Revista Comunicación

Crítica del 2x13 "Dragonfly in Amber" de Outlander: Todo sobre mi madre

Publicado el 14 julio 2016 por Dro @Drolope

¡Pero qué capitulazo, compañeros! Esto ES televisión en estado puro y lo demás son tonterías. Outlander ha despedido su segunda temporada por todo lo alto con un episodio más largo de lo habitual, de hora y media de duración, en el que ha habido tiempo para atar cabos sueltos, para conocer nuevos personajes y, sobre todo, para emocionarnos y llorar con la historia de Claire y Jamie. Se cierra así, de forma agridulce -al más puro estilo Outlander-, una segunda temporada con muchas luces, pero también con algunas sombras sobre las que me gustaría que debatiésemos más adelante. Pero, de momento, vayamos por partes. Toca analizar qué ha dado de sí "Dragonfly in Amber":
[¡Spoilers!] Outlander es una serie que cuida muchísimo el realismo histórico en todas sus facetas: podemos ver el cariño y atención que su equipo pone en que el vestuario, las costumbres de la época, las fechas y personajes históricos, e incluso los acentos de cada lugar, sean lo más auténticos posibles. Es por eso que a veces podríamos olvidarnos de que, de hecho, Outlander es una serie de ciencia-ficción cuyo leit motiv son los viajes en el tiempo a través de la -aún- misteriosa Craigh Na Dun. Y, si ha habido un capítulo que haya jugado más y mejor esta baza, de una forma que nunca antes habíamos visto, ese ha sido "Dragonfly in Amber".

Mi padre es un escocés del siglo XVIII


Ya desde el 2x01 "Though a Glass, Darkly", sabíamos que Outlander iba a darnos un mazazo emocional de los gordos. Más de lo habitual, quiero decir. ¡Pero no vi venir tantísimas sorpresas! Porque lo cierto es que Outlander siempre se las apaña para conducir su trama por caminos inesperados y fascinantes. Así, hemos visto un nuevo salto en el tiempo: Claire y su hija están en 1968. Frank ha muerto -qué dolor-, y el regreso a Escocia para asistir al funeral de un viejo amigo nos descubre a un nuevo personaje: Roger (interpretado por Richard Rankin, guapo y macizo con avaricia), al tiempo que Claire conecta de nuevo con un pasado sobre el que ha callado veinte años. Que por cierto, qué guapa es esta mujer en cualquier época, esa cana le daba un estilazo impresionante.
Ha sido muy emocionante, y todo un acierto, que el episodio alternase el presente con los momentos previos a Culloden: porque, por mucho tiempo que haya pasado, todos esos eventos siguen ardiendo y muy presentes en el corazón de Claire. La señora Graham le dio un gran consejo a Claire, allá al comienzo de la temporada, al decirle que no se dejara arrastrar por la añoranza hacia la aventura que había vivido y siguiera adelante con su vida. Y así lo hizo... pero, ¿hasta qué punto? Brianna le confiesa a Roger que su madre a veces parece "vivir en otro mundo". ¿Y cómo podríamos culparla? Claire quiere a Frank, pero lo que siente por Jamie es algo diferente, más intenso: puro fuego. Ver crecer a una niña tan parecida a Jamie, lejos de él, fue como una tortura silenciosa. Y, al volver a Escocia, ella se siente caer de nuevo en un sueño dulce y doloroso al que nosotros también nos vemos arrastrados cuando, en las ruinas de Lallybrooch, cree ver a Jamie a través de la niebla en la que quizá sea una de las escenas más mágicas de toda la serie.
Brianna y Roger, las nuevas incorporaciones, me han gustado. Sobre todo Roger: me cayó bien desde el principio por su carácter dulce y amistoso, pero fue con esa rat satire cuando me ganó por completo. ¡Si es que la banda sonora de esta serie lo vale todo! Aunque, ¿puedo confesaros algo? A Brianna sí que me ha costado cogerle el punto. No sé si será por la actriz, Sophie Skelton, o porque Brianna en sí misma tiene un carácter difícil, pero me llegó a parecer repelente por momentos. Y sé que no estoy solo. Además, cuando Claire mencionaba que le recordaba a Jamie no podía parar de reírme, porque entre que no se parecen en nada y la muchacha es de bote, apañados vamos. Pero al final me acabé haciendo a ella. Además, ¿cómo podríamos culpar a la chica por ser tan arisca? La historia de Claire es complicada de procesar, las cosas como son.
Salvando esta elección de elenco, digamos, mejorable, todo en el capítulo me ha parecido armonioso, fluido, y muy emotivo. Eché en falta a Black Jack, aunque imagino que volverán a recurrir a él en la tercera temporada: sería una pena no volver a ver a Tobias Menzies. A quien sí volvimos a ver fue a alguien a quien echaba mucho de menos. Geillis ha vuelto por sorpresa, en el tiempo menos esperado, para hacernos descubrir que es una nacionalista escocesa muy intensita. ¡Al lado de ella, los demás nacionalistas parecen simples aficionados! Qué grande es Outlander para resolver los misterios, siempre lo hace cuando menos lo esperas, de la forma más impactante, con una maravillosa banda sonora de fondo que ayuda a convertir en mágicos tantos momentos. Y es muy interesante que, gracias a Geillis, sepamos más sobre Craigh Na Dun: ella fue una viajera en el tiempo voluntaria, lo que implica que esas piedras deben tener algún tipo de "mecanismo" que no lo deja todo al azar. Pero el pago de su peaje fue muy caro... quemó a su propio marido. Y esto tiene mucha gracia si consideramos que ella misma morirá años después, también quemada. El karma tiene un sentido del humor muy retorcido. 
Ha sido un cierre de temporada que difícilmente podría haber sido mejor, con tantas escenas emotivas para el recuerdo (el abrazo de Claire y Fergus, la visita de Claire a Culloden, ese polvazo de despedida lleno de amor y pasión), que necesitaría medio blog para comentarlas todas una por una. Caitriona Balfe merece un Emmy, y sería hasta de mal gusto que no se lo dieran por su trabajo en este capítulo y en el 2x07 "Faith". Un finale, por otra parte, que despide a uno de los mejores personajes de la serie -muy grande Dougal, emocional y brutal hasta en sus últimos momentos-, y que consolida a Murtagh como el mejor secundario de la serie; espero de veras que también haya sobrevivido -además, su historia de "amor" con la sirvienta francesa quedó a medias, no pueden dejarnos así-.

