Crítica: Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée (2014)

A veces hay Oscars que son merecidos y otras veces que no. Dallas Buyers Club se llevó los Oscars que para mí, son los que más pesos tienen: mejor actor y mejor actor de reparto. No pude evitar reírme al saber que Matthew McConaughey tendría un Oscar y Kevin Bacon, Ewan McGregor o Leonardo DiCaprio, no. Así que me acerqué a este film reacio y también escéptico. ¿Qué fue lo que me encontré?

Título Original: Dallas Buyers Club
Año: 2013
Duración: 117 min.
País: Estados Unidos
Distribuidora: Vértigo Films España
Director: Jean-Marc Vallée
Guión: Craig Borten y Melisa Wallack
Interpretes: Matthew McConaughey, Jennifer Garner, Jared Leto, Steve Zahn, Dallas Roberts, Denis O'Hare, Griffin Dunne, Kevin Rankin, Lawrence Turner, Jonathan Vane
Sinopsis: Basada en la vida real de Ron Woodroof, un cowboy de rodeo texano, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron SIDA y le pronosticaron un mes de vida. Empezó entonces a tomar AZT, el único medicamento disponible en aquella época para luchar contra tan terrible enfermedad.

Pues un peliculón, señoras y señores. Un peliculón de letras mayúsculas. Qué tonto de mí, por haber creído que Matthew McConaughey no se merecía ese Oscar al mejor actor. Mirad, Matthew McConaughey no es precisamente un actorazo. O eso al menos nos había demostrado con su montón de películas mediocres, de bajo presupuesto y poco gusto. Sin embargo... ¡Qué escondidito que estaba! Desde el principio de esta película hasta el final, el Oscar MERECIDO se nota. Pocas veces se ha galardonado a un actor con más mérito.
Pero bueno, ¿de qué va esta película? Va de muchas cosas, como por ejemplo de la superación personal o la lucha del ser humano por seguir viviendo un minuto más, pero sobre todo, va de un hombre que existió, en un momento histórico real. La crisis del sida, en los años 80, más concretamente, en la crisis que Ron Woodroof hizo pasar a la máxima autoridad sanitaria de Estados Unidos, que en ese tiempo, solo tenía una alternativa para el virus VIH: la mortal AZT, un medicamento aun peor que el propio virus.

Dallas Buyers Club es una película que te emociona, que te eriza los pelos de la nuca, que consigue mantenerte en vilo durante las casi tres horas de película, y cuando termina, consigue que te eches a rabiar, porque quieres que esa magnífica historia continúe. Todo en la cinta es maravilloso, desde las magistrales interpretaciones -empezando por Matthew McConaughey, que encarna al vaquero, homófobo, racista y fascista, Ron Woodroof, que se contagia de sida por codearse con el sexo y las drogas, terminando por Jared Leto, quien interpreta a Rayon, una mujer transexual que sólo con una mirada ya nos tiene postrado a sus pies-, pasando por banda sonora, ambientación de los años 80, primerísimos planos que te dejan sin habla y una increíble tarea de maquillaje y caracterización. En general, esta película es una obra maestra.
Si tuviera que criticarle algo a la cinta, desde luego criticaría que cambiaran la verdadera historia de Ron Woodroof, en el sentido de que Ron Woodroof, por lo que se sabe, no era un ser tan despreciable como el que encarna Matthew McConaughey. Sin embargo, por una parte, le veo todo el sentido del mundo a esta posible variación de la realidad, y es que empatizamos mejor con un personaje "malvado" y desagradable que aprende de golpe a ser humano, que si partimos de una base, por así decirlo, "buena". El desarrollo del personaje te deja con la boca abierta, y ya no os puedo dar más pistas porque vale la pena verlo por uno mismo.
Otro de los puntos que en la película podrían haberle sacado más partido es al personaje de Rayon, la chica transexual que tiene el VIH y que se hace íntima de Ron. Este personaje es ambiguo en la película, sobre todo por culpa de la gente que lo rodea (tratándolo en masculino la mayor parte del tiempo). Según entendí yo, es una chica transexual, o sea, una mujer nacida en el cuerpo "equivocado". Esto se deja entrever en la película, pero creo que podrían haberlo hecho muchísimo mejor y más claro y explícito, porque el personaje lo merecía. Además, la grandísima interpretación de Jared Leto nos deja sin habla cada vez que aparece en pantalla.

Dallas Buyers Club no solo va sobre el sida, es más, podría decirse que es lo que menos sale en esta película. La cinta, y el por qué de ella, es algo más allá, más profundo: el deseo de seguir con vida. Y como ese deseo, la mayor parte de las veces, choca de forma frontal con los intereses económicos de un sistema capitalista e inhumano que sólo mira por sus propios asuntos. En este caso, es la lucha de un hombre terriblemente enfermo que, a su modo, ha encontrado una posible cura a una horrible enfermedad que se está llevando por delante a generación de jóvenes llenos de entusiasmo, ilusión y, en resumidas cuentas, vida. Ron Woodroof luchó contra el sistema estadounidense, contra las grandes marcas farmacéuticas, contra el mundo entero, para hacer ver que aquel milagroso medicamento que OBLIGABAN a tomar, el AZT, era dañino y mortal. ¿Por qué concentrarse en matar al VIH, en vez de concentrarse en no desgastar el sistema inmunológico propio? El AZT atacaba directamente a este virus mortal, pero para ello, destruía las defensas que el propio cuerpo mantiene desde nuestra más tierna niñez. Es por eso que los pacientes a los que se les administraba dicho suero, se desgastaban cruentamente hasta morir.
Ron Woodroof, junto a otros grupos que en esta película no son nombrados, fundaron los clubs para vender medicamentos de forma ilegal a todos aquellos enfermos de sida que eran obligados por el sistema a tomar el AZT o, en caso contrario, eran ignorados de forma sistemática por los hospitales. Es así como nace el Dallas Buyers Club, uno de los club de compraventa ilegal más importantes del movimiento.

Para quien lo dude todavía, Dallas Buyers Club es un peliculón de dimensiones bíblicas que nadie debería perderse. Es una película que, espero, pasará a la historia por atreverse a contar un acontecimiento importantísimo en la Historia de la Humanidad e importantísimo en la historia de la enfermedad VIH. Los actorazos que ponen toda la carne en el asador para hacer realidad esta recreación de una época muy oscura, merecen nuestra fe y nuestro valor, enfrentándonos a una película durísima, triste y a la vez esperanzadora (y que encima, no cae en el morbo o chiste fácil, qué mejor). Si queréis pasar una tarde de cine inolvidable, os aseguro que no os arrepentiréis: Dallas Buyers Club con Matthew McConaughey y Jared Leto. NO tiene pérdida alguna.

→Lo mejor: Las interpretaciones de los actores principales, sobre todo de Matthew McConaughey, que está irreconocible. El argumento y la forma de sobrellevar la situación, sin caer en la provocación o en el morbo. Los planos desgarradores. En resumen, todo.
→Lo peor: Si hay que buscarle una pega, diría que Rayon podría haber estado mejor construida como mujer transexual y no haberla dejado tan ambigua.
→Puntuación: 10/10

Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Comercio Internacional y Psicología. Es el marido de Kanon y co-fundador de Mientras Lees.