Revista Cine

Crítica de “Alabama Monroe” (2012)

Publicado el 19 febrero 2014 por Manuzapata @vivazapatanet
cartel

Si esto es una película Belga, ¿qué hacen cinco tipos con pinta de cowboys encima de un escenario? La música que interpretan es bluegrass, country en estado puro, y sí, aunque parezca mentira, nos encontramos en el país de Tintín.

Créditos iniciales sobre negro. Un matrimonio, una niña enferma, un hospital.

Siete años antes. Primer encuentro de los padres preocupados de hace un momento. Didier (Johan Heldenbergh), apasionado del banjo, uno de los músicos del inicio, y Elise (Veerle Baetens), tatuadora cuya hermosa piel es el delicado lienzo que muestra el virtuosismo de su arte.

Nos hemos desplazado desde un punto indeterminado de esta historia hasta aproximadamente la mitad para volver casi al inicio. En apenas unos minutos se nos han expuesto los elementos clave que van a articular este relato.

músicos y ella de blanco

El bluegrass. Hilo conductor y nexo de unión entre los principales conceptos que se tratan en esta película: la vida, la pasión, la paternidad y la maternidad, el sufrimiento, Estados Unidos (para lo bueno y para lo malo), el rechazo, la negación de uno mismo y del otro.

beso coche

El amor. La relación de pareja de unos protagonistas diferentes, pero complementarios, vivida hasta el límite. Didier, racional, pragmático, independiente, y Elise, apasionada, sensual, madura e inteligente. Su diferente forma de afrontar la enfermedad de su hija aporta un interesante contraste de ideas desencadenante de una intensa tormenta emocional.

dese arriba

Los tatuajes. Seña de identidad de Elise. Hablan de su entrega cada vez que se enamora y de cuánto le ha decepcionado la vida en ese sentido. Los amplios ventanales de su estudio la muestran como una personalidad transparente, sin ambages, que se enfrenta a la vida a pecho descubierto y que se estrella, como pájaro desorientado, al no apreciar la pared de cristal tras la que se parapetan los demás.

con hija

La estructura. Felix Van Groeningen, director y co guionista, adaptó la obra teatral escrita por el actor protagonista, Johan Heldenbergh, obviando la linealidad de la misma. El montador, Nico Leunen, ayudó al realizador a retorcer ese armazón un poco más si cabe, de forma que el relato se haga, no cronológicamente, sino enfrentando y contrastando distintos momentos de las vidas de Didier y Elise para que, por muy alejados temporalmente que pudiesen estar, al colocarlos unos a continuación de otros provocasen un choque de sentimientos que hiciera surgir una emoción que habríamos perdido de haberse contado esta historia de forma convencional.

luz roja

Alabama Monroe, que adolece de cierta tendencia al exceso en su parte final, se mira en el espejo de la espléndida Blue Valentine, además de en la forma de la narración, en la crudeza con la que está reflejado ese sentimiento autodestructivo que puede acabar con una relación. A pesar de la belleza de las imágenes, el drama de ver cómo los dos protagonistas se están perdiendo el uno al otro y no pueden hacer nada por remediarlo no deja de recibirse como un puñetazo en el estómago. Lo de Alabama Monroe casi es lo de menos, aunque probablemente quiere decir que en un mundo perfecto Elise y Didier habrían podido ser felices.

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Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © Menuet Producties, Topkapi Films. Cortesía de Golem Distribución. Reservados todos los derechos.

 

Alabama  Monroe

Título original: The Broken Circle Breakdown

Director: Felix Van Groeningen

Guión: Felix Van Groeningen, y Carl Joos a partir de la obra de teatro de Johan Heldenbergh y Mieke Dobbels

Intérpretes: Johan Heldenbergh, Veerle Baetens, Nell Cattrysse

Musica: Bjorn Eriksson

Fotografía: Ruben Impens

Montaje: Nico Leunen

Duración: 111 min.

Bélgica, Holanda. 2012


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