Mientras que la semana pasada tuvimos cena de gala recaudatoria en el Chastain, esta semana The Resident se vuelve a meter de lleno en la medicina para traernos un episodio lleno de cosas bastante interesantes, con grandes descubrimientos y amigos de cuatro patas. Si queréis conocer mis impresiones, no dudéis en seguir leyendo.
Quiero abrazar a los dos fuertemente
En este noveno episodio algunas cosas han pegado un acelerónque puede sentarle muy bien a la trama. Una de las afectadas ha sido Lily, a quien conocemos desde el episodio piloto. Después del por casi trasplante de médula ósea que se la podría haber llevado a la tumba y que, gracias a Devon, no se realizó, Lily está cada vez peor; la última dosis de quimio ha sido tan fuerte, que pensaba que se moría y le ha dado un ataque de pánico. En una palabra, está aterrorizada y no me extraña en absoluto. La Dra. Hunter ya ha dado demasiadas señales de que los deseos de los pacientes se los pasa por el arco del triunfo y que hace lo que le da la gana, sobre todo en su clínica, donde es dueña y señora del cortijo y allí no hay quien la tosa. Lily ha decidido acudir a Nic y a Conrad para que le aconsejen qué hacer porque ya no puede más. Nic le ha dicho que la va a remitir a otra oncóloga, la Dra. Osder, y que esta repase todo su historial médico para ver si el tratamiento es el mejor o se lo cambia. La presencia de Lily en el Chastain motiva a que Nic y Conrad vayan pensando qué pueden hacer con Lane. Desde que Pravesh le preguntó si podía hacer un proyecto de investigación sobre su clínica, Hunter tampoco se fía de él, así que le toca a Conrad hacer el paripé ante ella para mantenerla como “amiga” y que no sospeche de él. Toda la conversación me parece brillante, más que por el diálogo, por el juego al que estos dos están jugando y me da que ambos son muy conscientes de ello, al menos Conrad sí que lo es. Hawkins va de “pobrecito que soy, perdóname porque me he metido en tu terreno y no debería haberlo hecho”, se hace el niño bueno. Por su parte, Lane tira de la carta de “es muy difícil para mí ver cómo mis pacientes se debilitan y pueden morir”, además de fustigarse por el “error” –en su caso no me parece un error, sino más bien que la pillaron con el carrito del helado y no pudo hacer lo que quería– que tuvo con Lily. Las lágrimas han sido un toque estupendo, el victimismo la sienta estupendamente, pero Conrad no se lo traga –esos cambios de cara de Matt me han parecido buenísimos–. Como ya vimos hace un par de semanas, Devon había animado a Priya que investigase a la Dra. Hunter y hablase con sus pacientes. En esa misma reviewcomentaba que me gustaría que ella interactuase con más gente y parece que me han escuchado, dado que hemos visto cómo Priya ha conocido a Conrad y a Nic. La periodista les cuenta que ha hablado con quince personas y que todas la dicen lo mismo: “La Dra. Hunter me salvó la vida”. Sin embargo, las altas dosis tienen sus efectos como daño cardíaco, infertilidad, una menor densidad ósea, pérdida de todos los dientes. Según Conrad, eso es algo normal de la quimio, pero lo que no es normal es que cuatro pacientes tengan remisión total de cánceres considerados como incurables. Este último dato dificulta mucho las cosas porque la gente podría no pensar en las consecuencias de esas altas dosis, el trasfondo que hay para llegar a la cura, si existe esa cura en verdad. Por su parte, Lane recibe la llamada de la Dra. Osder para contarle la situación y que necesita el historial médico de Lily desde que la diagnosticaron. Esta comete el error de contarle que Nic ha sido quien ha tenido la idea de la segunda opinión. Si ya la situación está tensa, el deterioro de la condición de Lily lleva todo un poco más allá. Hipotensa, con vómitos y la presión arterial por los suelos, Lily tiene más un pie en la tumba que en este mundo, desgraciadamente. Además, Hunter pasa por allí y, sinceramente, no pienso que sea para mejor –posteriormente se confirman mis sospechas–. Como se puede ver, Hunter se está quedando sola –Devon prefiere no seguir sus órdenes– y hace una jugada bastante aceptable: volver a meter a Nic dentro del cuidado de sus pacientes. Sin embargo, esta jugada podría haber sido maestra si Nevin fuese ciega, sorda o imbécil perdida –lo cual no es en absoluto–, así que llega tarde si pretendía conseguir algo. Quien podría sacar beneficio de este arreglo es Nic para indagar más sobre el asunto. Tengo curiosidad por dónde podrían ir los tiros con todo esto. A pesar de que la condición de Lily ha mejorado momentáneamente y que el cachorro –Cookie, eres una monada– le anima, la Dra. Hunter vuelve a estar por ahí acechando y mandándole a Nic que le ponga a la paciente una dosis exagerada de potasio, cosa que no le hace mucha gracia a la enfermera. Sin embargo, decide seguir las indicaciones de la oncóloga. Lo turbio de ese momento es la visita de Lane a Lily cuando está durmiendo. ¿Se trata de una despedida porque tanta cantidad de potasio se la va a cargar? A Conrad le pasó algo muy similar –pero sin ser adrede– con una paciente, como ya dijo en el piloto. Esta pregunta se termina de responder cuando vemos que la paciente empieza a empeorar rápidamente y Conrad se la encuentra con el pulso muy débil y en taquicardia. La escena me resulta devastadora, te deja totalmente por los suelos, sobre todo al ver a un Conrad desesperado, que no se da por vencido, pero que sabe que no puede hacer nada. Esto nos lleva a esa última escena, con Hawkins sentado en el suelo, destrozado y llorando, con el cachorro al lado. Con esta estampa quiero pensar que vamos a ver otra cara de él, a lo mejor más cañero con Hunter. Ya se habló en los comentarios de estas reviews de la posible muerte de Lily, que podría darse en la season finale o que podría ser el detonante del cambio de Conrad hacia Lane. Creo que no andábamos mal encaminados del todo: Lily ha terminado muriendo, faltan cinco episodios para el final de temporada y, aunque Hawkins ya no ve de la misma manera a su mentora, ahora podría ir con todas sus fuerzas. Espero que sigamos con esto en el próximo episodio porque se ha quedado interesantísimo.Once años después y sigue tan guapo, ¿verdad?
