Llevo ya unas tres críticas seguidas creo que terminaré creando una nueva sección dedicada a la crítica. Afirmo que el avanze por falsación es el más fácil y el más rápido porque es mucho más sencillo negar algo falso que construir una nueva teoría. Asimismo, cabe añadir que solo me parece lógico criticar conceptos muy arraigados en la sociedad. Ya sea sobre religión, sobre política o sobre cualquier otro. Es necesario añadir que la segunda vía de mi crítica va dirigida a importantes pensadores que se merecen que hablen de ellos, como Descartes, otros pensadores que, desde mi punto de vista, fallan en todo y no han arraigado lo suficiente en la sociedad actual no serán criticados por mí. Por consiguiente, voy a exponer mi crítica al pensamiento cartesiano.
Desde el punto de vista puramente matemático la duda metódica cartesiana es impecable. Ahora bien, si trasladamos la duda cartesiana a otros ámbitos y la aplicamos a la vida, caeríamos en el error primero. Es evidente que el mundo exterior existe así que lo evidente no debe someterse a duda -tal y como el propio Descartes añadió-, primera contradicción. René construyó la duda metódica haciendo uso de la irracionalidad e imaginación -que tanto critica-, se inventa hipótesis falsas para someter a duda todo lo que desee. También podría haber sometido a duda la existencia de Dios y llegaría a una verdad superior a que la de ”Pienso luego existo”: ”Solo sé que no sé nada”.
El segundo gran error de la filosofía cartesiana es la forma de crear el método que se crea a partir de coceptos elegidos a gusto del filósofo, es decir, somete a duda lo que le interesa. El método cartesiano está sustentado en el solipsismo así como en la existencia de Dios, es decir, solo existo yo y además existe Dios. Esta contradicción se puede explicar de dos formas: o es un error o Dios era él.
La existencia de Dios no puede ser considerada de antemano como cierta y menos que sustente a toda una filosofía. ¿Cómo el filósofo que más duda de todo no duda de la existencia de Dios? A esta pregunta le encuentro dos respuestas coherentes. La primera, que hubiera introducido en su obra este concepto por miedo a la iglesia así como para permitir la salida de una duda que, realmente, no tiene salida. O esto o que sus obras hubieran sido manipuladas por una institución con mucha experiencia en esta práctica. Esta respuesta es acetable ya que al morir Descartes por envenenamiento -tal y como se ha demostrado- se declararon todas sus obras prohibidas hasta su “revisión” .
En conclusión, considero que la filosofía cartesiana tiene una cierta degradación progresiva y que el método cartesiano está muy bien para ámbitos no físicos como las matemáticas pero en cuanto nos encontremos en ámbitos que tengan en cuenta el mundo sensible, la filosofía cartesiana no será útil. Por último y como dejé caer al principio, considero a Descartes un gran filósofo ya que le debemos muchos conceptos matemáticos, muchas conexiones neuronales y, sobre todo, el inicio del racionalismo.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 22 mayo a las 19:54
Según mi punto de vista, está crítica no es válida. Para empezar, Descartes ya invalida el mundo sensible para aplicar la duda metódica, porque, como es lógico, nuestros sentidos nos proporcionan información que podría ser errónea. Con esto, Descartes no quiere decir que la información que nos llega de los sentidos sea falsa, sino que podría serlo, o podría ser confusa. Por tanto, queda bien claro en su filosofía que este método no se podrá aplicar al mundo sensible, ya que no está hecho para ello, sino para dudar de lo racional, única fuente que podría proporcionar una verdad absoluta. Por otro lado, considero que la preferencia de Descartes por elegir ideas a su gusto sobre las que dudar es obvia. No iba él a elegir a gusto de otro... Por tanto, cualquier idea que él hubiera elegido (imaginémonos cualquier otra idea a parte de las que ha elegido) habría sido, según tengo entendido, criticada de la misma manera que ha hecho usted. Por tanto, considero esa crítica como una observación, y no como una crítica. Por último, me resulta incomprensible la crítica sobre la contradicción de la existencia de Dios, así que no puedo opinar sobre ella.
No descarto, como es lógico, la elevada posibilidad de que sea yo el que se esté equivocando, pero también es cierto que Descartes fue malinterpretado en numerosas ocasiones. Fruto de ello podrían ser estas críticas.