De nuevo, con Poltergeist, nos encontramos ante un remake y ya sabemos que algunos dan la talla, muchos son muy malos y pocos, muy pocos son los que superan al original (pero ojo, ¡que de estos últimos haberlos haylos!).
En este caso, en mi opinión, el remake que nos viene al caso es de los que dan la talla y es bastante aceptable. Para el que la vea habiendo visto y conociendo la magnífica y carismática Poltergeist de 1982 se encontrará con una película con la estructura calcada, una sucesión de hechos muy similar pero con sutiles diferencias e innovaciones que harán que a pesar de saber lo que va a venir estemos atentos y pegados a la butaca. No es fácil coger la batuta e intentar dar una nueva visión de un clásico tan visto y comentado como la película del 82 pero Gil Kenan se ha puesto al frente y ha querido darle su toque personal, amoldándola a la acutalidad pero tratando con respeto la original, lo cual es importante y se agradece.
La célebre imagen de la pequeña Carol Anne frente al televisor ya no impacta tanto, ha perdido ya su capacidad de sorpresa, pero admitámoslo nos sigue recorriendo un escalofrío por la espalda cuando vemos a una niña hacer eso, y si algún día alguno de nuestros hijos hace eso se nos pondrán los pelos de punta y a pesar de saber que es una tontería la apartaremos del televisor y lo apagaremos... por si las moscas. Así pues esta nueva versión sigue intentando estremecernos con las imágenes clásicas pero para suplir la carencia de originalidad propia de un remake lo suple con algunos momentos más inquietantes y con sustos que nos harán dar algún que otro salto del sillón.
La elección de los dos niños me parece más que correcta. La pequeña Kennedi Clements recuerda mucho, en moreno, a la protagonista original y también tiene su encanto, dulzura e inocencia. En esta versión se le da más protagonismo al hermano interpretado por Kyle Catlett, lo cual le otorga un aire fresco a la historia y es un aspecto, una variante que particularmente me ha gustado porque el peso de la historia recae mucho sobre él. La elección de Sam Rockwell como cabeza de familia no creo que ha sido la más apropiada ya que es un actor que no genera simpatía a simple vista (será porque lo sigo imaginando como el Salvaje Bill de La milla verde y claro...). El resto de familia, la madre Rosemarie DeWitty y Saxon Sharbino como la hermana mayor pues están bastante bien.
Sí se echa en falta la carismática médium y su grito de Carol Anne no vayas hacia la luuuuuuuz, pero lo suple un genuino y más descarado Jared Harris que cuadra perfectamente con la historia de hoy en día.
Resumiendo, no se convertirá en un nuevo clásico del terror pero sí se deja ver y le doy mi aprobado como remake, ya que aguanta la tensión, tiene un buen ritmo y aporta nuevas secuencias que están bastante bien, así como un interesante uso de las nuevas tecnologías.
Debo decir que he ido con mi mujer y de siempre se que Poltergeist del 82 es la película que más la ha aterrorizado y he conseguido que viniera conmigo a ver esta. Asustarse se ha asustado, y creo que me saldrá un morado, con la forma de sus dedos, en el brazo que lo atestigua, pero también ha salido contenta de haberla visto y diciendo que le ha gustado. así pues, estradas de cine bien pagadas.Aquí os dejo otras críticas de este remake de Poltergeist de otros magníficos blogs:- Cine de patio
Gaspar Torrens.
"Ahora tengo que prevenirles... hay algo más allí con ella, una presencia llena de ira, de rabia. No sé qué se cierne sobre esta casa, pero tiene la suficiente fuerza como para mantenerla cerca de él. Le miente, le dice cosas que solamente un niño puede comprender, para ella es otro niño más."
"Él sabe lo que les asusta, lo ha sabido desde el principio."
Poltergeis. 1982