Después de una prometedora vuelta tras casi un año fuera de las pantallas, Banshee sabe cómo vendernos la moto. La serie continúa con los ingredientes de su anterior temporada como bandera distintiva y, a los que somos fans de la serie, pues no nos desagrada en absoluto – excepto si hay alguna escena un poco asquerosa, entonces ahí sí, pero se deja pasar –. Si te quieres enterar de todo lo que ha pasado en este capítulo, te invito a que sigas leyendo.
*SPOILERS*
Esta semana podría decirse que los fantasmas del pasado vuelven para algunos de nuestros personajes. En primer lugar,Siobhan, la única presencia femenina en el departamento del sheriff de la ciudad, recibe la visita de su exmarido. El recuerdo no es nada grato ya que la maltrataba, tanto que llegó a quemarle con una plancha del pelo y por eso tiene esa cicatriz en una de sus clavículas. Aunque el exmarido viene con buenas intenciones, es decir, quiere que Siobhan retire la orden de alejamiento para poder trabajar en el negocio de su primo en el pueblo, ella no lo tiene tan claro y anda con pies en polvorosa. Efectivamente, el tipo actúa bastante raro, acosándola cuando no debería pero ella por no meterse en problemas sólo le llama la atención. Finalmente, Siobhan, atormentada por esos fantasmas del pasado, decide terminar con sus recuerdos de abusos y le pega una paliza después de que este le pegase por última vez. Unos minutos más tarde, Lucas llega a la habitación del motel y se encuentra con lo que ha pasado, reaccionando de forma orgullosa por cómo se ha enfrentado su compañera. Pero aquí no acaba la cosa, ella, para agradecérselo, le besa y él le responde. Por una parte, tengo que decir que me gusta que conozcamos la historia que llevan a sus espaldas algunos de los personajes porque nos acercamos más a ellos y podemos comprenderles. Y sobre lo otro, como ya dije en la review de la season premiere, esto estaba cantado que algún día pasaría. Ahora sólo falta esperar a que vayan al siguiente nivel: la cama del sheriff.
En cuanto a este último, él es el encargado de trasladar a Carrie a la cárcel, donde va a estar durante 30 días. Le aconseja que se quede quieta y callada, pase lo que pase, pero, como se puede comprobar en este mismo capítulo, eso no va a suceder. Carrie le pega una paliza a una de las reclusasel primer día de agarra y no te menees. Se veía venir que no iba a dejarse ningunear por nadie y menos teniendo las habilidades que tiene. Pero, volviendo a Hood, los fantasmas del pasado también vuelven a por él ya que se acuerda de su entrada en la cárcel hace 15 años mientras acompaña a Carrie. Por lo que estoy viendo, estos ni están juntos ni están separados; no tienen una relación amorosa pero sí se podría llamar de amistad. Carrie, por un lado, está centrada en recuperar a sus hijos a toda costa mientras que Lucas, por otro, va de flor en flor.
Pero el protagonista indiscutible de este capítulo ha sido el enfrentamiento entre los Longshadow y Proctor. La pasada semana ya me resultó raro que el carnicero del pueblo – y alguna que otra especialidad más – no apareciese en pantalla pero es porque nos han reservado grandes cosas para hoy. Esta semana, el conflicto ha ido un pasito más allá. Alex Longshadow hace explotar un camión con vacas, las cuales eran mercancía para Proctor. Al no entrar este en su juego, Nola, viendo que Rebecca se encuentra metida en líos, la socorre y la rapta para llevársela a su hermano, el cual llama a Kai para que le devuelva el dinero del furgón. Acordándose de que el sheriff le debe una, le llama y le dice que vaya a rescatar a su sobrina. Finalmente es rescatada pero ahí no quedarán las cosas. Proctor va a la casa de este cuando está teniendo un momento romántico con una chica en el jacuzzi y tira al agua los restos de las vacas y le amenaza – sí, esta es la escena de la que hablaba al principio de la review –. Esta guerra me parece muy prometedora y saca a relucir el gran personaje que es Proctor. Sin duda, es uno de los que más juego dan y personalmente me gusta.
Como podéis ver, las cosas se están volviendo interesantes poco a poco. En este capítulo no hemos oído el nombre de Rabbit y el agente Racine no se ha ni presentado; ha estado más centrado en Banshee y en sus gentes, que tampoco viene mal de vez en cuando. La entrada de Carrie a la cárcel me parece que puede resultar interesante no sólo por cómo se va a desenvolver dentro – que ya estamos viendo que no lo está haciendo nada mal – sino para que se dé cuenta de por lo que ha tenido que pasar Lucas pero durante un periodo de tiempo mayor. Por ahora no tengo mucho más que decir excepto que el capítulo se me ha hecho bastante corto y que la música me ha parecido especialmente buena; ha brillado más.
Por último, recordaros dos cosas: después de los créditos siempre hay una pequeña escena, no suele ser mucho pero a veces puede dar alguna sorpresa – como la temporada pasada con el hijo del verdadero Lucas Hood llamando a su padre –; y que nos volvemos a ver la semana que viene con una nueva review.
¡Hasta la próxima semana! Irene (@MissSkarsgard)