Se acerca San Blas, el 3 de Febrero, y en casa siempre hemos tenido costumbre de preparar Cristinas. Unos bollos típicos de esta fiesta que se acostumbran (o acostumbraban) llevar a bendecir, junto con otros dulces y frutas, los cuales eran destinados a curar la tos y los dolores de garganta.Anteriormente ya había preparado otra receta de Cristinas, pero tentada por las publicadas por Virginia del blog Sweet Sour, según la receta original del Libro Crujientes de Richard Bertinet, me pareció acertado elaborar una nueva entrada y efectivamente conseguir una receta mejorada, más esponjosa, aromática y deliciosa.
Ingredientes:
Para el fermento previo:
- 125 grs. de Harina
- 125 grs. de Agua
- 5 grs. de Levadura fresca
- 10 grs. de Levadura fresca
- 415 grs. de Harina de fuerza
- Todo el fermento previo
- 125 grs. de Mantequilla a punto de pomada
- 50 grs. de Azúcar blanquilla
- 1 cucharada de Miel suave
- 130 grs. de Leche a temperatura ambiente
- 2 Huevos "L" a temperatura ambiente
- 7 grs. de Sal
Para el glaseado:
- 150 grs. de Leche
- 75 grs. de Azúcar blanquilla
- Azúcar perlado o Azúcar glas para decorar
- 500 ml. de Nata montada (opcional)
Elaboración del fermento previo:
Mezclamos bien en un bol, la harina, la levadura desmenuzada y el agua. Cubrimos y dejamos levar en un lugar cálido y alejado de corrientes de aire durante dos horas aproximadamente, hasta que esté fermentada y con burbujitas. (Esta elaboración previa yo acostumbro a prepararla la víspera y la dejo toda lo noche en la nevera. Al día siguiente sin atemperar la añado a la masa principal).
Elaboración de la masa principal:Con la ayuda de un robot de cocina, amasadora, o panificadora, mezclamos los ingredientes y amasamos durante 20 minutos, hasta conseguir una masa lisa y sedosa. Estas masas de bollería suelen ser rebeldes, así que a veces conviene dejarlas reposar 5 minutos y continuar amasando. Una vez tengamos nuestra masa lisa, hacemos una bola y la llevamos a un bol, ligeramente aceitado, y cubrimos con un paño. Dejamos reposar durante 1 hora.Volcamos la masa sobre la encimera ligeramente enharinada, la desgasificamos aplanándola con los dedos y formando de nuevo una bola, haciéndole dobleces y girándola. Esos dobles le darán tenacidad y elasticidad a la masa. La devolvemos al bol durante otra hora.Transcurrida esta segunda hora, la volcamos de nuevo sobre la mesa de trabajo o la encimera, ligeramente enharinada y la dividimos en 12 porciones de unos 90 gramos cada uno. Damos forma de bola a cada porción y las llevamos a una bandeja de horno que previamente hemos cubierto con papel sulfurizado. Puesto que doblan el tamaño, debemos colocarlas bien separadas y mejor utilizar dos bandejas colocando 6 bollos en cada una. Cubrimos y dejamos entre 2 horas y 2 horas y media (dependerá de la temperatura de nuestra cocina).
Elaboración del glaseado:Entre tanto, preparamos el glaseado. Ponemos al fuego un cacito pequeño, la leche y el azúcar. Dejamos a fuego lento hasta que se vaya disolviendo el azúcar. Reservamos.
Horneado:Finalizado el último levado, pintamos nuestros bollos con el glaseado y horneamos unos 15-18 minutos hasta que veamos que han crecido y están bien dorados.Sacamos sobre una rejilla y en caliente barnizamos de nuevo con el glaseado. Opcionalmente se pueden espolvorear con azúcar glas o azúcar perlado. Dejamos enfriar.Para los más golosos, partimos por la mitad y rellenamos con nata montada.
Fuente de inspiración: Sweet Sour.y libro Crujientes de Richard Bertinet.