Crítica del 4x09 "Into the Deep" de Pretty Little Liars

Nueva semana, y nuevo capítulo de Pretty Little Liars. En esta ocasión la trama se retoma desde el momento exacto en que quedó al final del episodio anterior, es decir, con Mona confesando por voluntad propia el haber asesinado a Warren. ¿Queréis saber qué más ha sucedido? Quedaros conmigo un poco más y os cuento.
Mona es una mentirosa de primera, y eso no lo duda nadie. El policía que la interrogó trató de tenderle trampas en varias ocasiones, para descubrir si estaba o no siendo sincera, pero Mona es más lista que el hambre y se las sabía todas. Sabe llorar y resultar convincente cuando quiere, hay que reconocerlo. ¿Qué es lo que se propone confesando haber asesinado a Warren? Las muchachas dudan que sea solo por ayudar a la madre de Hanna, y está claro que oculta algo. Lo único que sabemos, de momento, es que al final del episodio Mona decidió internarse -otra vez- en el manicomio, que ya debe de haberle reservado una habitación VIP a su mejor clienta. No sé qué pensamientos pasarán por la cabeza de esta chiquilla, pero sí sé que ser ella no debe ser nada agradable...

La confesión de Mona ha hecho posible que la madre de Hanna pudiera salir bajo fianza pero, al ser el asesinado un policía, esta fianza alcanzaba proporciones astronómicas. Hanna le pidió ayuda a su padre, pero ya sabemos que es un capullo integral y que no movería un dedo por la madre de su hija. La sorpresa vino cuando fue Ted, el ligue religioso tan simpático de la madre de Hanna, el que pagó la fianza. Pero claro, él se comportó como todo un caballero y no lo dijo abiertamente, solo lo dejó caer sutilmente en cuanto se despidió de Ashley con un juego de palabras que podríamos traducir como "he apostado mucho por ti". Ted parecía tener muy claro que ella no había asesinado a Warren, especialmente claro, y esto me lleva a que mi cabecita loca se ponga en funcionamiento y elabore una teoría... ¿fue el propio Ted quien asesinó a Warren para proteger a Ashley y Hanna? Eso explicaría también por qué se apresuró a pagar la fianza, no solo porque la quiera, sino porque sabe que es inocente.

La ciega que flota

El resto del episodio ha estado centrado en la fiesta de cumpleaños de Emily. Su novia Paige le organizó una fiesta sorpresa en la casa que su tía tenía junto a un lago, y durante esa fiesta pasaron muchas cosas interesantes que culminaron, como ya viene siendo habitual, en una desgracia. No puedo seguir comentando el episodio sin destacar el regreso de nuestra ciega favorita, Jenna, que ha vuelto para seguir dando guerra y para dejar bien claro que sabe muchas cosas que hacen que su vida peligre, no hay más que recordar el capítulo en que quemaron su casa con ella dentro. De no haber sido por Hanna, habría muerto. En esta ocasión han intentado quitársela de en medio tirándola al lago (¿quién es tan inhumano como para dejar que se ahogue una persona que no puede ver?) pero por suerte, o por desgracia, Emily la vio a tiempo y pudo salvarla por los pelos. Más tarde, Shana, la ¿novia? de Jenna, le dio algunas respuestas a las muchachas: La rubia de quien Jenna está tan asustada es Cece Drake, no Alison, que según ella, está muerta. ¿Dónde demonios anda metida Cece y su polémica melena rubia? Últimamente no paran de mencionarla, es de esperar que aparezca pronto en uno de estos capítulos.
Aria, por otro lado, está comenzando algo con su nuevo ligue, su antiguo profesor (hay que ver cómo le gustan los profesores a esta chiquilla) de artes marciales. La experiencia del lago les ha unido. Ezra, mientras tanto, sigue apareciendo en pantalla, y una nueva trama para él se avecina. Va a luchar contra la pesada de su ex-mujer para evitar que se lleve a su hijo a la otra punta del país, donde le ha surgido una oportunidad laboral. Si Aria y Ezra han cortado, ¿por qué seguimos sabiendo cosas sobre Ezra? En fin. Spencer no ha tenido una gran trama en este episodio, todavía está esperando a que Toby regrese de Nueva York para obtener respuestas.
La semana que viene, ¡más!
PD: Esa ropa tan fea que llevaba Jenna no pudo camuflar el más que evidente embarazo de Tammin Sursok.