Revista Comunicación

Crítica Del 1x09 "Self Condemned" De The Good Fight: Hypothetically He's Back

Publicado el 12 abril 2017 por Dro @Drolope
Falta menos de una semana para la season finale de The Good Fight – con una segunda ya en mente – y, esperemos, para conocer la respuesta a algunas de nuestras preguntas. Las cosas por Chicago siguen complicándose para algunas de nuestras protagonistas. Si quieres enterarte de lo que ha pasado, no dudes en seguir leyendo

Me parto xD

No puedo negaros una cosa y es que mi hype por este episodio estaba bastante arriba por un único nombre – lo siento, Jane Lynch –: Colin Sweeney. La vuelta de mi cliente favorito ha sido el combustible para que yo me lo pase pipa viéndole un año después de los acontecimientos de The Good Wife. No estuvo en la última temporada de esta, cosa que eché muchísimo de menos, pero tenerle de vuelta es lo mejor que me ha pasado en lo que llevamos de serie. Colin sigue siendo un troublemaker, un tipo excéntrico y juguetón que no puede estarse quieto. El caso en sí me ha dado un poco igual porque Dylan Baker – a sus pies; ¡qué pedazo de actor y cómo le quiero! – sigue robando la pantalla cada vez que aparece. Sí, tenemos otro caso de brutalidad policial que implica a Sweeney. Si lo pensáis fríamente, en estos diez episodios nos hemos movido por un rango muy restringido de casos: brutalidad policial, Chumhum (blancos ricos que se ríen de sus abogados), un caso de presuntos abusos que al final no fue, el caso Rindell como tal… Entiendo que en veinte episodios, como en el caso de TGW, hubiese una mayor diversidad pero se puede trasladar a los diez de The Good Fight y sin meter relleno, como pasaba en la serie madre. Se me está haciendo cansino ver lo mismo y más si tampoco es que avancemos gran cosa en la trama. Colin Sweeney ha sido todo lo que quería y necesitaba, pero venimos de un capítulo donde la guerra civil en Reddick, Boseman & Kolstad acababa de comenzar y… lo han cortado. ¿Lo van a dejar para el final de temporada o ya para la siguiente? ¿Con un periodo de tiempo tan largo, en el caso de la segunda opción, nos va a seguir interesando esta división del bufete, táctica ya más que manida por parte de la serie original? Tengo mis serias dudas. Siguiendo con Sweeney, tengo que decir tres cosas. La primera es que ha mencionado a Alicia – no podía coger su caso. ¿Qué andará haciendo con su vida? – y el momento en el que se ha dirigido a Barbara me ha recordado muchísimo a cuando hablaba con Florrick. Tengo los feelings a flor de piel con este señor – no os podéis ni imaginar lo mucho que le quiero –. Segundo: ¿qué ha pasado con Renata? ¿Ya se ha divorciado de ella? Anda que las fiestas que este se trae con drogas y sexo de por medio… Habría que verlas para salir huyendo. Tercero: ¡¿embajador en el Vaticano?! Por favor, ¡spin-off para Colin Sweeney si eso ocurre! El diablo en persona en el Vaticano. ME MUERO. Ay, Colin, cómo te echaba de menos en mi vida. Ojalá vuelvas.

