Revista Cine

Crítica de “Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!” (2013)

Publicado el 02 abril 2014 por Manuzapata @vivazapatanet
cartel

Cuando uno ve una imagen de Guillaume Gallienne lo primero que se le viene a la mente es Harpo Marx. Ojos grandes y expresivos en una cara redonda coronada por una mata de abundante pelo rizado. Su fisonomía de alguna manera nos está advirtiendo de que tras esa singular apariencia se esconde un cómico. No en vano Gallienne es un artista multidisciplinar que lleva formando parte de la prestigiosa Comédie-Française desde 1998 y se ha asentado en las tablas del teatro e incluso en prestigiosos programas culturales de la televisión francesa más que en el cine.

Se podría decir que el germen de esta, su ópera prima, se encuentra en la obra teatral homónima, pero lo cierto es que se remonta mucho más atrás. El carácter autobiográfico del texto lo sitúa en la infancia del propio Gallienne, autor primero, guionista más tarde, director a continuación  e intérprete en última instancia. Sobre el escenario él mismo encarnaba todos y cada uno de los papeles. A la hora de llevar su creación a la gran pantalla ha conseguido, con tremendas dosis de ingenio, trascender las tres paredes que lo limitaban en cada representación para establecer una relación de complicidad con el espectador de cine a través de un precioso juego metalingüístico que aporta agilidad y frescura a lo que se está viendo, convirtiéndolo efectivamente en un acto puramente cinematográfico, mucho más allá del mero teatro filmado con el que se contentan otros realizadores de inferior pericia. Algo similar a lo que consiguió su compatriota François Ozon en la excelente En la casa a partir de la genial e incisiva El chico de la última fila de Juan Mayorga.

En el coro

Encerrado en las siete palabras del título se esconde un trauma infantil y una adolescencia marcada por la desorientación. Ya resulta de por sí complicado encontrar el yo, la voz propia de cada uno, pero si entonces va tu madre y pretende que seas la hija que siempre quiso tener, definitivamente terminas por perderte del todo. Esta es la historia  de una crisis de identidad, narrada con el estilo más wilderiano posible, el de Con faldas y a lo loco, pero al tiempo con cierta ternura, sin reproche ninguno y con mucho sentido del humor.

sevillanas

Las sonrisas dan paso a las risas, las risas a las emociones, pero todo cómico que se precie no puede dejar que la audiencia se aletargue con sentimentalismo barato, por eso mismo esta sesión de risoterapia en forma de sonoras carcajadas se extiende a lo largo y ancho del metraje de esta película hasta que, en un momento dado, lo que podría parecer un mero entretenimiento vacuo completa su contenido y suscita una lúcida reflexión. La carga tiene más profundidad si cabe debido a la ligera y entretenida forma de inocularla en el espectador.

madre lee en la cama

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © LGM Films, Gaumont, France 3 Cinéma. Cortesía de A Contracorriente Films. Reservados todos los derechos.

 

Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!

Director: Guillaume Gallienne

Guión: Guillaume Gallienne, adaptado de su propia obra teatral

Intérpretes: Guillaume Gallienne, André Marcon, Françoise Fabian

Música: Marie-Jeanne Serero

Fotografía: Glynn Speeckaert

Montaje: Valérie Deseine

Duración: 85 min.

Francia-Bélgica 2013

 


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