esta novela, que podríamos denominar 'novela de iniciación', está formada por 18 capítulos, en mi opinión quasi relatos, dado que cualquiera de ellos podría sostenerse por sí solo desgajado del volumen. Son capítulos que giran, como ya he dicho, siempre en torno al hecho de la conformación de su identidad como mujer, de la explosión de su sexualidad, de su evolución y aceptación personales. Me ha sorprendido mucho que no haga explícitas referencias a su posicionamiento político que en 1972 la llevaron a tener que abandonar Uruguay sin previo aviso a fin de poder conservar la vida y su libertad. Quizás sea por esto por lo que tras dar noticia de su niñez y adolescencia a lo largo de la mayoría de los capítulos (Primer amor, El viaje de las cigüeñas, El qué dirán, Segundo amor, El deseo, La operación, Las anormales, El beso, etc.) a la edad adulta dedique tan sólo el último del libro, 'Nena querida'. En este capítulo cuenta de manera muy poética cómo sus relaciones amorosas con mujeres están muy relacionadas con el sentidísimo amor que desde bien niña, cuando leía cuanto caía en sus manos, ha tenido por la literatura.

Cristina Peri Rossi.

Leyendo los maravillosos poemas contenidos en la antología "La barca del tiempo" observo que en ellos aunque los asuntos del amor, la sexualidad, el erotismo, la condición femenina en el mundo y tal aparecen en muchos, Peri Rossi no elude hablar de su compromiso político, de su exilio, de los exiliados, de la soledad lejos de la patria, etc. Esto me lleva a preguntarme por qué en esta novela de título tan apropiado para el cuestionamiento sociopolítico, sin embargo, la política brilla por su ausencia. Espero que sea porque la escritora tenga en su pensamiento dedicar otra obra autobiográfica a cubrir esta carencia. Habría que preguntárselo a ella, desde luego. No sé cómo hacerlo, pero intentaré hacerle llegar esta cuestión a ella. Y ya me gustaría a mí que me respondiese. Si tal conjunción de astros se produjese, a bombo y platillo daría cuenta de ello en este blog. Sería fantástico.

Además de lo dicho hasta aquí, qué otra cosa destacaría de esta novela. Pues especialmente las referencias que la poeta y narradora realiza a la literatura en forma de títulos de obras y nombres de autores que la han marcado. Así se ve, por ejemplo, cuando, casi al quijotesco modo, habla de la biblioteca de su tío Tito en la que la adolescente Cristina pasaba las horas

"era una biblioteca muy completa: desde Homero al Ulises de Joyce, no faltaba ninguno de los libros de un buen lector, contemporáneo y que no tenía géneros preferidos, aunque yo sabía que a mi tío le gustaba mucho Juan Ramón Jiménez (con quien yo le encontraba gran parecido físico) y Antonio Machado. Por otro lado era la biblioteca de un lector del siglo XX: allí estaban tanto las novelas de Jean Paul Sartre, de Albert Camus, como la Eneida de Virgilio, Una habitación propia, de Virginia Wolf, o La madre, de Gorki, libro que me impresionó muchísimo [...]

No sé con qué libro comencé, ni con cual terminé, pero recuerdo haber leído los poemas de Amado Nervo, Don Quijote de la Mancha, el teatro de Eugene O'Neill y los relatos de William Saroyan. Nena querida fue toda una revelación para mí, y se convirtió en uno de mis preferidos." [...]

También muchas son las referencias explícitas a compositores y obras musicales que Cristina aprendió a admirar escuchando los discos de su tío

"Si reviso mi discoteca, son los mismos que tengo hoy, aunque se hayan agregado otros. Beethoven, el melancólico y estremecido Chopin,Bach, Haendel, Tchaikovsky, Edvard Grieg, Smetana, Debussy, Vivaldi, Monteverdi, Erik Satie, Schubert, el jazz más antiguo (Paul Robeson y María Anderson) tanto como mis sopranos favoritas: Renata Tebaldi, Joan Sutherland, Birgit Nilsson, Victoria de los Ángeles y María Callas" (capítulo Mi tío)

Luego, ya por ella misma, el mundo del Cine, en especial sus actrices favoritas (Elizabeth Taylor, Ava Gardner y otras) entran a formar parte de su universo afectivo, creativo e intelectual.

Y junto a lo anterior no quiero dejar en el tintero el intenso lirismo que en ocasiones aparece esparcido en esta autobiografía en prosa. Es un lirismo que estalla en las manos de la escritora cuando habla de amor, de la atracción erótica. Así en su adolescencia el descubrimiento de la poesía de Bécquer le servirá para sobrellevar el amor sentido hacia Elsa o Alina y para entender mejor sus propios sentimientos. Pero no sólo esto; también a la hora de contar lo sentido al besar a la persona amada en el capítulo El beso la poesía becqueriana emerge en las palabras que utiliza para describirlo:

"No bien me senté a su lado, sentí que las manos, la boca, las sienes y las mejillas me temblaban. No podía mirar la página del libro, que no sabía qué decía, porque no podía quitar los ojos de aquella boca. [...] No sé cuánto tiempo estuvimos de esa manera, sólo sé que fue el principio de una cadena y, a veces, se inclinaba hacia la derecha, otras hacia la izquierda."
Cristina Peri Rossi.

Es Cristina Peri Rossi una enamorada del lenguaje, de las palabras, casi tanto o más que de las mujeres que a lo largo de su ya extensa vida -Peri Rossi nació en Montevideo el año 1941- ha amado. Se percibe claramente en los poemas de la antología citada ("Las mujeres son todas pronunciadas, / y las palabras, son todas amadas" (poemario Evohé, 1971), "En las páginas de un libro que leía, perdí una mujer. / En cambio, a la vuelta de la esquina, he hallado una palabra" ( ibidem), etc.

En "La insumisa", esta novela última, deja clara huella de su amor por la expresión justa, cuidada, hermosa. Y esto, que se percibe en general en todo el libro, restalla con fuerza en denominaciones breves y cercanas como ' bichicome' (mendigo), ' gato barcino' (gato atigrado), ' los grillos critaban' (los grillos gritaban o chillaban), un ' vestido lleno de volados y alforzas' (vestido lleno de elementos que sobresalen y de pliegues), ' gallo bataraz' (gallo de plumaje gris y pintas o rayas blancas), etc.

Como se deduce he disfrutado mucho leyendo esta autobiografía novelada; es una auténtica gozada leer denominaciones y frases como las anteriores utilizadas por esta maestra del idioma, esta buena narradora y mejor, mucho mejor, poeta en toda la extensión y profundidad de la palabra.

Cristina Peri Rossi.

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