La trama avanza, a veces a trompicones y otras lentamente para que el telespectador pueda deglutir bien la misma. En este capítulo, vemos cómo, poco a poco, la trama ha llegado muy lejos y todo apunta a que va a estallar algo gordo en breves. Puede que en el próximo capítulo o en el siguiente nos llevemos una sorpresa o dos.
Al comienzo de este capítulo, la acción nos transporta al lado del Muro, donde Jon Nieve y los salvajes marchan hacia la Guardia de la Noche. Aquí, Ygritte cuenta cómo su táctica de ataque es completamente diferente y mucho más instintiva de la que tienen al sur del Muro. También vemos que incluso en el modo de tratar a las personas, los salvajes son más salvajes, pues antes que salvar a otras personas se salvan a ellos mismos antes. Es verdad que más allá del Muro difícil es otra opción, pero puede que con ese pensamiento no vayan a hacer mucho en Poniente.
En la corte del Rey en el Norte, vemos cómo están ya de camino al castillo de los Frey y que han tenido que detenerse por condiciones atmosféricas adversas. El Pez Negro y la Reina bromean sobre Walder, pero Catelyn Tully salta con su gran amargura eclipsando el momento en que todos se estaban relajando y les recuerda que han de darse prisa, pues Walder no está obteniendo lo que quería: quería un rey, y no a Edmure Tully, sin darse cuenta del daño que le hace con esas palabras. Y es que a Edmure le ha supuesto un mundo aceptar el matrimonio, cosa que Robb sí que sabe, por lo que salta a su defensiva. Les manda a todos a dormir y se queda con su esposa jugueteando un rato. Y sí: yacen en la cama un rato. Lo siguiente que sabemos de ellos es que aparecen desnudos, entrelazados y tumbados en un infinito beso. Aquí vemos claramente la pasión que tienen el uno por el otro. Después, mantienen una conversación bastante de la que nos importa mucho el final: la Reina está embarazada.
Nos sorprende la trama ahora, pues no introduce otro lugar, sino que vuelve con el grupo de salvajes. Uno de ellos da un discurso bastante gracioso sobre cómo un hombre debe "tomar" a una mujer. Lo más gracioso es ver la cara de Jon mirando a Ygritte tratando de imaginarse hacer con ella todo lo que dice este hombre. Ahora, el mismo hombre que trató de cortarle la cuerda a Jon y a Ygritte en el muro, trata de cortejar a la última por celos, argumentando que él sabe cómo tratarla, mientras que Jon no.
En aires mucho más cálidos de la capital descubrimos a Sansa Stark y a Margaery Trell manteniendo una conversación, donde la muy destrozada Sansa le cuenta a su amiga cómo sus iniciales deseos con los que salió de Invernalia se han malogrado tanto que han pasado de ser deseos a ser maldiciones. Margaery le dice a Sansa que tanto ella como su abuela quieren que la chica sea feliz. Empieza diciendo que debe sacar lo mejor de sus circunstancias. Sansa la mira preguntándose si le está tomando el pelo, pues ve imposible sacar nada positivo de casarse con Tyrion. Ante esto, Margaery le hace ver a Sansa que Tyrion no la ha maltratado, ha intentado ser amable con ella, y aunque sea un Lannister está muy lejos de ser el peor de ellos. Luego surge el tema de cómo cada hijo de ellas va a ser señor de uno u otro lugar. Ante esto, Sansa se escandaliza y se niega, pues no se ve capaz de engendrar un niño con el Mediohombre. También vemos que Sansa se ha insensibilizado al dolor después de todo lo que le ha hecho Joffrey (cosa que se entiende, la verdad). Entonces, después de exponer el asco que tiene al físico de Tyrion, pero Margaery dice que no sabrá si le gusta o no hasta que lo pruebe y que tiene que probar pues así descubrirá qué le gusta y lo podrá usar a su favor. Claro, ante todo esto Sansa se pregunta de dónde saca tanta experiencia. ¿Quién es Margaery? ¿Cómo es que puede ser un personaje del que no se puede decir si sus intenciones son buenas o malas? Puede que sea el personaje que más intriga me dé, junto con Meñique. Sin salirnos del castillo, Tyrion habla con Bronn de Sansa, quejándose porque es una niña. A pesar de sus quejas, Bronn siempre encuentra el modo de deshacerse de ellas, pues es tan básico que lo convierte todo en un juego de niños: no es capaz de mantener una seria conversación. En la sala del trono, Tywin llega ante su nieto, pues éste le ha convocado porque está harto de no formar parte del consejo real, de no tener poder real en cuestiones más serias. Por supuesto, Tywin cede. Sin embargo, Joffrey se queja porque las reuniones del Consejo en vez de ser en la sala del consejo son en la Torre de la Mano, donde reside Tywin. Sin embargo, lo dice con tal aire de superioridad que su abuelo sube las escaleras del trono para situarse a una mayor altura e imponer. Y así resulta: los ojos de Joffrey rezuman miedo por su tío: el hombre más poderoso de todo poniente. Sin embargo, Tywin cede, pero con este movimiento ha conseguido lo que se proponía: bajarle los humos a Joffrey.
