Revista Comunicación

Crítica del 2x04 "Takiawase" de Hannibal

Publicado el 25 marzo 2014 por Dro @Drolope

Will: "En mi cabeza todo es maravillossso"


Hannibal es una de las series que espero con más ganas semana tras semana, y capítulos tan fantásticos como este 2x04 "Takiawase" hacen que esa espera valga totalmente la pena. Tras el juicio del capítulo pasado, en éste nos hemos centrado en asuntos y en personajes diferentes. Will cada vez está más convencido de la culpabilidad de Hannibal, y las largas horas que pasa tirado en su celda muerto del asco le sirven para llevar a cabo profundas introspecciones que, por fin, le están dando las respuestas que necesita. Y no solo eso, sino que, además, está convenciendo de su teoría a varias personas. ¿Esto se trata del comienzo del fin del chiringuito caníbal de Hannibal?
Yo, francamente, sigo esperando ver el momento en que alguien descubra que su nombre rima con caníbal. Las risas agrias están aseguradas. Y, de hecho, quizá alguien haya podido percatarse de ello, pero demasiado tarde...
Will está empeñado en inculpar a Hannibal de los crímenes de los que a él se le acusa. Cuando Beverly va a visitarlo para pedirle su opinión acerca de los crímenes que investiga, él aprovecha ansioso el momento para tratar de comerle el tarro. Ella se lleva las manos a la cabeza y exclama escandalizada: "¿El doctor Lecter? ¡Will, por favor, no me digas estas sandeces!" pero lo cierto es que, tras unas cuantas visitas, ha empezado a plantearse algunas de las cosas que Will le dice. Ya es inevitable; la duda se ha insertado en su mente y no va a desaparecer tan fácilmente. Las palabras de Will la incitarán a estudiar con más detenimiento el cadáver del hombre que "sobraba" en la atrocidad del 2x02 "Sakizuki", y acabará descubriendo que le faltaba el riñón, cuya operación había sido disimulada por los puntos que le cosían al resto de cadáveres. Y, tras comunicarle esta información a Will, y preguntarse en voz alta -hipotéticamente- para qué demonios iba a querer el doctor Lecter esos órganos, Will halló la respuesta: los quiere para comérselos. ¡Ay, qué ascaso!

El teatrillo de Hannibal se desmorona por momentos. No es solo que le hayan descubierto Beverly y Bedelia Du Maurier, que se borró del mapa dos capítulos atrás, sino que además ahora sospecha algo el doctor que salvó la vida por los pelos la temporada pasada. Ha descubierto que la enfermedad de Will es "simplemente" una encefalitis -todo esto lo ha averiguado gracias a Will, naturalmente, que está rodeado de inútiles y tiene que autodiagnosticarse a sí mismo- y que a su paciente le estuvieron suministrando químicos de manera artificial, deliberada, con secretismo y alevosía, con la finalidad de manipularle. El doctor, tras descubrir eso, irá a contarle rápidamente el descubrimiento a Hannibal y a nadie más porque, al parecer, él también es corrupto y no le importa que Hannibal lo sea igualmente. Probablemente no sospeche que la cosa va muchísimo más allá, y seguramente pase a ser la cena de Hannibal en dos telediarios.

De cenas va la cosa. La agente Beverly, planteándose que las sandeces que dice Will podrían ser realmente ciertas, aprovechó la ausencia de Hannibal Lecter de su piso para colarse en él e inspeccionarlo. Una ojeada intensiva le bastó para descubrir en el sótano la despensa humana de Hannibal. "¡Te tengo!" exclamó Beverly, más feliz que una perdiz. Por desgracia, el final del capítulo nos induce a pensar que ella será cocinada como una perdiz. Hannibal apareció entre las sombras tras su espalda, silencioso y perturbador, rápido como una gacela, y se cruzaron la mirada un instante. Él, tranquilo, con la mirada brillante de un predador, y ella decidida, firme, con la pistola en mano. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos él apagó la luz y comenzó a moverse por un sótano que conocía a la perfección mientras ella disparaba el arma varias veces. Un tiro fallido al techo da que pensar que algo tuvo que forcejear con ella lo suficiente como para que Beverly, tratando de apuntar, fallase y errase de manera tan torpe. Qué impacto. Todavía tengo los pelos como escarpias. Tristemente, es más que probable que los invitados de Hannibal en la próxima cena vayan a degustar... comida china.
¿Qué os ha parecido a vosotros el episodio? ¿Creéis que Beverly está realmente muerta o que tiene alguna posibilidad? ¿Queréis destruirme por el chiste de antes?
PD: No quería terminar esta crítica sin al menos mencionar lo mucho que me gusta el personaje de la mujer de Jack, y lo injusto que me pareció que Hannibal no respetase la que era su decisión. Te ganaste ese bofetón, Hannibal. Pero, eso sí, lo recibiste con mucha dignidad.

Crítica del episodio anterior


2x03 "Hassun"

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