Un Nueva York que podría ser el de George Gershwin, el de Cuando Harry encontró a Sally, el del puente de Queensboro del Manhattan de Woody Allen, pasado por el tamiz castizo de Miguel Mihura o del poeta fascinado por el Nuevo Mundo, Federico García Lorca, es el escenario escogido por una neoyorquina de adopción como Elvira Lindo para retratar la historia de un actor que sobrevive como puede en la Gran Manzana (Javier Cámara) al que viene a visitar un primo redicho y un tanto repelente al que no ve desde hace tiempo (Raúl Arévalo). Todo ese crisol de referencias se mezclan en un guión que juega inteligentemente con el metalenguaje para reflejar sobre los personajes la vigencia de textos teatrales tan modernos como Doña Rosita la soltera o Tres sombreros de copa.
Javier Cámara sigue mostrando su tremenda versatilidad para pasar del tono cómico más absurdo, que podría hacernos temer lo peor, a transmitir la ternura y la desorientación vital de este buscavidas engullido por la vorágine de la gran urbe. El aire nostálgico, e incluso mágico, que respira su historia de amor con el personaje de Tammy Blanchard y el tacto y el cuidado con el que Jorge Torregrossa ha querido retratarla nos deja momentos entrañables. Raúl Arévalo, en cambio, cada vez parece más anclado en el mismo tipo de papel, aunque no funciona mal como contrapunto de Cámara: correcto, sin más. La que sí aporta la vena cómica y transmite ese ramalazo tan a lo Elvira Lindo, muy reconocible para quienes conozcan a la escritora, es una impagable Gloria Muñoz que recuerda a la mejor Chus Lampreave.
La vida inesperada habla de todo lo que somos, de todo cuanto hemos recibido, de todo lo que se nos ha transmitido, de cuánto pesa la herencia en nuestra forma de ser. De quienes prefirieron salir a pesar de tener que sobrevivir pasando penurias, anteponiendo la persecución de sus sueños a la comodidad de una vida anodina, prefabricada y con un trabajo seguro sin moverse de casa. Cuenta cómo la vida puede cambiar de forma sorprendente. Que hay circunstancias que llegan de pronto y ante ellas hay quienes se atreven a dar un giro de 180º y toman un camino totalmente distinto al que llevaban, renunciando a muchas cosas, y por el contrario hay otros que, a pesar de todo, son incapaces de salir de su zona de seguridad y de aceptar lo que la vida pone a su paso.
La película va de menos a más. Sabe tocar las teclas adecuadas para llevar de la mano al espectador desde la risa y la carcajada a la sonrisa, la emoción y el sentimiento. Crece, crece, crece. Va calando poco a poco, como el agua empapa el suelo terroso. Comienza ligera , con tono de comedia pura y un tanto tosca, pero sabe evolucionar y meterse al público en el bolsillo para terminar por convertirse en una lúcida reflexión sobre los insondables misterios de la vida.
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La vida inesperada
Director: Jorge Torregrossa
Guión: Elvira Lindo
Intérpretes: Javier Cámara, Raúl Arévalo, Tammy Blanchard
Fotografía: Kiko de la Rica
Música: Lucio Godoy y Federico Jusid
Montaje: Alejandro Lázaro
Duración: 108 min.
España, 2014