El cine francés lleva varias semanas colonizando la cartelera a base de comedias, muy distintas entre sí, todas ellas laureadas en la pasada edición de los premios César. La que hoy nos ocupa se hizo con los galardones al mejor guión original, escrito por el actor y director Albert Dupontel, y a la mejor actriz, Sandrine Kiberlain. Para Dupontel supone su quinto largometraje como realizador aunque el público puede recordarlo más en su faceta interpretativa en filmes como Odette, una comedia sobre la felicidad o Irreversible, a Kiberlain pudimos verla junto a Carmen Maura y Natalia Verbeke en Las chicas de la 6ª planta.
El principio de 9 meses… de condena no podría ser más berlanguiano, un interminable plano secuencia que recorre cada recoveco del Palacio de Justicia de París mostrando el lado más gamberro de los magistrados que dan rienda suelta a sus instintos en la tradicional fiesta de fin de año. La tiesa y estirada jueza que interpreta Kiberlain, solterona empedernida, termina bebiendo más de la cuenta y a los seis meses descubre que aquella fatídica noche quedó embarazada de un criminal huido de la justicia.
Este es el punto de partida de una enloquecida comedia romántica con un sentido del humor más que negro, que supone su mayor hándicap, ya que de que el espectador entre o no en el juego que propone Dupontel dependerá que disfrute de la película o que la considere una tontería insustancial. Dejando de lado el argumento en sí, el director francés ha cumplido a pies juntillas los mandamientos para realizar una buena comedia. Ir al grano evitando elementos superfluos (los 82 minutos de duración son lo suficientemente elocuentes en ese sentido), usar soluciones visuales atractivas para resolver situaciones, proponiendo elipsis y dando agilidad a la trama (el espejo en el que parece haberse mirado el realizador es el Almodóvar más gamberro, el de Mujeres al borde de un ataque de nervios, Átame e incluso Tacones lejanos) y un montaje que no haga decaer en ningún momento el ritmo (indispensable, entre otras cosas, para que funcionen los gags, cercanos al slapstick y al cine mudo, presentes a lo largo de todo el metraje).
La guinda al impecable acabado visual la ponen las breves colaboraciones en forma de cameo que hacen algunos rostros muy conocidos. Los más destacados un Jean Dujardin cuya aparición, de alguna forma, hace referencia a esas comedias locas de la época muda y a su papel en The artist, y un Terry Gilliam desatado y perturbado, como el Renfield de Drácula, que en los nudillos luce orgulloso un homenaje a La noche del cazador. A pesar de todo, y más allá de todas las virtudes de la cinta, el punto crítico a la hora de pasarlo bien con esta película se va a encontrar en el tono, en si la clave de humor en la que está narrada la historia seduce o no a la audiencia.
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9 meses… de condena
Director: Albert Dupontel
Guión: Albert Dupontel, con la colaboración de Héctor Cabello Reyes y Olivier Demangel
Intérpretes: Sandrine Kiberlain, Albert Dupontel, Nicolas Marié
Música: Christophe Julien
Fotografía: Vincent Mathias
Montaje: Christophe Pinel
Duración: 82 min.
Francia, 2013