The Resident se ha despedido de su primera temporada con un episodio sólido, aunque algo suave para lo que podría haber sido, y que nos deja con algunas novedades de cara a la segunda entrega en otoño. Si queréis saber qué ha pasado y mis impresiones al respecto, no dudéis en seguir leyendo.
Pa' malo él
Último episodio. Parece increíble que se haya pasado la temporada en, lo que diría, un suspiro. La trama más importante de esta season finale ha sido la que concierne a la Dra. Lane Hunter. Llevábamos muchos episodios con ganas de pillarla y ciertas teorías/ideas que se habían comentado en estas reviews y en el apartado de comentarios se han hecho realidad. Al final, Olivia, la paciente hipocondríaca, ha sido clave para poder pillar a Lane con las manos en la masa –y nunca mejor dicho–. Irving y Devon han recordado que no estaba enferma, pero, ¡sorpresa!, la Dra. Hunter ya le había dado su primera ronda de quimio por un linfoma que se ha sacado de todo el toto. Si una de las teorías era que Hunter sobremedicaba a sus pacientes, la otra era que los trataba de enfermedades que realmente no tienen –tal y como indicó nuestra lectora Petrushka–. Esto ha saltado la alarma para Devon y Conrad que, tras el pago de la fianza de Nic –más adelante abordaremos el tema– han contado con ella para llevarle esta información al nuevo director del Chastain, el Dr. Randolph Bell. No os voy a negar que, a estas alturas del episodio, he empezado a sudar un poquito por lo que Bell podría o no hacer. Al principio le hemos visto tan acaramelado y aparentemente feliz con Lane que he pensado que podría pasar de denunciar esta situación. Sin embargo, aquí, mis Ángeles del Chastain han jugado bien sus cartas y han avisado al FBI incluso antes de decirle nada a Bell. Yo ya podía respirar un poco más tranquila, las autoridades lo sabían, pero faltaba el siguiente paso: recabar pruebas. Aquí he vuelto a empezar a sudar con la conversación entre Bell y Hunter, con ese tono de “cuéntamelo todo que te voy a ayudar a ocultarlo todo bajo la alfombra” y esa invitación a pillar las pruebas para luego quemarlas en su chimenea. Pero también he tenido dudas sobre él. ¿Realmente Lane merece tanto la pena como para convertirse en cómplice, o la va a delatar? Finalmente ha sido lo segundo. Ver cómo a Lane le pilla el FBI con la caja llena de los historiales de los pacientes que ha tratado por cánceres inexistentes ha sido un placer, pero tengo que reconocer que no estoy del todo satisfecha. Me ha parecido demasiado fácil y rápido. ¿A vosotros no? Lane, conocida por ser bastante cuidadosa con los pasos que da, ha cometido el gran error de confiar en Bell, y lo ha hecho como si nada. No sé si es que Hunter ha sido tonta o yo estaba tildando a Bell de haberse agilipollado últimamente. Es posible que le haya subestimado. Lo que ahora me pregunto es si Lane Hunter va a estar en la segunda temporada de la serie. Si no volviese me parecería un error enorme y me sentiría decepcionada. Creo que esa es la palabra que busco: decepción. La idea que tenía en mente de que Lane podría traicionar a Randolph para hacerse con la dirección del hospital me parecía demasiado buena, interesante y acorde al personaje –sí, ahora me apetece verlo y mucho–, pero también es cierto que, si esta trama no se hubiese resuelto, la season finale hubiese quedado muy flojita, sin un villano al que desenmascarar y sin un triunfo que apuntarse. Como la serie vuelve en otoño –sí, lo habéis leído bien–, espero que tengamos noticias en los próximos meses sobre si Lane Hunter volverá o no. Sobre Bell y cómo ha tratado este asunto, creo que Nic le ha descrito muy bien: “Es como un gato que siempre cae de pie”. Por un momento ha pensado de verdad que podrían haberle puesto en la calle, pero, oye, no va a caer esa breva ni de coña. Lo que le esperaba era más bien una sorpresa monumental que puede hacer que las cosas se pongan muy interesantes a partir de la siguiente temporada.La que le acaba de caer a Bell
Esa “sorpresa monumental” tiene que ver con una idea que comentó una lectora nuestra, Bellatrix, sobre cómo Nic podría solventar su solución. Tras la imposición de una fianza de 100.000 dólares, la única manera que se presenta viable y rápida para sacarla de allí es a través del padre de Conrad. A Hawkins no le hace ni puta gracia, pero no duda en hacer de tripas corazón para sacar a su ¿novia, quizás? de su propia versión de Orange Is The New Black. Por lo que dice el padre, este gesto parece asentar un “nuevo comienzo” entre ellos y tiene un plan en funcionamiento para su futuro. Por “futuro” –y ya lo enlazamos con la última escena– me viene a la mente aquella idea que tenía de que Conrad dirigiese su propio hospital, que formase a los médicos como él quisiera y que hiciese las cosas a su placer. Esto ha comenzado con que Marshall sea el nuevo jefe de Randolph y así poder controlar las cuentas del hospital. Marshall se presenta como un contrincante fuerte con el que batirse a duelo y me parece que Bell va a pasarlas un poco canutas durante la próxima temporada, algo que me alegra una barbaridad. Si Marshall se pone muy quisquilloso, puede sacarle tantos defectos a Bell que, finalmente, lo podría llegar a echar y poner a su hijo. Por lo que, en vez de invertir tu dinero en construir un hospital desde cero, coges en el que ya está tu vástago, te instalas en la junta directiva y, a la mínima tontería de Bell, le quitas del trono que se ha montado y pones a tu hijo. No me parece para nada mal plan y a mí me deja con ganas de saber más.Miradla, por favor, qué bonita ella ♥
