Revista Comunicación

Crítica del 4x08 "The Mountain And The Viper" de Game Of Thrones

Publicado el 03 junio 2014 por Dro @Drolope
Crítica 4x08
Sentimientos enfrentados, venganza, ira, muerte... Un duelo que nos ha dejado a más de a uno de piedra. Un intenso sentimiento. Y sobre todo: lágrimas.
Creo que sobran palabras para describir todo lo vivido en este capítulo. Ha sido una impresión creciente en todo momento de principio a fin. Una escena final que ha cogido y nos ha hecho cuestionar de nuevo dónde reside la justicia dentro de la mente oscura y albergadora de horrores de George R.R. Martin. Y es que ya solo el principio, con Elí y el infierno que vive, donde vemos cómo Ygritte (que siendo salvaje probablemente es la única que se comporta humanamente, dentro de lo que cabe) y el grupo de salvajes van avanzando al Muro arrasando con todo lo que ven y huelen.
Crítica 4x08 Por otro lado, tenemos el impresionante papel que ha jugado Sansa Stark. Y es que vemos cómo ella ha empezado a jugar por su parte al Juego de Tronos. Y no le ha salido nada mal la jugada. La escena que representa ante los Lores más importantes del Valle, es de lo más impactante: es capaz de reflejar y sentir el horror que ha vivido en su mente y usarlo a favor para poder mentir y que la mentira sea creíble. Y es que ya ha aprendido que todo cambio que pueda hacer conlleva un muy inmenso riesgo. Riesgo que costó en su momento la vida de su padre, su sufrimiento con Joffrey, su matrimonio con Tyrion, la muerte de su familia e incluso la huida de Arya. Sansa no está dispuesta a tomar más riesgos de cambio. Ha descubierto que cuando está más o menos segura más le vale resguardarse tras un lobo con piel de cordero que enfrentarse a un cordero con piel de lobo.Crítica 4x08 Por su parte, la joven Arya Stark que, sin saberlo, ha estado a punto de ver a su hermana, no ha podido entrar porque su tía ha muerto. Y le entra la risa histérica. Normal, en su punto de vista parece ser que está condenada a no ver nunca más a ningún miembro de su perdida familia. 
Crítica 4x08 Por su lado, vemos una vez más la delirante lealtad de Theon "Hediondo" Greyjoy hacia Ramsay Snow Bolton. Ha tenido una oportunidad de oro de volver a reunirse con los que eran antes su familia y amigos, pero la enfermiza relación que ha generado con su captor le hace incapaz de hacer nada por su propia voluntad: su personalidad ha sido completamente anulada.
En tierras de Essos, hemos tenido dos principales secuencias:
Crítica 4x08 La curiosa y tierna relación que se ha generado entre Gusano Gris y Missandei. La verdad, es una relación muy romántica y que apruebo y apoyo totalmente: que no puedan tener relaciones íntimas no es un impedimento para que surja el amor. Y, la verdad, tienen muy buena química entre los dos.Por otra parte, Jorah Mormont y Daenerys Targaryen han compartido un momento que está muy claro que es duro a más no poder: Daenerys se entera de que en un principio, Jorah era un espía. Su más leal fiel servidor y amigo. En un profundo despecho y tristeza, Daenerys no ve más opción que desterrar a Jorah del reino y de su Friendzone para siempre. Una escena que genera mucha tristeza. ¿Creéis que se reencontrarán? Espero que a Jorah se le ocurra un plan maestrar para mostrar su acérrima lealtad a la Madre de Dragones.
Crítica 4x08
Y, por último, la maestra escena del capítulo. La escena de las escenas de esta temporada por el momento. El duelo. Un duelo en el que se decide entre qué lo que es justo e injusto. De lo que qué es lo que es un hombre en sus últimos momentos. Del valor de una venganza. Del valor de la lealtad.
Oberyn Martell ha demostrado en esta escena final que, a pesar de haber sido vencido de forma tan cruel y cruenta, él había vencido su propia batalla: que el hombre que le había destrozado a su familia y gran parte de su felicidad, por fin ha confesado su crimen. No sin antes ser gravemente herido. Ha sido el final de un gran hombre y de una gran voluntad, pero por lo menos cumplió su sueño en el último momento. Eso sí. ahora el precio a pagar es la vida de Tyrion Lannister. El hombre que en el momento de un momento a otro, sin apenas parpadear, pasa de creer que va a ser liberado a que el mundo se le desplome encima. Y la amante de Oberyn, que pierde a su mundo, a su alma gemela, la deja sola ante el dolor y sufrimiento de su pérdida. Una escena cargada de emotividad. Una muerte que, de no haber sido por la muerte de Joffrey Baratheon no habría sucedido. Parece ser que el cruel rey no se ha quedado tranquilo en su tumba: arrastra a los más valientes.
Juan (@MrRadda)


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