¡Qué mona, por favor! ♥.♥

Este episodio ha estado más centrado en Maia, quien se ha reunido con una agente del FBI, Madeline Starkey, interpretada por Jane Lynch, y Lucca, quien es ¿su abogada? ¿Qué pasó con la anterior, la han echado, se le ha acabado el contrato, los King han decidido cortar por lo sano? ¿Qué es esto? El caso es que Starkey ha jugado bastante bien al intentar confundir a Maia en más de una ocasión y hacerla sentir bastante incómoda. Que te pregunten por cosas de hace nueve años es una gran presión, sobre todo porque ni vosotros, queridos lectores, os acordaríais de qué hicisteis si quiera hace una semana – ni yo, os lo aseguro –, así que estaríamos todos un poquito en la mierda. Por lo tanto, comprendo y simpatizo con Maia. Sin embargo, ya vamos viendo cosas raras. Maia notaba que algo se estaba quemando pero nunca fue más allá, se contentó con las respuestas que su padre, principalmente, le daba. Puede ser por la inocencia de la juventud, porque su mente estaba a otras cosas, no indagase más, pero algo debió pasar en su cabeza para que no le dijese nada a Henry sobre la inversión que querían hacer los padres de Amy. La “traición” a Amy le pesa bastante ahora mismo y con cierta razón, dado que es su novia y le mintió, pero debe haber una razón por la  que no se ha cuestionado nunca sobre por qué no se lo contó a su padre. La sensación que me da sobre Maia y la fundación es que realmente ella no estaba muy involucrada, sino que eran sus padres quienes manejaban todo y ella sólo firmaba los papeles que le daban. Esta institución nació con muy buenas intenciones, pero estas desaparecieron del mapa en cuanto los padres de ella se dieron cuenta del negocio tan lucrativo que tenían entre manos. Si lo expandimos, mi sensación es que Maia es una hija única muy querida involucrada en la familia pero, al mismo tiempo, muy ausente. Si no, no me explico cómo tampoco se olía nada o nunca le ha dado por mirar los cajones. ¿Demasiado inocente? ¿Hay gente de 25 años tan inocente? Sin duda alguna, Maia – aunque me duela – necesita un par de bofetones para espabilar porque si no se la van a comer con patatas. Ya los está recibiendo por todas partes, sin comerlo ni beberlo, y espero que la hagan un poco más lista y más echada para adelante porque la noto muy paradita. Otra razón puede ser que sus padres sean merecedores del Oscar a mejor actor y actriz del año, porque esconder todos los problemas ha debido de ser para darles el premio. Al final, entre jugada y jugada, supuestamente Maia miente a Starkey, por lo que el trato por el que “todo lo que digas no va a ir en tu contra” se anula y Rindell va a ser investigada por el fiscal del Estado. Me da una pena tremenda porque, en el fondo, es una chiquilla que acaba de obtener su título como abogada y estaba empezando a trabajar. Esto puede ir dos caminos: uno muy bueno en el que todo se medio arregle y ella espabile, sin perder su bondad; o por uno muy malo donde, uno, también se medio arregle todo y se convierta en una cínica como Alicia Florrick, o dos, todo se vaya a la mierda y acabe en la cárcel. Esto último sería lo sorprendente y lo que haría que The Good Fight se desvirtuase un poco de The Good Wife. Una de mis quejas es que, aunque esté bien beber de la serie madre, también hay que saber forjar una identidad propia, desvinculándose en ciertos momentos y tomando un timón propio. TGF lo ha hecho en cuanto a que contamos con tres personajes femeninos protagonistas en vez de uno solo, tenemos un bufete integrado por afroamericanos, nuevos personajes…, pero en otros aspectos continúa ciertos caminos ya vistos y que pueden resultar repetitivos. Espero que la season finale nos sorprenda.

¡Qué monas! Me gusta el tándem que forman

Otra cosa con la que no se ha avanzado en este episodio es la no relación entre Lucca y Colin, a quien no hemos visto junto a Marissa. Ambos personajes han estado fuera de combate. Me da a mí que lo van a dejar para la finale también y ahí va a haber una marabunta de temas, tramas y personajes que nos va a volver locos. Tenía ganas de saber qué va a pasar entre Lucca y Colin, quienes me están quitando la vida poco a poco, pero vamos a tener que esperar una semana más. En cuanto a Lucca, ha estado estupenda ayudando a Maia. Starkey se le ha metido debajo de la piel y Quinn ha sabido cómo jugar a su juego. Menos mal porque veía que esto terminaba peor de lo que lo ha hecho.
En general, este episodio me ha parecido más un tránsito hacia el final de la temporada, donde todo parece que va a explotar. Y no estoy muy segura de que eso sea bueno. Con todo lo que tienen que contar, me da que el episodio va a durar casi una hora o sus 50 minutos no se los quita nadie. No sólo tendrán que cerrar tramas, sino también abrir otras nuevas de cara a la segunda temporada, a no ser que dejen alguna abierta ya de esta y ya veréis la risa que nos va a dar – totalmente irónico esto último –. Este capítulo, en particular, no me ha dicho gran cosa; tiene dos puntos interesantes (la vuelta de Sweeney y la reunión de Maia) pero no mucho más. Como llevo diciendo semanas, me sigue faltando algo en esta serie, algún tipo de profundización con chicha. En este caso lo hemos tenido con Maia, pero realmente no hemos sacado mucho en claro porque ni ella misma se acuerda bien de lo que pasó, por lo que, haciendo balance, me quedo con nada.
Por mi parte nada más excepto animaros a que dejéis vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. Siempre intento sacar un hueco para responder vuestros comentarios, que sé que es una cosa que cuesta bastante. Os lo agradezco de veras.
¡Hasta la semana que viene!
P.D: Mamá Rindell lleva años tirándose a Uncle Jax. Esto se pone turbio.
P.D.D: ¿Adrian sugiriéndole a Diane que vayan a cenar alguna vez? ¿Esto es una hipotética cita? Uyuyuy.
Irene Galindo (@MissSkarsgard)

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