Tras todos las elevadas expectativas que nos dejó el capítulo de la semana pasada, ¿qué mejor manera de mejorar la serie y elevarlas aún más? Así ha sido este capítulo, lleno de momentos muy intensos, donde cada personaje va desvelándonos su mundo interior. Mundos interiores que cada vez, increíble e inexplicablemente, nos sorprenden más.
¿Qué menos que empezar el capítulo por la parte más intrigante del anterior?: El duelo entre el Perro y Beric Dondarrion. Así, tras una increíble muestra de poder que nos hace Beric al hacer encender su espada en llamas, vemos cómo ingenio y fuerza bruta se enfrentan en un duelo muy intenso. Tras varias estocadas, al final el Perro descarga toda su ira y fuerza en un mandoble que consigue no sólo partir la espada de Beric, sino al mismo tiempo clavarle la espada en el hombro izquierdo del mismo atravesándole así el pecho. Así, el Perro se declara ganador. No obstante, el sacerdote que estaba ahí consigue hacer que mágicamente el dios de la luz le "resucite".
En un ambiente mucho más gélido, más allá del Muro, aparece Jon Nieve con los salvajes. Ahí, aparece el "cambiapieles", que ha visto algo y no se fía de lo que le dice Jon. Así, vemos que los salvajes realmente no han aceptado a Jon. También se ve que, los que sí lo han hecho le vigilan, no obstante, de muy cerca. Y aquí nos sorprende una escena muy pícara. Ygritte consigue arrastrar a Jon a una caverna con aguas termales. Ahí, le comenta que, ya que no es miembro de la Guardia de la Noche que tiene unos votos, que demostrara que no lo era rompiéndolos. En otras palabras: le pide sexo. Además, mientras se lo va diciendo se va despojando lentamente de la ropa, dejando a la vista un cuerpo de mujer muy atractivo. A Jon no se le va la vista, y lo único que puede hacer es consentir. Así, comienzan los besos en unas y otras zonas, hasta que empiezan a hacer el amor. Después de que nos corten los detalles, descubrimos que esta curiosa pareja tienen una conexión muy fuerte, pues no quieren salir de la cueva, sino quedarse ahí indefinidamente.
En la siguiente escena, Jaime Lannister y Brienne de Tarth llegan por fin frente a Lor Bolton. Así, Lord Bolton acoge a Brienne como a una dama invitada, y a Jaime le da un trato algo más humano: le llevan a curarle el brazo. Lo que al principio parece como una pérdida del mismo, acaba convirtiéndose en largas horas de dolor para Jaime para conseguir mantenerlo. Así, vemos que el orgullo Lannister siempre residirá en él. Puede que ese orgullo le haga pecar de temerario la mayoría de veces, pero por lo menos le hace parecer bastante fuerte, incluso dentro de todas estas horribles condiciones a las que ahora está sometido.
A continuación, en Desembarco del Rey, tenemos ante nuestros ojos una cita que, personalmente, esperaba con devoción: Lady Olenna con Tyrion Lannister. La lógica pura contra la razón pura. Es bastante curioso cómo Olenna va desarmando de razones a Tyrion, y cómo aún así le deje totalmente desconcertado al acceder a lo que le pide. Sin embargo, todas las razones que le da para hacerle ver que no debería otorgarle lo pedido hacen que parezca que los Lannister no parezcan tan poderosos como pretenden ser. Sinceramente, disfruté mucho viendo a semejantes personajes discutir.
La siguiente escena es algo más triste, pues es la despedida de Arya Stark de su compañero de aventuras, el bastardo de Robert Baratheon. Éste quiere quedarse trabajando en la Hermandad. Al final, ésta resulta ser su decisión definitiva, resultando una despedida bastante emotiva de Arya con quien ha compartido muchas experiencias: tanto buenas como malas.
Después, llegamos con Robb Stark. Aquí sucede una escena bastante fuerte: Lord Karstark mata a los niños Lannister que tenían retenidos. Así, Robb decide que, por el asesinato de dos inocentes niños (que es lo que realmente es lo que ha hecho Lord Karstark) el aliado de los Stark habría de pagar con su vida y la de sus otros compañeros. No obstante, Catelyn Tully le intenta detener, puesto que los Karstark son unos aliados poderosos. Sin embargo, Robb sigue adelante con su plan y acaba decapitando al Lord.
Y ahora nos llega la voz de Arya Stark enumerando una lista de nombres. Esto, que frecuentemente sale en los libros, nos aporta la información sobre la gente que quiere que muera. Se lo repite todas las noches, para no olvidarse. Lo siguiente que sabemos es que a Arya la van a llevar a Aguasdulces, donde está Robb, para que así pueda reunirse por fin con su familia o, al menos, con parte de ella.Además, Beric Dondarrion nos cuenta cómo ha muerto muchas veces y cómo siempre el dios de la luz le devuelve a la vida. Sin embargo, dice que siempre hay parte de él que se pierde en el proceso. A Arya, lo único que le importa es si puede devolverle la vida a su padre.
