*SPOILERS*
Parece que el fantasma, o el recuerdo en su defecto, de Siobhan hace de las suyas en la mente de Lucas – otra que se tendría que juntar con John Teller de Sons Of Anarchy, porque puede dar para largo –. Nuestro protagonista sigue sin levantar cabeza desde el asesinato de su novia y, como diría Job, está muy metido en la mierda. Tanto es así que nuestra diva favorita tiene miedo de que el estado en el que se encuentra su amigo les perjudique en el robo al Campamento Genoa.
Y diva. Y reina. Y guapa
Por otra parte, otro que sigue asimilando la pérdida de un ser querido como era su madre es Kai Proctor. Le hemos visto siendo bien recibido por la comunidad amish, el primero su padre, en el entierro. Sin embargo, quien le está animando y ayudando en estos difíciles momentos no es su sobrina, sino su nuevo ¿churri? Emily, la ex de Brock. Cada día tengo menos claras las intenciones de esta mujer aunque doy por sentado que nada bueno puede ser. De forma sutil, está metiendo mierda entre Kai y Rebecca y eso no me gusta un pelo; el asunto radica es que, aunque no lo haya dicho explícitamente, Emily quiere ser la dueña y señora de Proctorlandia, y si es haciéndole cambiar de idea a su nuevo juguetito pues mejor. Sorprendente la frase de Kai sobre su sobrina: “Ya está llegando el momento de que se valga por sí misma”. Uy, eso me ha sonado tan frío que una parte de mi corazón se ha roto en el fondo. ¿Pero no te la tirabas, no la querías, a qué viene a cuento esto? ¿Por qué Burton no está cuando más se le necesita? ¡El enemigo no es Rebecca, es la bitch de Emily! Por su parte, Rebecca, vestida en plan ejecutiva sexy lista para matar, se reúne con el señor Morales – Héctor para los amigos y tías en plan dominatrix como ella – y llegan a un acuerdo: será ella quien le suministre la droga sin que su tío se entere. ¡Ya os dije que aquí la amiga no se iba a quedar de brazos cruzados! Se está rebelando y eso me gusta muy mucho. La pobre está harta de que su Proctor la maree y ha decidido tomar las riendas del negocio, o de su propio negocio, según se mire. Sin embargo, no creo que esto le dure mucho ya que, en algún momento, Kai se enterará y va a poner el grito en el cielo y, con la muy zorra de Emily a su lado, no creo que le tiemble el pulso como para no desterrar de su casa a su sobrina. Estamos ante la antesala de la explosión de una bomba nuclear y hay que prepararse para ello.Yo quiero una madre como Carrie
Cambiando totalmente de rumbo, la semana pasada dejamos a Deva siendo más imbécil que nunca y metiéndose en uno de esos lugares que, o estás muy bebido o fumado, o dan bastante cosica. Menos mal que Beaty, su amiga, es la única sensata del grupo y decide marcharse, no sin antes dar la voz de alarma a Carrie. ¡Menudo dúo que forman Carrie y Gordon para repartir mamporros a tutiplén! Nunca se me hubiese pasado por la cabeza. ¡Y qué manera de que una disfrute como una niña pequeña! Saltos de alegría es lo que estaba dando yo al ver lo mucho que estaba disfrutando del momentazo. ¡Olé, olé y olé! ¿Y qué mejor para celebrar que, aunque se sea padre, todavía se puede tener un momento de diversión? Pues con otro momento de diversión en forma de casquete en la cocina. ¡Qué incómodo, por favor, dándose Carrie con la cabeza en los armarios! ¡Y además luego le acompaña a la salida, como si tuviese prisa! ¡Qué desalmada, por Dios, qué cosa más inhumana! Le podría haber invitado a pasar la noche, al menos. Bueno, por ahora se lo perdono, que lo de atizar a jóvenes chulos que se creen salidos del Mortal Combat tiene su gracia.Siguiendo con nuestra banda de atracadores favorita, el mejor momento de este episodio ha sido, sin duda alguna, el robo al Campamento Genoa, y en esto ha contribuido muchísimo el cómo está grabado. Creo que es la primera vez que he visto el uso de una cámara personal en una serie y que quede de lujo. Se dice poco y se reivindica menos lo bien grabada que está Banshee y lo mucho que innovan en este aspecto, cosa que en otras ficciones no se la juegan. Ponernos en la perspectiva tanto de Hood como de Job y Carrie me ha hecho sentir – y espero que a vosotros también – tensión en todo momento, unos nervios terribles por saber si va a salir bien o mal esta misión que, por casi, acaba de la peor forma. Hasta los golpes a Job y a Hood me han dolido y todo. Brillante lo que hace Banshee semana tras semana, sorprendiéndonos de una forma que pocas veces espero y que me hacen aplaudir el trabajo tan duro que debe ser organizar la grabación de los episodios – me imagino que es toda una odisea y una pesadilla al mismo tiempo –.
Por último, dos personajes a tener en cuenta, aunque nos los destaco mucho, son Chayton y Brock. Al primero le he visto menos fiero – aunque luego haya sido todo lo contrario –, incluso le he notado hasta menos musculado; será porque estaba en un momento bajo pero, a pesar de ello, el tío ha tenido la sangre fría de cargarse al vecino de su enfermera particular y a esta misma, encarnada por Susan Misner, conocida por encarnar a Sandra en The Americans. Como ya he dicho antes, no destaco en especial a Chayton ya que la trama principalmente no iba con él, simplemente nos han dado unas pinceladas de dónde está y cómo le va – vivo, el muy hijo de puta –. Por otro lado tenemos a Brock, quien me parece un calzonazos de aúpa. ¿Os acordáis de que al principio de la temporada estaba harto de que Emily le llamara borracha para echar un casquete, de que le estuviese molestando? Bueno, pues ahora es él quien está preocupado por ella y no para de llamarla. Mira, Brock, vete un poquito a la mierda que me tienes hasta las narices, así de claro. Aclárate, que eres peor que una quinceañera.
En general, ha sido un gran episodio para empezar a celebrar mi cumpleaños – sí, el 22 de febrero es mi Día del Nombre –, ya que esta serie me encanta, así que siempre es una gran elección para entretenerme. Sinceramente, espero que Proctor se quite esa venda temporal que tiene por culpa de Emily ya que no me está gustando nada; entiendo que lo esté pasando mal por la muerte de su madre pero, realmente, esta bitch está para aprovecharse de él. ¡Burton, saca las garras y ve directo a la garganta! Rebecca, por su parte, me está gustando muchísimo en su evolución pero todavía le falta camino. ¿Habéis visto lo asustada que estaba? Ese es el último paso para convertirse en su tío, quitarse el miedo por completo y ser más fría que el hielo. En cuanto a Hood, le veo muy, muy tocado de la cabeza y eso me da miedo porque puede cometer cualquier tontería y acabar mal. El fantasma de Siobhan es un poco tocapelotas – sí, es muy romántico, pero me parece que el pobre se está castigando demasiado, un minuto de relax para Lucas, por favor – y al final me voy a quemar de esto si lo usan mucho. Espero que el exneonazi se pueda lucir un poco, que no le estamos viendo nada y ya me quedé con ganas de más.
Por mi parte nada más excepto recordaros que podéis compartir vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza a través de los comentarios. Siempre es un placer intercambiar algunas palabras con vosotros – si me felicitáis por mi cumpleaños pues será mucho mejor, para qué engañarnos –.
¡Hasta la semana que viene! #BloodInBanshee
Irene (@MissSkarsgard)