La Madre de los Dragones va llegando a Yunkai, donde la Reina exige al gobernador la liberación de todos los esclavos. Por mucho que se empeña el gobernador, ofreciéndole barcos (muy requeridos por Daenerys) y oro. Sin embargo, Daenerys (aceptando su oferta) exige también ella la libertad de los oprimidos por el gobernante de la ciudad. Ante su negativa, Daenerys avisa de un inminente ataque, aunque va a respetar su vida. La verdad, esta misión nueva que le ha dado a Daenerys por liberar a todos los esclavos y personas inocentes es bastante ennoblecedora, y le está dando un poder muy grande que puede que le sea crucial a la hora de su apariencia.
Unas cadenas de oro se nos ponen frente a nuestros ojos. Las manos que las acarician son de Shae, que con voz fastidiada describe cómo se siente utilizada por Tyrion, pues ahora se va a casar con Sansa y entonces ella pasará a ser su prostituta: nada más. Y es verdad: Tyrion se casa con Sansa, no con ella. Aquí vemos que Shae sí que ama verdaderamente a Tyrion y que este arde en deseos por complacerla, pero bien sabe él que no le conviene mientras su padre esté por en medio. De hecho podemos ver en su cara la imagen viva de la impotencia y la desesperación por estar tan atado de las manos.
Por los restos de la batalla de Aguasnegras navega un barco en cuya borda se puede ver a la Mujer Roja junto a Gendry, que descubre en el momento en que están contemplando el castillo de la gran capital que es bastardo de Robert Baratheon. De hecho, la Mujer Roja le hace promesas sobre su fuerza.
Una meditabunda Arya Stark aparece sentada en una roca, sin pronunciar palabra alguna. Beric Dondarrion la intenta animar diciéndole que coma algo, pero Arya le echa en cara que haya vendido a Gendry. Y es verdad: han vendido a su mejor amigo, como si fuera mercancía. Al decirlo en voz alta, Arya se da cuenta de lo falsos que han sido todo este tiempo y, en un impulso, escapa de ahí. No obstante, en el momento en que parece haberse puesto a salvo nos asusta la imagen del Perro apresándola y llevándosela consigo. Después de esta imagen estoy convencido de que todos tememos por Arya: ¿Qué será de nuestra joven aventurera?
Con el raro romance entre Jaime Lannister y Brienne de Tarth nos lleva ahora la acción. Aquí vemos cómo tienen un juego de miraditas que transmiten mucho. En esta escena, Jaime le recuerda a Brienne que le debe una deuda a ella (es un Lannister, al fin y al cabo y todo el mundo sabe que un Lannister siempre paga sus deudas). Ella, a modo de pago le hace prometer que va a conseguir a las hijas de Catelyn para llevárselas de vuelta. Jaime no sólo no protesta ante tal pedida, sino que parece estar muy dispuesto a ello. Al día siguiente, y con algo de ayuda, Jaime parte de tan desdichado lugar para volver con Catelyn junto con un grupo de caballeros.