La siguiente escena nos lleva con Stannis Baratheon. Éste entra en la torre donde está su esposa. Aquí vemos que, desaparecida la Mujer Roja, está entrando en razón: ve todas las horribles cosas que ha cometido bajo su influencia. Y claro, lo primero que le viene a la mente es la infidelidad que tuvo con su esposa al concebir con la Sacerdotisa del dios de la luz. Sin embargo, vemos que la mujer está en un estado de fanatismo de la Mujer Roja tan profundo que ella misma ha llegado a llorar de alegría al enterarse de la infidelidad. De hecho, ella misma afirma que nunca han concebido niño alguno. Sin embargo, no es así: tienen una hija. Recluida, pero la tienen. En los libros, esta niña aparece recurrentemente. De hecho, aparece por primera vez en Choque de Reyes. La verdad es que da bastante miedo, pues parece que está loca y tiene una malformación en la cara. Sin embargo, Stannis va a verla, pues es lo único que con certeza le queda fuera del control de la Mujer Roja. De hecho, vemos que Stannis se preocupa por su propia hija. ¡Stannis mostrando sentimientos! Imaginad lo que la debe querer entonces. Así, le cuenta que al único hombre del que se había fiado lo ha encerrado por traición.
Brienne de Tarth nos impresiona con un inesperado desnudo en una bañera. Ante ella llega un Jaime Lannister que parece que se va a desmayar de un momento a otro. Aquí, hace incomodar a Brienne metiéndose desnudo en la misma bañera en la que se está lavando Brienne. Una vez ahí. nos llega en el momento más imprevisto de todos la historia por parte de Jaime de su fechoría para que le llamaran Matarreyes. En otras palabras: le cuenta toda la historia de su relación con el Rey Loco y cómo, siendo leal a él hasta el fin tuvo que elegir entre lealtad y familia. Es increíble ver cómo su cara refleja toda la rabia contenida durante tanto tiempo por no habérselo podido contar a nadie porque nadie le escucharía. También es interesante ver que ni siquiera Eddard Stark es tan noble como dice ser: no fue capaz de superar lo que creía saber para averiguar la verdad.
Volviendo con la hija de Stannis, vemos que ésta le tiene gran cariño a Lord Davos. Así, la niña trata de cuidar a Davos y la entrañable relación entre ambos trayéndole libros. Resulta muy conmovedor cómo la propia niña, al ver que Davos no puede leer, sacrifica toda precaución al prestarse voluntaria para enseñar a leer a Davos, pues tendrá que ir a verle ilegalmente muchas veces para ello.
Con el séquito de Daenerys Targaryen nos transporta ahora la historia. Ahí, Daenerys hace un gesto de preocupación sobre los Inmaculados al permitirles cambiarse el nombre de esclavos que tenían. Sin embargo, el capitán de los esclavos lo niega, puesto que el hombre portador de su hombre es un hombre que ha conocido la libertad, valiente y fuerte. También vemos que Jorah Mormont y Barristan Selmy tienen como cierto pique entre ellos, pues difieren en gran cantidad de asuntos.
En la siguien escena, vemos cómo Robb Stark se desespera porque, efectivamente, ha perdido unos grandes aliados. Sin embargo, podemos observar cómo llega a una satisfactoria conclusión de que todavía pueden vencer: conquistando Roca Casterly consiguiendo el apoyo de Walder Frey, del que supuestamente estaba comprometido con una de sus hijas.
En la siguiente secuela, vemos a Sansa Stark con Margaery Tyrell, y están contemplando un duelo entre Loras Tyrell y otro caballero. Vemos cómo Sansa bebe los aires por Loras. Sin embargo, al final del duelo, un atractivo escudero se acerca a Loras con ciertas intenciones. Loras, con lo necesitado que está después de lo de Renly, se lanza y lo siguiente que sabemos es que están retozándose en la cama. Sin embargo, por mucho que le pregunta al escudero, no llegamos a saber cómo a averiguado éste las preferencias sexuales de Loras. Sin embargo, entra en juego Petyr Baelish, que vemos que ha contratado al chico escudero para que se ganara la confianza de Loras de ese modo y así sacarle cierta información: cómo planean los Tully casar a Sansa con el Caballero de las Flores. También vemos cómo Sansa (que ha adoptado el bonito estilo de peinado de Margaery) rechaza ser acompañante de Meñique en su viaje.
La última escena viene esta vez de las ricas manos de los Lannister: Tywin, Tyrion y Cersei, que se reúnen, en un principio, para discutir sobre la boda de Joffrey y Margaery. La graciosa mirada de Cersei, hace que Tyrion se huela algo gordo. Y así es: como Sansa es la llave del Norte, Tywin ha decido que su hijo se va a casar con ella. Y no sólo eso: a la propia Cersei se le cae el mundo cuando descubre que su padre también ha hecho planes matrimoniales para ella: planea unirla a Loras. Así, deja a sus hijos solos en la habitación, en un silencio sepulcral. Un silencio que da que pensar bastante. De hecho, a mí me ha hecho ver una posible rebelión de Cersei y Tyrion contra su padre y, quién sabe, quizás un asesinato.
Juan (@MrRadda)
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