
Desde que acontecieron los dramáticos sucesos del 11 de Septiembre de 2001, en donde aviones comerciales secuestrados por terroristas islámicos se terminaron estrellando contra las torres gemelas estadounidenses, Hollywood trató y logró con mayor o menor eficacia (dependiendo del filme), de trasladar toda la problemática de Medio Oriente a la pantalla grande en una catarata de filmes interminables a lo largo de más de una década.
Así fueron pasando cintas como como “Vuelo 93” (“United 93), “Leones por Corderos” (Lions for Lambs), “Vivir al Límite” (“The Hurt Locker”), “Editado” (“Redacted”), “Syriana” (“Syriana”), “La ciudad de las tormentas” (“Green Zone”) y “El Sospechoso” (“Rendition”), entre tantas otras. Por otra parte, el filme que comentaremos hoy en el blog, “La noche más oscura”, vendría a ser como el corte definitivo que estaría dándole la cinematografía estadounidense a toda esta temática, y esto va de la mano con el fin mismo del líder de “Al Qaeda”, Osama Bin Laden.

El guión de la cinta corrió por cuenta de Mark Boal, autor de interesantes libretos como los de “La Conspiración” (“In the vally of elah”) y el de la anteriormente mencionada “Vivir al Límite” (“The Hurt Locker”). Esta es su segunda colaboración con Kathryn Bigelow, y en líneas generales ha dado un guión sumamente correcto aunque un poco denso en unos cuantos tramos del filme. Entre las cosas más que rescatables del libreto nos encontramos ante una cinta sumamente detallista en todo sentido.
Por esto mismo, el espectador se encontrará con muchísimos interrogatorios en centros clandestinos de la CIA, demasiadas explicaciones sobre supuestos paraderos de mensajeros o no de Bin Laden, y diversas investigaciones destinadas únicamente a hallar a la cabeza de toda la célula terrorista. Esta no es, a mi modo de ver, una cinta bélica. Puede decirse con más precisión que estamos ante un filme dramático con el trasfondo bélico inevitable que la historia ofrece.

No hay mucho que decir de la dirección de Kathryn Bigelow más que palabras de elogio. Técnicamente la película es una maravilla, con una fotografía soberbia a lo largo de todo el filme y un manejo de cámaras impecable.
Quiero destacar por sobre todo el tramo final del asalto sobre Bin Laden, el cual durará aproximadamente unos 30 minutos. Dando cátedra de cómo filmar en este tipo de situaciones, Bigelow nos deleita con una escena final digna de todo elogio.
“La noche más oscura” es, en definitiva, una correcta película que de alguna manera viene a cerrar diez años de cinematografía estadounidense dedicada a toda la problemática de Medio Oriente. Sin caer en golpes bajos, ni recurriendo al tan conocido patriotismo barato hollywoodense, éste es un filme correcto en líneas generales, el cual será del agrado, por sobre todo, de aquellos cinéfilos interesados en toda la problemática terrorista de la última década.
Calificación de la Película: Buena.