Una cosa que no me esperaba era que viésemos a Mina con Micah, y menos en tal situación personal. Lo último que sabíamos de ellos es que habían ido a tomar un café y que ella le dijo que no salía con pacientes. Pero parece que ha cambiado de idea, porque ahora no sólo sale con él, sino que también se lo está tirando. En el anterior episodio, el Dr. Austin le pedía a Okafor que evolucionase, que mostrase sus sentimientos y que estos le hiciesen sacar lo mejor de sí misma en el trabajo. En este episodio se ha medio cumplido. El hecho de que Micah tuviese que pasar por el quirófano de nuevo, con bastantes riesgos por ser un corazón trasplantado y por el tejido con tantas cicatrices, nos ha mostrado a una Mina bastante preocupada, e incluso superada en el quirófano, de manera momentánea. Es bastante comprensible porque está operando a alguien que conoce –lo cual va en contra de las reglas de cualquier hospital –y se preocupa por él. Ha actuado más como la novia que es cirujana y no como un simple rollete. Esto es lo sorprendente de la trama de Mina, que esté enamorada de Micah –¿o a lo mejor es mucho decir? Habrá que irlo viendo–, pero no el que tenga sentimientos. Al menos no para mí. Mina ya ha demostrado que se preocupa por la gente, que tiene apego por Conrad, que se mete con Devon más como si fuese un hermano pequeño que porque le caiga mal. Okafor puede mostrarse fría durante el trabajo, pero no lo es fuera de él. Si lo fuera en verdad no se relacionaría con nadie, no saldría de copas al bar con el resto de sus compañeros. Por si quedaba alguna duda, esa escena en la que ella está esperando a que Micah se despierte y se pone a llorar me parece prueba definitiva de los sentimientos de la doctora. En la segunda temporada, sería interesante explorar la vida personal de Mina, ver qué tal le va con Micah, pero sin dejar de lado su prometedora carrera como cirujana. Sobre Austin, me parece too much: demasiado ego, demasiado fan de sí mismo, demasiada seguridad y chulería. Puede estar bien y, al mismo tiempo, cansarme. No soporto a la gente con el ego como una catedral.Una última cosa a tratar es el resto de parejas. Por una parte, hemos visto de nuevo a Priya, lo cual me alegra mucho porque se la había echado de menos con todo el tema de la investigación. Ha sido gracias a su artículo que los actos de la Dra. Lane Hunter han salido a la luz y han revolucionado un poco todo. Por otra parte, tenemos a Conrad y Nic, a quienes les falta definir su relación. La escena en la sala de descanso me ha parecido una forma de cerrar el círculo que se habría justo en el piloto, donde ella lo deja con los pantalones bajados y encerrado. Esta vez han salido los dos por la puerta, no sin antes tontear un poco y dejarnos con la miel en los labios para la siguiente temporada.
En general, la season finale ha estado bastante bien, se ha desarrollado con mucha soltura y con facilidad. Deja la puerta abierta a nuevas tramas, aunque tampoco sabría muy bien hacia cuáles. También prefiero que la serie me sorprenda, porque si no puede acabar siendo muy previsible. Lo que sí me ha dado la sensación es que, en caso de que no hubiese sido renovada, hubiese funcionado como series finalebastante bien. En los últimos momentos me ha dado la sensación de que se hacía referencia al piloto, con Conrad alardeando de los buenos diagnósticos que hace, con un Devon mucho más seguro de sí mismo y con un trato a los pacientes increíble.
Los voy a echar de menos
Si hacemos un repaso por la temporada, ha ido de menos a más, con algún bache en el camino, y con una velocidad de las tramas constante, aunque en ciertos puntos se ha notado un acelerón que podría haberse evitado si no se hubiesen recreado tanto en otros momentos. Por ejemplo, el plan de Bell y Hunter sufrió ese mencionado acelerón –lo dejaron caer en un episodio y en el siguiente ya lo había llevado a cabo– porque la trama se recreó demasiado en cómo Bell la cagaba y Hunter se hacía la tonta. Si a eso se le hubiese dado un poco de brío –acortarlo un episodio o dos, por ejemplo –pienso que hubiese funcionado mejor. La velocidad de las tramas es un punto que deberían resolver de cara a la segunda temporada. Una cosa que no tocaría sería el número de episodios; catorce me parece un número perfecto que impide que haya mucho relleno y vayan a lo más interesante. Una pega que se le podría poner a The Resident es que, en ocasiones, peca un poco de ser obvia, como pasó con el plan de Lane y Randolph, pero lo mitiga con la sorpresa en otros asuntos. En definitiva, ha sido una temporada bastante buena, con personajes con los que es fácil encariñarse, trata temas actuales interesantes (sistema sanitario estadounidense, inmigración, corrupción, relaciones familiares, etc.), está bien hecha y es diferente al resto de dramas médicos que hay actualmente en parrilla. Me alegra enormemente que FOX le haya dado otra temporada que, espero, esté a la altura o supere a esta primera.Por mi parte nada más excepto animaros a que dejéis vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. Ha sido un placer comentar con vosotros la temporada completa. No olvidéis que, por última vez, podéis aportar vuestro granito de arena en la sección de comentarios. ¿Os ha gustado la season finale? ¿Esperabais otra cosa? No os cortéis y contádmelo.
¡Hasta la próxima temporada!
P.D: ¡Vivan las camisetas de manga larga apretaítas al cuerpo! Madre mía, Matt, qué bueno estás.P.D.D: El momento conversación en la cárcel me ha dado unos vibes a la sexta temporada de The Good Wife tremendos.
Irene Galindo (@MissSkarsgard)