Revista Comunicación
Crítica del 5x09 "The Dance Of Dragons" de Game Of Thrones: Fuegos y Dragones
Publicado el 09 junio 2015 por Dro @DrolopeTras un final como el del anterior capítulo, Game Of Thrones nos había dejado con un gran caramelo en los labios. Nos esperábamos ya con un listón muy alto. y ha sido increíble ver cómo, abarcando este capítulo desde otras historias, han conseguido un interés altísimo y un nivel de dramatismo y acción desmedida bastante grande.
Ha habido dos muy grandes focos en este capítulo, pero lo que se ha quedado en segundo plano ha tenido también gran nivel de relevancia para lo que es la trama de la serie.
Para empezar, nuestra pequeña Arya Stark ha tenido muchas escenas en este capítulo, y todas con una importancia muy grande. Recordemos del último capítulo que su misión actual es acabar con un señor por orden de Jaqen H'ghar por todos los males que había ido causando a la gente que le rodeaba. Sin embargo, cuando va a cumplir con su misión se encuentra con algo que la coge por sorpresa y le da de lleno con la realidad: uno de los miembros de su afamada lista de nombres. Uno de esos seres de los que se ha prometido mil y una noches vengarse. Uno de esos seres causantes de toda su desgracia y tristeza. Uno de esos seres que, además, nos muestra en un burdel lo depravado que puede llegar a ser. Así, Arya le observa cautelosa y cuidadosamente durante todo un día para ver cómo se mueve y estudiar sus actos. Puede que al final el agua destinada al prestamista acabe en otra garganta que la de ese destino. Veremos en el capítulo que falta.
Por otro lado, ha sido también muy importante la presencia de los Martell en este capítulo. Es verdad que en esta temporada nos esperábamos grandes cosas de los dornienses, pero parece ser que se han cortado bastante. Pero en este capítulo nos han enseñado harina de otro costal. Nos han enseñado a un Doran Martell bastante cauteloso. Bastante cuidadoso. Pero, al mismo tiempo, con gran fuerza y voluntad interiores. Así se lo ha hecho mostrar a la amante de su hijo. Así le ha hecho ver que no puede permitir ciertos niveles de actitud. Además, con el gesto que ha tenido para con Jaime Lannister, indirectamente también nos muestra otro gran aspecto potencial. Y es que, si le llegara a pasar algo a su hijo Trystane Martell él ya no tendrá ningún derecho a reprimirse y muy seguramente tomaría cartas en el asunto, por mucho que odie la guerra. Paralelamente, hemos conocido también una faceta bastante oculta en la locura de Ellaria Arena, y es su raciocinio. Al haberse dado de bruces con la furia de Doran, cae en la cuenta de la estupidez que comete habiendo querido asesinar a la inocente Myrcella Baratheon. Es probablemente su mejor paso en lo que llevamos. Pero, al igual que pasa con Doran, no acaba de confiar. En ella se nota más, pero si bien Doran estaría furioso, ella transformaría su furia en armas y batallas.
Llegando a uno de los dos momentos culmen del capítulo, hemos tenido la dolorosísima escena de Shireen Baratheon. Tras toda esta temporada enseñándonos a un Stannis Baratheon totalmente enfrentado interiormente entre lo que le dictaba el corazón y lo que le dictaba la cabeza, ha tomado una resolución. Después de su más tierna escena. De su momento de debilidad de corazón cuando hace mostrar el amor por su hija. De saber que ella confía en él plenamente y que no sería capaz de hacerle ningún tipo de mal. Después de todo esto, se ha dejado llevar por los engaños de Melisandre de Asshai. La pobre dulce, inocente y buena de Shireen, que nada tiene que ver realmente con las crueldades de su padre, ha recibido la mayor y peor de todas de lleno en su cara.
