Revista Comunicación
Mientras Castle está con su madre en un banco, el banco es atracado y toman como rehenes a todos los que están dentro. Esto pone a Beckett en una situación tensa y comprometida: tiene que sacar a Castle de ahí sea como sea. Más sobre este fantástico capítulo después del salto de línea.
Las fuerzas policiales se despliegan rápidamente y como no, la inspectora y los suyos acaban colándose en el caso, a pesar de que este no tenga nada que ver con un homicidio. El capítulo me ha parecido muy bueno, pero no por ello menos surrealista de lo normal (no se puede negar que pasan cosas imposibles), aunque es lo bueno de esta serie, que los casos raros son todavía mejores que los más normalitos, y este no era para nada normal.
A lo largo del capítulo vemos a Beckett enfrentarse a una nueva situación, ya que los secuestros no son para nada su especialidad (aunque siempre acabe consiguiendo todo lo que se propone), y por supuesto con la ayuda incondicional de Castle, que se las ingenia para ayudarla desde dentro del banco a solucionar el caso (arriesgándose mucho en ocasiones, frente a los secuestradores).
Si no hubiera sabido que después de este capítulo hay -hasta ahora- una temporada y media más y otra en proyecto, a lo mejor hubiera muerto viéndolo. El final nos deja varias escenas de Caskett; no hasta el punto que nos gustaría ver, ya que nos están haciendo sufrir (y mucho), pero que hacen ver un buen avance en la relación entre el escritor y la inspectora. Solo hay que ver los ojitos que pone Kate al ver a Castle sano y salvo después del secuestro, y los de él. Casi parece que se ha parado el mundo y que los demás ya no existen (¡eso era una escena de beso si no les llega a interrumpir Martha!). Y su conversación tan infantil de la escena final peleándose por quién le ha salvado más veces la vida a quién.
Pero además del atraco, los rehenes y una explosión por parte de unos secuestradores un poco torpes, este capítulo completito completito no acaba aquí, y tiene, entre otras cosas: malos tratos, una muerte fingida, un hombre vengativo y un intento de secuestro de un niño. Lo dicho, un capítulo completito y genial que si habéis visto, podéis comentar aquí abajo.
Doralicia (@Doralais)
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