Aunque al espectador no le resulte familiar el nombre de este simpático óvido, el apellido que acompaña al título (“la película”) resulta pertinente si tenemos en cuenta que el programa de la oveja Shaun acumula ya ocho años de éxito en los televisores de todos los niños británicos. Se trata de una creación surgida del ingenio de Aardman Animations, la productora que gracias a los personajes de Wallace y Gromit (y a los óscares que consiguió con sus cortometrajes) logró fama mundial. No en vano uno de los productores ejecutivos de esta cinta es Nick Park, el geniecillo de la stop motion que moldeó en plastilina a esta inolvidable pareja y que hace aquí una aparición fugaz como fotógrafo de aves. El otro nombre propio que ha supervisado el desarrollo de este largometraje, Peter Lord, llevó a la gran pantalla Evasión en la granja, con un Steve McQueen encarnado en gallina, y recientemente ¡Piratas!
El filme narra las aventuras de Shaun y sus compañeras en la gran ciudad, a donde acuden a rescatar a su granjero que se encuentra ingresado en el hospital aquejado de una inquietante amnesia. Se trata de una historia para todo tipo de público, contada de forma que no descuida a ninguno de sus potenciales espectadores, con una tremenda dosis de ingenio y sentido del humor y, lo que tiene más mérito, sin palabras, de la forma más cinematográfica posible, con la imagen y el sonido, a través de gags visuales y de rótulos y dibujos. Un poco al estilo de Mr. Bean o de El Tricicle, pero con una comicidad mucho más blanca, sin malicia, jugando con un lenguaje universal, el onomatopéyico, aquel que practicaba tan brillantemente el primer Pepe Viyuela, y con el slapstick, ese género del tartazo y las persecuciones que hizo inmortal el vagabundo encarnado por Charles Chaplin.
Se va a apreciar en la sala una curiosa rivalidad entre las carcajadas de los niños y las de los adultos, aunque no siempre se produzcan al mismo tiempo. El guión se encuentra tan bien engarzado en este sentido que es capaz de atrapar la atención constante de los más pequeños sin dejar de atender las inquietudes del público veterano seduciéndole a través del oído, de la vista y de la memoria cinematográfica.
La música de los Rolling Stones se equilibra con una réplica ovina de la portada del “Abbey road” de The Beatles, la vaca con katiuskas de Top secret se convierte en caballo, entre las rejas de una peculiar cárcel para animales surge un Hannibal Lecter gatuno y un predicador de La noche del cazador canino, amén de un divertido homenaje a Cadena perpetua que termina por resolverse dentro de los créditos finales (no tengan prisa por salir del cine). Y esto es solo una pequeña muestra. El talento derramado sobre los 85 minutos de La oveja Shaun reparte sonrisas, risas y carcajadas entre grandes y pequeños; toda una celebración del cine de la que nadie va a salir decepcionado.
Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.
Copyright imágenes © Studi Canal, Aarman Animations, ACE. Cortesía de Universal Pictures Spain. Reservados todos los derechos.
La oveja Shaun – La película
Dirección y guión: Mark Burton y Richard Starzak
Intérpretes: Las voces de Justin Fletcher, John Sparkes, Omid Djalili
Música: Ilan Eshkeri
Fotografía: Charles Copping y Dave Alex Riddet
Duración: 85 min.
Reino Unido, Francia, 2015