Revista Cine
Crítica de Cine: 'Gangster Squad (Brigada de Élite)'
Publicado el 14 febrero 2013 por Lapalomitamecanica
Los tíos que Elliot Ness no querría en su banda
Nota: 5
Lo mejor: una lograda ambientación gangsteril.
Lo peor: un argumento simplón carente de significado subyugado al decoro visual... Y Sean Penn.
A medida que Gangster Squad iba avanzando material promocional antes de su estreno, los aficionados y no tan aficionados al género íbamos repartiendo nuestras babas por el teclado recreándonos en la idea de un Sean Penn como el capo máximo enfrentado a un duro Josh Brolin, con la compañía de tan ilustres nombres como Nick Nolte, Robert Patrick, Giovanni Ribisi y la presencia de Ryan Gosling y Emma Stone ornamentando el paisaje, todo ello entre guerras callejeras al son de recortadas y la elegancia propia de los años 40. Pero es que además, Ruben Fleischer orquesta el tinglado, y no nos olvidemos de quién es este tipo, el mismo que nos deleitó con la divertidísma Bienvenidos a Zombieland (crítica aquí). Desde luego, la erección rozaba el clímax, pero, amigos, finalmente el polvo ha sido un tanto decepcionante y lo que prometía ser una orgía ha quedado reducida a una versión mala de Los Intocables de Elliot Ness, sin gran cosa que aportar excepto una ambientación renovada más cercana a Sin City de lo esperado y una cuestión en el aire: ¿por qué coño Sean Penn parece sacado de la banda de Dick Tracy?
Tiene pinta de que el veterano actor no se ha enterado de qué va la función, y es que Gangster Squad requería una tonalidad mucho menos caricaturesca de lo que el intérprete le confiere a su personaje real Mickey Cohen, un gánster judío, retratado en numerosas ocasiones en el cine, cuyo deseo es hacerse con el control absoluto de Los Ángeles y de Chicago. Pero su plan para transformar las ciudades en Gotham se topará con una brigada policial creada en secreto por orden del jefe Parker (Nick Nolte), liderada por John O'Mara (Josh Brolin) y formada por cinco agentes más (Ryan Gosling, Robert Patrick, Giovanni Ribisi, Anthony Mackie y Michael Peña), cuyo único objetivo será detener al criminal y devolver la paz a los habitantes.
La trama no es más que una excusa para llevar a cabo un "film-postal" que superpone una manufactura cuidada y una ambientación lustrosa casi comiquera a todo lo demás, siendo su atractiva estética y buen manejo en el rodaje una de las pocas bazas que le sirven a la película para un aprobado justito ante la audiencia. Porque por mucho que el conjunto resulte más falso que los mofletes de Penn, lo que no podemos obviar es que la cinta funciona cuando pretende exprimir los recursos tópicos del género en las escenas de tiroteos y explosiones.
Ahora bien, superadas las secuencias de acción, a Gangster Squad le falta alma negra y decae a la hora de lucirse en el resto de los aspectos necesarios para destacar en un género exprimido hasta la saciedad, ajándose en una historia poco contundente, unos personajes nimios totalmente faltos de complejidad y unos diálogos pretenciosos, todo ello no sólo achacable a la inexperiencia en la dirección, sino imputable al mismo tiempo a la pluma de Will Beal, guionista de algunos episodios de Castle y, ojito, futuro escriba de Logan's Run y de La Liga de la Justicia, quien se ha basado en la novela de Paul Lieberman para el libreto.
Tales deficiencias recaen de manera directa en un elenco de profesionales tan respetado como el que conforma los créditos de Gangster Squad, que poco o nada puede hacer ante unos roles tan insulsos, resultando su trabajo simple y llanamente un correcto ejercicio de interpretación, con algunas excepciones que se permiten cierta excelencia como la femme fatale Emma Stone, el mito policíaco Robert Patrick o la esposa del líder de la brigada, Mireille Enos. La otra excepción, sólo que en el extremo peyorativo, la encontramos en Sean Penn, quien nos sorprende ingratamente bajo una capa de maquillaje que le transforma en una especie de "moñeco" sobreactuado que caricaturiza a su personaje hasta desembocar en el más avergonzante ridículo. El actor debería haber aprendido algo de la representación que del mismo Cohen se marcó Harvey Keitel en Bugsy, la cual le valió una nominación al Óscar allá por el 91.
De momento, los amantes del género tendremos que seguir disfrutando de las grandes obras de Brian de Palma y Francis Ford Coppola, porque ninguna de las recientes cintas que han pretendido renovar ese legado, ni Mátalos Suavemente (crítica aquí), Lawless o esta desalmada Gangster Squad, han sabido estimular acertadamente nuestro punto G (de gánster, no vayan ustedes a pensar mal). Por su parte, al amigo Ruben Fleischer, decirle que quizás no era el momento de una incursiónen el género por mucho que ya hubiera demostrado su talento en Zombieland, porque una cosa es manejar a las órdenes de tu claqueta a un grupo de novatos y a un cachondo Woody Harrelson y otra muy distinta es tratar de controlar el ego de un "actor-moñeco" veterano demasiado seguro de su virtuosismo.
