Revista Cine
Paddy Considine es un gran actor inglés, un eterno secundario que ha tenido algunos excelentes papeles principales como ocurre en el caso de la inédita en España Dead Man’s Shoes. Hace cinco años debutó como director con el cortometraje Dog Altogether, que tiempo después acabaría convirtiendo en un largometraje en Tyrannosaur.
Joseph es un hombre extremadamente violento, un alcohólico solitario que va buscando bronca y arrastrar al cieno en el que él vive a todo aquél que se le acerque. Un buen día se topa con Hannah, una mujer casada que tratará de ayudarle a salir del denigrante tren de vida en el que se mueve Joseph, pero no será fácil, la espiral de autodestrucción que Joseph crea también arrastra a todo el que se atreva a acercársele. Pese a todo, Hannah está acostumbrada a lidiar con seres odiosos, ya que su marido es un repugnante ser cobarde y mezquino. Joseph también le servirá a ella para evadirse de su horrible vida marital.
La película es tremendamente dura, violenta, desagradable, contundente, no tiene contemplaciones, no para ni por un segundo de martirizar a sus personajes. Desde el primer minuto presenciamos la paliza que Joseph le propina a su perro hasta matarlo, desde ahí sabemos que nos enfrentamos a una historia sin paliativos. Tyrannosaur trata problemas muy actuales como es la violencia de género, y lo trata con dureza y respeto. Sin duda alguna, Considine ha absorbido parte del estilo de dirección de Shane Meadows, con el que ha trabajado en varias ocasiones, el triste, oscuro y desolado Reino Unido que nos muestran guardan muchas semejanzas, y nos hacen pensar en películas como Dead Man’s Shoes.
El tiranosaurio es un enorme monstruo que crece en el interior de Joseph, aunque al final encontremos otra explicación para este título, en el fondo sabemos que hace referencia a ese alter ego del protagonista, que grita y arrasa con todo lo que ve, al que se le nubla la vista y es capaz de arremeter incluso contra aquellos que intentan ayudarle. El título aquí en España es Redención, pero me he negado a ponerlo ya que me parece horrible y prefiero que conservemos el título original.
Las actuaciones de Peter Mullan y de Olivia Colman son enormes, y el guión y dirección de Considine precisos. Merece la pena ver esta gran película.