La segunda temporada, ¿no tan buena como la primera?


Etapa de Francia de 'Outlander'
Sobre esta cuestión, he leído durante estas semanas a muchos fans con opiniones de todo tipo. La gran pregunta es: ¿ha mantenido Outlander el tipo esta segunda temporada? Con este capitulazo tan reciente, sería fácil responder que sí. Pero quizá también sería algo precipitado. El gran "bache" de la temporada ha sido la muy comentada etapa en Francia porque, en contraste con la de Escocia, ha quedado muy deslucida. Pero no seré yo quien llegue al extremo de decir que fue mala. Tuvo grandes episodios (el 2x02 "Not in Scotland Anymore, por ejemplo, me pareció muy divertido), nuevos personajes entrañables como lo fueron Louise y la madre Hildergarde, y un trabajo de ambientación espectacular. 
Quizá el gran problema fue que duró tiempo de más, y que tanto politiqueo en torno al Bonnie Prince Charlie se sintió fuera de lugar. Sin embargo, nos encontramos con el "problema" de que Outlander es una adaptación. Una buena amiga con la administro este blog, Irene Galindo (@MissSkarsgard), y que sí es lectora de las novelas de Gabaldon, dice que en los libros la cosa es así: que no hay más, y que también fue muy "coñazo" a ratos toda esta trama. Era una etapa necesaria para avanzar a lo que seguiría después y, visto de esta manera, casi que tendríamos que agradecer a los guionistas que hayan adaptado tan bien una trama de por sí tan mejorable, ¿no? ¿Qué pensáis?
Claire y Jamie de 'Outlander'
La primera temporada de Outlander tuvo una magia especial. Las dudas de Claire y su adaptación al nuevo tiempo y lugar, su dilema entre Jamie y Frank, y capítulos como el del juicio a las brujas, me parecen excepcionales y muy míticos. Pensándolo fríamente, sí que diría que la primera temporada fue mejor: lo cual no excluye que la segunda temporada haya aguantado el tipo, y que haya sido de lo más digna y disfrutable. De no ser por la moderada decepción de Francia, tal vez las equipararía. Pero lo cierto es que sigo muy contento con Outlander, y pienso que es una de las series actuales más emotivas y, de lejos, una de las que más atención pone en los detalles. No tengo ni idea de cómo irá la tercera temporada ni de por dónde irán los tiros, pero sí tengo clara una cosa: de no ser por Brianna, Claire habría ido corriendo de vuelta a las piedras en ese mismo instante. ¡Cómo se le iluminó la cara! Porque ese final con el amanecer no puede ser más bello ni más simbólico: hay luz al final del túnel... y esa luz, esa promesa de futuro y no de pasado, como Claire creía, es Jamie Fraser.
Ha sido un placer ir analizando la serie capítulo a capítulo con vosotros, y ya sabéis que sois más que bienvenidos a opinar lo os apetezca en la sección de comentarios con los demás fans. Agradezco mucho todos los aportes. ¡Nos seguimos leyendo en la próxima temporada, sassenachs!
Claire y Jamie de 'Outlander'
Jamie is coming... 

Isidro López (@Drolope)

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