Análisis y opinión de la serie Marco Polo
Si una serie ha pasado de puntillas este 2015 ha sido la serie Marco Polo. Allá cada uno, sin desvelar ni mucho menos el argumento, os diré de entrada que si no la has visto te has perdido una de las series más interesantes de todas las que se han estrenado en lo que llevamos de año. Por si quieres más, aquí te dejamos la crítica de la serie Marco Polo.
Y es que tras Marco Polo está Netflix, nada más y nada menos. El portal de televisión On Demand que comenzó su andadura como productor de series propias con House of Cards y después con Orange is the New Black, posiblemente dos de las series más en forma de todo el panorama catódico.
Netflix además está de enhorabuena porque acaba de anunciar que después de verano desembarcará en España aprovechando la marea favorable de plataformas como WuakiTV o Yomvi. Puedes leer más sobre la noticia en: Netflix llega a España.
Pero si por algo estaré siempre agradecido a Netflix es por empeñarse en rescatar algunas series que han sido denostadas por sus canales de origen, de entre todos los casos, The Killing. Para mi una de las mejores series de todos los tiempos y que Netflix quiso rescatar y permitirle morir con dignidad con su cuarta temporada.
Así que con todo ese background era difícil no darle una oportunidad a la serie Marco Polo, que sin tener un comienzo espectacular te va enganchando poco a poco, conmovido por la belleza de sus paisajes, de su fotografía o de su banda sonora. Pero sobre todo por el buen hacer de unos personajes que van conectando con la audiencia, sobre todo Marco Polo, su maestro ciego y el gran Kublai Kan.
Para los que crean que Marco Polo es la típica serie histórica ñoña que más bien parece salida de los sueños de grandeza de un telefilm de media tarde, se equivocan. Al fin y al cabo, es una super producción y el mayor reto al que se ha enfrentado Netflix y cuenta, con todos los elementos que cualquier seriemaniaco exige a una serie de calidad: grandes interpretaciones, personajes oscuros cargados de matices, violencia, sexo, luchas de artes marciales, giros espectaculares y una trama histórica completamente desconocida para el gran público, que te va atrapando poco a poco.
Cuando vemos los títulos de crédito ya podemos hacernos una idea de la cuidada producción ante la que estamos y en la que se cuida cada detalle como si fuera el último.
La posibilidad de recorrer las mesetas de Mongolia y descubrir una época histórica maravillosamente enigmática son un reclamo demasiado atractivo como para pasarlo por alto. ¡Eh! Y es de Netflix ¿lo había dicho ya?