Pero lo más impactante no es sólo esto, sino también la hora de la verdad. Cuando entre gritos de dolor llama primero a su padre y éste impertérrito como una piedra no se mueve, empieza a llamar a su madre. Algo se despierta dentro de Selyse Florent. Algo que había perdido debido a su obsesión con el Dios de la Luz y todas las comeduras de cabeza que se había traído consigo la Sacerdotisa Roja. Algo que al haberlo perdido había hecho que tratara a su hija con todo el desprecio. Y ese algo es el amor maternal. El amor infinito de una madre. Y es cuando lo recupera cuando es demasiado tarde para intervenir en el drama que está pasando. Cuando no puede aliviar el dolor de su hija. Cuando no puede salvar su vida. Es entonces cuando, rota, cae al suelo a llorar y a lamentar todo lo que ha hecho.
Una escena muy cruenta y muy triste donde las haya. Un fuego que grita entre sus llamas los sentimientos de la gente de horror y terror que lo contempla. Los gritos de una niña destrozada que ve que toda su vida ha sido una broma de muy mal gusto. Los gritos sordos de una madre que se pierde a sí misma y a su hija. Y los gritos cada vez más sordos y débiles de un padre que pierde el único sentimiento positivo del que era poseedor.
Sin embargo, no todo han sido dramas en este capítulo. Al igual que con el anterior, lo bueno de acción ha venido en los últimos quince minutos. Que nos han mostrado que el potencial de Daenerys Targaryen no es sólo potencial sino que ya está tomando forma. Y tiene forma de dragón y de ardientes llamas.
En las arenas donde luchan los guerreros, se ha revelado la tradición de Meereen. Tradición que Daenerys no acababa de aceptar, pero que era necesaria para el pueblo. Así, tras contemplar una primera batalla traída de manos de un guerrero fuerte y uno habilidoso, hace acto de aparición nuestro querido Jorah Mormont. El señor de los señores de las friendzone nos ha mostrado que uno puede conseguir recuperar la lealtad al trono si de verdad se lo propone. En la lucha, Daenerys se da cuenta inconscientemente del cariño que siente hacia Jorah. De lo mucho que le necesita aunque le duela. De que no está preparada para perderlo. Y entonces, cuando éste hace proclamación de la victoria, de repente lanza una lanza al estrado de la reina. Para descubrirnos que los Sons of the Harpy han planeado un golpe muy fuerte contra la reina y sus aclamados Inmaculados. Una escena que, llena de violencia y de acción muestra lo difícil que es satisfacer al pueblo. Después de todo lo que ha conseguido ofrecer Daenerys, parece que nunca será suficiente para esta gente. Y consiguen matar al que era el prometido de Daenerys. Al que iba a representar la definitiva unión del pueblo con su poder. Matando así toda posible esperanza que se tuviera. Pero no todo es negativo, y es que cuando más perdidos se encontraban, hace su aparición nuestro desaparecido Drogon. Tras una fiera batalla, Daenerys es capaz de acercarse a él. Y no sólo eso, sino que también vemos que Drogon todavía la mira como la madre que es. Se deja montar por ella y cuando ésta le da la orden del vuelo, hace una muestra de su maravilloso poder. Una escena llena de fuerza y de impacto que dejará acallados por mucho tiempo a los Sons of the Harpy. Que conseguirá imponer lo suficiente para dar espacio a Daenerys para gobernar. Y no sólo eso, sino que también muestra la futura llegada de Daenerys a Los Siete Reinos. Llegada cada vez más inminente.
Sólo un capítulo nos queda restante de esta temporada. Temporada que, aunque no haya tenido grandes escenas de acción hasta el octavo capítulo, ha venido pisando fuerte con el contenido. Porque nos preparan para un final inesperado. Pues recordemos que no sabemos lo que pasará con Arya y que quizá Sansa tenga algo que decir en su última escena. Por no hablar de nuestras reinas en la capital. Un capítulo en el que tendrán que pasar muchas cosas y de los que muchos nos tememos finales muy inesperados. ¿Qué os esperáis vosotros?
Juan (@MrRadda)