- "Hola, ¿qué tal?" - "Pues aquí, secuestrada"
Tercer capítulo en lo que llevamos de temporada de Under the Dome, que ha llevado por título 'Manhunt', que en español podríamos traducir como 'La caza del hombre'. Y de eso ha tratado precisamente el episodio casi en exclusiva, de la caza al policía histérico que, a pesar de llevar solo dos días atrapado bajo la cúpula, ya se ha vuelto pirado y, en consecuencia, ha comenzado a liarla parda. El capítulo no ha estado mal, ha sido entretenido y ha tenido algún punto interesante, pero en general me ha parecido que le faltaba algo de chispa. Se ha sentido un poco como si estuvieran alargando la trama, haciendo de rogar esa locura que tanto pronosticaba el policía chiflado. Que están metiendo relleno, vamos.
'Manhunt' ha sido un capítulo cuya principal función ha sido profundizar en los personajes y sentar las bases de lo que está por venir. Por un lado hemos tenido más ración de la relación entre Big Jim y su hijo, Junior, en el que nos ha quedado claro que Big Jim es el típico machito que cree que un hombre de verdad no puede permitirse las lágrimas ni el fracaso. "Hace nueve años que murió y te sigues escondiendo bajo sus faldas" le echó en cara Jim a su hijo -refiriéndose a su madre- en cuanto éste comentó que un forastero le había partido la cara. He aquí el típico caso de un hijo que se siente abrumado por las enormes expectativas que su padre tiene puestas sobre él. En este caso al pequeño Junior le ha sentado muy mal la presión, y va camino de convertirse en un psicópata pueblerino. Para intentar impresionar a papi decidió, alentado por la sugerencia de la chica que tiene secuestrada en su jardín, dirigirse a los túneles abandonados que comunican con el pueblo vecino. Julia Shumway, la periodista entrometida, le siguió a hurtadillas. Como era de esperar, la cúpula llegaba hasta muchos kilómetros bajo tierra y también había colapsado esos túneles. Sin embargo, esto nos dejó un tiempo precioso de instropección y de charla inquietante en la que conocimos un poco más la historia de Julia y en la que Junior aprovechó para comerle el coco a la pelirroja: "Barbie me ha pegado, así porque sí, mira. Es un tipo malo". Julia ahora se ha quedado con un asomo de duda, y seguramente se esté preguntando si fue tan buena idea invitar a ese bombón rubio a dormir en su casa.
"Qué bueno estoy"
¿Y dónde estaba metido mientras tanto el guaperas? Pues se encontraba de caza junto a Big Jim y otros dos paletos del pueblo persiguiendo al policía neurótico, que había logrado atacar a traición a Linda y huir de la comisaría. Durante esa caza que da nombre al capítulo pudimos asistir a una serie de charlas un tanto perturbadoras entre Big Jim y Barbie, que se interesó sobremanera por el rubio en cuanto se enteró de que había atacado a su hijo. Él parece ser el tipo de hombre que cree que hay que mantener a los enemigos aun más cerca que a los amigos, y lógica no le falta. Como nuevo mandamás del pueblo quiere asegurarse de que no hay nada de que se escape de su control, y ciertamente Barbie es un misterioso forastero militar que no encaja en su previsión de futuro. Él ve en la cúpula no un inconveniente, sino una oportunidad, y quiere asegurarse de que todos están en su bando y, en caso contrario, tomar medidas...
"Yo soy la sheriff, m'entiendes?"
Finalmente fue la propia Linda quien asesinó a su compañero también a traición, por la espalda, salvando el día. Big Jim se aseguró más tarde de decirle que confiaba en ella y que ella y solo ella sería la sheriff del pueblo mientras que él se iba a buscar nuevos ayudantes de policía. Los que él estimase oportunos. "Sí, Linda, tú tienes todo el poder, pero déjame que yo me ocupe de los asuntos importantes". Veremos a ver dónde acaba todo esto.
Mientras tanto, los adolescentes retrasados del pueblo se dedicaron a hacer fogatas y fiestas. En una de esas fiestas fue cuando Norrie, la chica pelirroja problemática, conoció a Joe, que la dejó dormir en su casa en vista de que ella estaba "sola". Entretanto nos metieron a presión la subtrama del ex-novio petardo de Angie, la hermana de Joe, que se encargó de sacar pecho y de pavonearse delante de Joe y de todos. Ni qué decir tiene que espero que le den puerta a esta nueva historia lo antes posible, porque me da pereza. Lo que sí fue más divertido interesante fue ver cómo a Norrie y Joe les daba un jamacuco conjunto en cuanto ella rozó la mano de él. ¿Qué significa esto? ¿Qué tienen de especial estos dos tortolitos? Habrá que esperar para averiguarlo.
Insisto, no me ha parecido un mal episodio, aunque sí creo que se están yendo por los cerros de Úbeda y están tomándose demasiado tiempo para contar cosas que realmente no necesitan tanto. Al capítulo le ha faltado algo más de la fluidez que pudimos ver en el piloto e, incluso, en el segundo. Esperemos que las cosas se pongan más interesantes conforme avance la temporada.
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