Análisis sin spoilers de la primera temporada de la serie de Netfilx Dinero fácil
A lo mejor la vida en Estocolmo no es tan idílica como se puede pensar. Hay un buen nivel de vida, no hay duda, buenos servicios, educación, sanidad... lo que se dice uno de los estados del bienestar punteros de Europa. Pero si escarbas, si te alejas de la superficie brillante y aparentemente perfecta de la sociedad sueca, quizás encuentres algo podrido.
Algo así es lo que intenta mostrar la serie sueca de Netflix Dinero fácil (Snabba cash), una nueva -y muy libre- adaptación de la exitosa novela homónima de Jens Lapidus. Dicha obra, que después se convertiría en trilogía, ya fue adaptada al cine en una película de 2010 protagonizada por Joel Kinnaman ( The killing, Escuadrón suicida). Peli y serie muestran la cara menos amable y más violenta de las calles suecas.
Contando con nuevos personajes respecto a novela y película, la serie vuelve a sumergirse en todas las esferas de la realidad del país nórdico, poniendo énfasis en los bajos fondos, para contarnos los avatares de tres personajes cuyas vidas van a dar un enorme vuelco. Tres personajes, con sus tres historias, que pronto pasarán a ser una sola.
Este variopinto trío protagonista está formado por Leya ( Evin Ahmad), una joven y ambiciosa empresaria que quiere partirlo con su startup; Salim ( Alexander Abdallah), un sicario y hombre para todo de uno de los principales mafiosillos de Estocolmo; y Tim ( Ali Arik), un adolescente problemático al que le parece guay jugar a ser camello.
Dinero fácil utiliza un estilo pretendidamente realista que bebe sin ocultarlo del cine de Michael Mann (Heat, Corrupción en Miami) o Paul Greengrass (saga de Jason Bourne), con una nerviosa (en ocasiones demasiado) cámara en mano, muy pegada a los protagonistas, y unas escenas de acción crudas y auténticas. Como digo, esto aporta realismo a las escenas, hace que te las creas, aunque a veces también provoca cierta confusión y mareo. Nada grave que no se pueda pulir en la ya anunciada segunda temporada.
Los actores, jóvenes y totalmente desconocidos (no sé si en Suecia será diferente), ayudan a entrar en esta historia de violencia, drogas, ambición desmedida y dinero, mucho dinero. Personas en apariencia normales metidas en situaciones del todo extraordinarias, situaciones que pueden suponer la muerte a cada paso que dan. Dinero fácil muestra la actual cara de la inmigración -la serie está protagonizada por personajes de origen árabe-, de su integración y ascenso (o descenso, según se mire) en la comunidad sueca.
La serie de Netflix va en un claro crescendo de acontecimientos, conforme se va enmarañando la trama y entrando más personajes y complicaciones. Es verdad que algunas decisiones no te las terminas de creer, pero todo va en pos del aumento de tensión, del fino cable sobre el profundo abismo en el que caminan los protagonistas.
"Estáis a punto de ganar una cantidad obscena de dinero.... Pero no tiene nada de obsceno ganar dinero" -Tomas Storm.
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