En este episodio, el centro lo ha ocupado Conrad sin ninguna duda. No sólo ha tenido que lidiar con todo el tema de Lily, sino también con una visita de su pasado, Catherine, una antigua novia que fue, además, su prometida hace una década. Claro, la cara de Nic cuando se entera de esto es todo un poema y no podía ser menos. Nevin tiene la sensación de que hay una parte del que fue su novio que no conoce y, si tenemos en cuenta que este se abre poquísimo, pues la sorpresa es morrocotuda. Catherine pide que la lleven al Chastain porque sufre de un dolor abdominal agudo y, ¿quién mejor que Conrad para averiguar el porqué? La razón es que tiene una obstrucción intestinal que se agrava con el embarazo del que se acaba de enterar. Este último dato traslada la opción de una operación al último puesto de la lista, pero su condición empeora y tienen que llevarla a quirófano, con tan mala suerte que quien está de guardia es el Dr. Bell. Teniendo al Dr. Muerte al cargo de la operación del primer amor de tu vida, no me extraña nada que Conrad se tomase la gran licencia de ir a hablar con él ante el asombro de su interlocutor, aunque me parece sobrepasarse un poco, si os soy sincera. Hawkins le dice que ha llamado a Jude para que realice la operación, Bell no se lo toma muy bien pero se retira, no sin antes recordarle que “le debe una”. Cada día me cae peor Bell; ahora mismo le ha caído del cielo un puto milagro que ni él mismo se está creyendo. Así que, en realidad, no es que Conrad le deba una, es que él le debe una al otro. Pero, claro, no puede decir eso, que para él sería rebajarse. Me encanta el comentario de “he hecho miles de procedimientos como este”. Y yo digo: “Claro, ¿y con ese temblor cuántos, pedazo de listo?”.Ay, Señor, lo que hay que aguantar… Si creíamos que la operación iba a ir viento en popa a toda vela, ha sido un FAIL tremendo. Cuando Jude y Mina se ponen manos a la obra, ven que el abdomen está lleno de sangre y que la muchacha está a punto de palmarla porque no saben de dónde viene. La tensión de la situación empieza a subir y se puede ver perfectamente cuando acompañamos a Conrad durante todo ese momento, que decide salir corriendo del quirófano para ver las últimas pruebas y da con el problema: tiene un embarazo ectópico que ha reventado y otro en una trompa de Falopio que es el viable. Finalmente, la operación sale bien y Hawkins puede respirar tranquilo, por el momento.♫ If you liked it, then you should
have put a ring on it ♫
De la sonrisilla al
"me acaban de joder vivo"
En general, este episodio me ha gustado mucho dado que hemos profundizado en Conrad, que me parece un personaje muy interesante; seguimos cerrando el cerco alrededor de Lane y Randolph, con este último teniendo al karma completamente en contra; la muerte de Lily ha sido el golpe final; y todo esto aderezado con algunas frasazas de Mina –la he echado un poco de menos pero cada vez que salía me sabía a gloria– y cachorros haciendo las delicias de todo el hospital pero, en particular, del ala pediátrica. Nos faltan todavía cinco episodios para poder hacer un balance completo y justo de toda la temporada, pero me atrevería a decir que este noveno ha sido uno de los más importantes. El acelerón del que hablaba al principio se nota aquí y me parece que está bien metido. Había que ir poco a poco para poner las cosas en su sitio, darle tiempo a los personajes y a las tramas para que creciesen, además de que nosotros fuésemos empatizando con todo, para llegar a este punto. Conocemos a Lily, sentimos que su muerte es una putada y podemos empezar a imaginarnos cuál puede ser el efecto de tan devastadora despedida entre el personal del Chastain. Pero eso será en el próximo episodio que se emite en dos semanas.
Por mi parte nada más excepto animaros a que dejéis vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. ¿Qué os ha parecido lo que habéis visto? ¿Os esperabais la muerte de Lily, o que Conrad hubiese estado comprometido? ¿Vosotros también queréis una avalancha de cachorritos como yo?
¡Hasta dentro de un par de semanas!
P.D: Los niños entrando en pánico al desaparecer Cookie me ha parecido adorable y, al mismo tiempo, me he visto ahí cuidando de ellos y he querido hacer una ligadura de trompas.P.D.D: El momento “He perdido un kilo. Eso es por el pie, Chad” me ha dejado en el suelo descojonándome.P.D.D.D: Devon, tío, pero, ¿cómo te olvidas del cumpleaños de tu prometida? Ponte una alarma en el móvil o algo. No hay cachorrito que no pueda solucionar este desaguisado.P.D.D.D.D: Es una pena que los Emmys vayan a pasar de The Resident totalmente, porque con la interpretación de Matt que nos ha dado esta semana podría tener el episodio perfecto para presentarlo e intentar ganarse una nominación. Me sigue doliendo que se quedase a las puertas de ello con lo que hizo en la sexta temporada de The Good Wife.
Irene Galindo (@MissSkarsgard)