Nota: 5
Lo mejor: una lograda ambientación gangsteril.
Lo peor: un argumento simplón carente de significado subyugado al decoro visual... Y Sean Penn.
A medida que Gangster Squad iba avanzando material promocional antes de su estreno, los aficionados y no tan aficionados al género íbamos repartiendo nuestras babas por el teclado recreándonos en la idea de un Sean Penn como el capo máximo enfrentado a un duro Josh Brolin, con la compañía de tan ilustres nombres como Nick Nolte, Robert Patrick, Giovanni Ribisi y la presencia de Ryan Gosling y Emma Stone ornamentando el paisaje, todo ello entre guerras callejeras al son de recortadas y la elegancia propia de los años 40. Pero es que además, Ruben Fleischer orquesta el tinglado, y no nos olvidemos de quién es este tipo, el mismo que nos deleitó con la divertidísma Bienvenidos a Zombieland (crítica aquí). Desde luego, la erección rozaba el clímax, pero, amigos, finalmente el polvo ha sido un tanto decepcionante y lo que prometía ser una orgía ha quedado reducida a una versión mala de Los Intocables de Elliot Ness, sin gran cosa que aportar excepto una ambientación renovada más cercana a Sin City de lo esperado y una cuestión en el aire: ¿por qué coño Sean Penn parece sacado de la banda de Dick Tracy?
Tiene pinta de que el veterano actor no se ha enterado de qué va la función, y es que Gangster Squad requería una tonalidad mucho menos caricaturesca de lo que el intérprete le confiere a su personaje real Mickey Cohen, un gánster judío, retratado en numerosas ocasiones en el cine, cuyo deseo es hacerse con el control absoluto de Los Ángeles y de Chicago. Pero su plan para transformar las ciudades en Gotham se topará con una brigada policial creada en secreto por orden del jefe Parker (Nick Nolte), liderada por John O'Mara (Josh Brolin) y formada por cinco agentes más (Ryan Gosling, Robert Patrick, Giovanni Ribisi, Anthony Mackie y Michael Peña), cuyo único objetivo será detener al criminal y devolver la paz a los habitantes.
La trama no es más que una excusa para llevar a cabo un "film-postal" que superpone una manufactura cuidada y una ambientación lustrosa casi comiquera a todo lo demás, siendo su atractiva estética y buen manejo en el rodaje una de las pocas bazas que le sirven a la película para un aprobado justito ante la audiencia. Porque por mucho que el conjunto resulte más falso que los mofletes de Penn, lo que no podemos obviar es que la cinta funciona cuando pretende exprimir los recursos tópicos del género en las escenas de tiroteos y explosiones.
Ahora bien, superadas las secuencias de acción, a Gangster Squad le falta alma negra y decae a la hora de lucirse en el resto de los aspectos necesarios para destacar en un género exprimido hasta la saciedad, ajándose en una historia poco contundente, unos personajes nimios totalmente faltos de complejidad y unos diálogos pretenciosos, todo ello no sólo achacable a la inexperiencia en la dirección, sino imputable al mismo tiempo a la pluma de Will Beal, guionista de algunos episodios de Castle y, ojito, futuro escriba de Logan's Run y de La Liga de la Justicia, quien se ha basado en la novela de Paul Lieberman para el libreto.
Tales deficiencias recaen de manera directa en un elenco de profesionales tan respetado como el que conforma los créditos de Gangster Squad, que poco o nada puede hacer ante unos roles tan insulsos, resultando su trabajo simple y llanamente un correcto ejercicio de interpretación, con algunas excepciones que se permiten cierta excelencia como la femme fatale Emma Stone, el mito policíaco Robert Patrick o la esposa del líder de la brigada, Mireille Enos. La otra excepción, sólo que en el extremo peyorativo, la encontramos en Sean Penn, quien nos sorprende ingratamente bajo una capa de maquillaje que le transforma en una especie de "moñeco" sobreactuado que caricaturiza a su personaje hasta desembocar en el más avergonzante ridículo. El actor debería haber aprendido algo de la representación que del mismo Cohen se marcó Harvey Keitel en Bugsy, la cual le valió una nominación al Óscar allá por el 91.
De momento, los amantes del género tendremos que seguir disfrutando de las grandes obras de Brian de Palma y Francis Ford Coppola, porque ninguna de las recientes cintas que han pretendido renovar ese legado, ni Mátalos Suavemente (crítica aquí), Lawless o esta desalmada Gangster Squad, han sabido estimular acertadamente nuestro punto G (de gánster, no vayan ustedes a pensar mal). Por su parte, al amigo Ruben Fleischer, decirle que quizás no era el momento de una incursiónen el género por mucho que ya hubiera demostrado su talento en Zombieland, porque una cosa es manejar a las órdenes de tu claqueta a un grupo de novatos y a un cachondo Woody Harrelson y otra muy distinta es tratar de controlar el ego de un "actor-moñeco" veterano demasiado seguro de su virtuosismo.