Viaje a Sils Maria supone un retorno al pasado para su protagonista. Desde el momento en el que acepta volver a interpretar, veinte años más tarde, la obra que la catapultó al éxito, todos sus fantasmas particulares volverán a aflorar. Aquella lucha de poder entre una becaria insolente y su madura jefa se vuelve ahora en su contra al ponerse esta vez en la piel del eslabón débil de la relación. Se enfrenta a un espejo donde habita el espíritu de su juventud, que toma la forma corpórea de una asistente personal capaz de decirle las verdades sin tapujos o la de una estrella advenediza con aires de Eve Harrington. El título teatral, La serpiente de Maloja, que habla del fascinante fenómeno meteorológico gracias al que las nubes adoptan esa caprichosa forma alargada al adentrarse por el espectacular desfiladero alpino, no es sino la metáfora que expresa bien a las claras un pensamiento que impregna la atmósfera, a veces irrespirable, en la que se mueve la diva de la escena: adaptarse o morir.
El cine y el teatro, manifestaciones que se retroalimentan al tiempo que se fagocitan, aprisionan como dos serpientes enroscadas a Maria Enders, la actriz encarnada por Juliette Binoche. Representan el bagaje dejado tras de sí, el inquietante presente y un incierto futuro y con él, la inseguridad de un ego tan frágil en el albor de la madurez artística como indómito era en los insolentes comienzos. ¿Cómo afronta la cruel inexorabilidad del paso del tiempo una intérprete consagrada?
Tres generaciones de actrices conforman los pilares sobre los que se sustenta el complejo texto que el propio director, Olivier Assayas, escribió a instancias de la más veterana, Juliette Binoche. La relación personal de ambos, que comenzó gracias a un guión del realizador que lanzó a la fama a la protagonista de Azul, se ha convertido en un guiño argumental que se extiende a las otras dos componentes de este singular triunvirato. Kristen Stewart se hizo con el César femenino de reparto por un papel a la medida de la gran intérprete que ha sido siempre. Ha retomado la senda tras estar a punto de perder el rumbo debido a sus devaneos crepusculares, su relación con la prensa y su tumultuosa vida privada, con los que ironiza a través de las líneas en las que habla del personaje de Chloë Grace Moretz, que no parece sino un reflejo de lo que ella fue hace apenas dos años y que representa la encrucijada a la que ahora se enfrenta la propia Moretz: un gran talento en potencia que trata de enfocar su carrera por el camino adecuado.
El filme se mezcla con la realidad del mismo modo que dentro de la trama se funden ficción y vida. En un más difícil todavía del juego metalingüístico se superponen distintos planos argumentales y papeles para arrojar una lúcida reflexión sobre la creación artística, ésa que tantas veces se desarrolla en recónditos y enigmáticos rincones como el paso de Maloja, junto a Sils Maria.
Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.
Copyright imágenes © Zentropa Entertainments, Film i Väst. Cortesía de A Vertigo Films. Reservados todos los derechos.
Viaje a Sils Maria
Dirección y guión: Olivier Assayas
Intérpretes: Juliette Binoche, Kristen Stewart, Chloë Grace Moretz
Fotografía: Yorick Le Saux
Duración: 124 min.
Francia, Suiza, Alemania, Estados Unidos, Bélgica, 2014