Ante nuestros ojos tiene lugar la escena más cruenta y deshonorable que he visto en la serie (sólo lo gana la matanza de bastardos que tuvo lugar en la segunda temporada). A Theon Greyjoy le desatan del aspa del que le tienen colgado dos chicas muy alegres. A pesar de su paupérrimo estado consiguen que se contente con ellas, y le dejan con un gran calentón. Justo cuando Theon empieza a responder el horrible sonido de la trompetilla de su captor interrumpe a las chicas en su enmienda, y le hace ver a Theon que la parte más preciada de su cuerpo es su pene, pues es lo que le ha permitido estar con tantas chicas. Theon, que se ve lo que va a venir, no puede hacer más que gritar piedad y encogerse en un rincón. Sin embargo, no puede evitar lo inevitable, y lo último que podemos percibir de él es un gran grito de dolor mientras le quitan su carné de padre. La verdad, esta tortura está llegando a límites muy exagerados, creo yo. O su captor está muy cabreado o es un psicópata. Yo opino más lo segundo, porque no veo cómo alguien en su sano juicio hace estas cosas, una tras otra sin dar tregua, a otra persona.
Con la parejita norteña nos trae por tercera vez en un mismo episodio (increíble pero cierto) HBO. Ahí, vemos cómo de ignorantes son los salvajes de lo que hay más allá de su zona: Ygritte, ante un molino, se impresiona por lo alto que es, e incluso llega a preguntar si es un castillo. Ante tal cantidad de ignorancia, Jon no aguanta más, y le confiesa a Ygritte que está aterrado por lo que pueda pasarles, pues se da cuenta de que es un ejército tan desordenado el suyo que muy difícilmente ganarán una sola batalla. Sin embargo, Ygritte le hace darse cuenta de que no tiene que vivir del futuro: basta con disfrutar del presente. Una imagen bonita, pero en el fondo todos sabemos que no soluciona el problema. Miedo tengo con lo que pueda pasar.
En el pequeño grupo de Bran Stark nos encontramos que están hablando de sus sueños. Vemos también cómo Osha los mira con desconfianza, y empieza a acusarlos de farsantes y de no afrontar la realidad. Además no están yendo por el camino que, en un principio les llevaba con Jon, sino que como Jojen ha tenido la visión de Jon han de ir donde está realmente. Pero claro, Osha no les cree: no cree que todo pase por alguna razón. Ante tanta violencia verbal, todas las miradas le exigen a Osha una explicación. Y así sucede: Osha les cuenta que ella no cree en los milagros, pues ha tenido una vida llena de dolor y sufrimiento. Una historia que nos da una imagen bastante diferente de nuestra salvaje. Nos muestra a un ser humano que ha sufrido, que tiene sentimientos. Una imagen que, sinceramente, prefiero a una que parece más un trozo de carne que una mujer.
En una parada de su viaje, a Jaime Lannister le revisan el brazo, del que vemos un muñón con mucho mejor aspecto que el horrible que daba al llegar al curandero. Cuando Jaime pregunta por el rescate que van a ofrecer por Brienne, el curandero le confiesa que es insuficiente, pues los captores de la mujer están convencidos de la existencia de los zafiros inventados por Jaime. Además, también afirma que se "divertirán" con ella mientras puedan. Y que por la noche lo más seguro es que la desflorarían. Ante esto, Jaime comete una treta para volver "a por su dama". Treta que le funciona bastante bien. Cuando vuelven descubren cómo han montado una especie de arena donde han dejado a Brienne con una espada de madera como única arma frente a un salvaje oso pardo. Ya con heridas cometidas y a punto de ser devorada, Jaime se lanza a su ayuda y consigue distraer al oso el tiempo suficiente como para que Brienne escape de ahí, y así como él la ha ayudado, ella le ayuda y le consigue sacar de ahí en el último instante. Este instante hace que veamos cuán comprometida es ya su relación, pues confían el uno en el otro tanto como para confiar su vida en las manos del otro sin dudarlo ni un instante. Así, Jaime consigue sacar a Brienne de las garras de este horrible bandido. Y, con la victoria de esta extraña pareja termina este impresionante capítulo.
¿Qué nos deparará el siguiente? ¿Sabremos algo por fin de cómo es Margaery? ¿Conseguirá Sansa algo de felicidad? ¿Qué hará el Perro con Arya? ¿Qué será de los amores de Jon e Ygritte así como de Jaime y Brienne (aquí hay algo seguro)? Así hay un montón de preguntas. Se irán cerrando, pero otras nuevas se abrirán. Sólo espero que las cierren de forma espectacular, como hasta ahora han hecho.
Juan (@MrRadda)