Sin palabras y sin respiración son los efectos que se sufren tras ver este nuevo capítulo de Breaking Bad, el mejor de toda la serie – dicho por Vince Gilligan – y el más impactante secundado por todos los fans. Yo todavía estoy intentando digerir todo lo que he visto mientras escribo estas líneas, y os puedo asegurar que no exagero en absoluto. Seguid leyendo y flipad conmigo.
*SPOILERS*
La semana pasada dejábamos a Hank, Gomie y a los Nazis del Infierno matándose entre ellos. Esta semana empezaba el capítulo con un flashback en el que podíamos ver a Walter y a Jesse cocinar juntos en el desierto – se echa de menos a veces los buenos tiempos –. Después vemos cómo en ese mismo lugar, en el que se cocinó por primera vez, está ocurriendo todo. Gomie está muerto - ¡sí! – y Hank está en su momentos finales, sin dar su brazo a torcer, y con un Walter suplicando que no le maten a cambio de llevarse todo su dinero. Walt sigue poniendo a la familia por delante a pesar de que ésta le pueda meter en la cárcel. Por un lado le comprendo: quiere recuperar su anterior vida ya que ha conseguido su objetivo y se ha retirado. Pero por otro, personalmente mandaría a la mierda a la familia. Está destruida – algo de lo que se dará cuenta después – y nadie le quiere, ¿por qué seguir luchando por algo que no se puede recuperar? Así que, después de dejar claro que no va a suplicar por su vida y que sabe que va a morir de todas formas, Hank es asesinado por el jefe de los nazis. Y mientras Walt queda abatido por lo que acaba de presenciar, una servidora estaba celebrándolo. Por fin el coñazo de Hank, ese tío que no se ganó mi simpatía por muy “graciosete” que fuera, quedaba fuera del juego. Heisenberg gana la partida ante su cuñado.
Tengo que apuntar que no me ha gustado nada que los Nazis del Infierno se queden con todo el dinero – excepto un barril, el karma os lo pagará, ¿no? – si no han hecho lo que Walter había propuesto. Entiendo que hay que pagarles por el trabajo hecho pero, ¿en serio se tienen que llevar todo el dinero? Te odio, Vince Gilligan.
Por otro lado tenemos a Skyler, quien recibe la visita de su hermana Marie. Ésta le dice que Walter ha sido “detenido” por Hank y que debe confesarle a su hijo quién es realmente su padre. Skyler, sintiéndose totalmente miserable y destruida por dentro, cede y hace lo que le dice su hermana. La reacción de Walter Jr. es de rechazo total ya que venera a su padre, pero finalmente le culpa tanto a él como a su madre de llevar a cabo toda esta mentira. Al llegar a casa, éstos se encuentran con Walter haciendo las maletas para que todos se larguen de Nuevo México y así empezar una nueva vida. Skyler, más decidida que nunca, se niega a la idea y, conociendo el nivel al que puede llegar su marido, coge un cuchillo por protección. Walter, al verlo, se enzarza en una pelea para quitárselo y su propio hijo se mete para proteger a su madre. Al ver la escena, Flynn – ¿por qué le siguen llamando así? ¿No querían que le llamasen Walter Jr.? – llama a la policía y su padre, al ver que ha perdido todo por lo que ha luchado, decide irse llevándose a la pequeña Holly. Skyler, totalmente hundida, corre por la calle en un intento desesperado de que su marido entre en razón. Finalmente, Walter llama y culpa a su mujer del poco apoyo que ha recibido durante este periodo, al mismo tiempo que él se declara culpable de todo lo que ha hecho. Es una llamada desgarradora donde Walt se está despidiendo de su familia, donde está cortando hasta el último hilo de unión que podía tener. Para que Skyler deje de sufrir, deja a Holly en una estación de bomberos y él se dispone a empezar una nueva vida lejos de allí.
En cuanto a Jesse, éste se encontraba escondido debajo del coche de Walter, intentado pasar desapercibido y que así no resultase herido. Walter, astuto como él solo, sabe dónde se encuentra y hace que los nazis lo saquen de su escondite. La mirada de Pinkman lo dice todo: le está pidiendo a su excompañero que no le mate, pero para rematarlo por dentro, White le confiesa que vio morir a Jane y que no hizo nada para salvarla. ¡Por fin el momento que estábamos esperando! Pero no me lo esperaba así. Sinceramente, hubiese votado por lo siguiente: batalla final entre Walter y Jesse. White le dice a Pinkman lo de Jane y éste se tira hacia él para matarle. Me esperaba más de esta escena, sinceramente, pero espero que esta confesión tenga consecuencias en lo que nos queda de temporada. Siguiendo con la trama, Todd se posiciona del lado de Pinkman y convence a su tío de que le deje vivo con un fin que veríamos después: volver a cocinar blue meth a cambio de que nada malo le pase a Andrea y a Brock.
CAPÍTULAZO, como podéis comprobar. Es impresionante, desgarrador y es imposible no emocionarse con él – desde el flashback tenía los ojos humedecidos –. A partir de aquí vamos a poder ver al Walter que habíamos visto en los flashforwards y estoy totalmente intrigada por esta nueva etapa y por cómo se va a proceder al final. Apuntar que al hombre que estamos viendo es a Walter, ya no es Heisenberg. Éste ha visto que su imperio se ha derrumbado, que ya no tiene nada, está completamente solo. Heisenberg ha muerto, el rey de reyes ha caído. Y eso es precisamente de lo que habla "Ozymandias", el poema de Shelley, de la caída de los imperios.
Sólo nos faltan dos capítulos para despedirnos de esta joya y si están al mismo nivel que éste, no quiero saber cómo vamos a acabar los fans.
A vosotros deciros que la semana que viene tendréis la penúltima review y que espero veros aquí a todos. ¡Hasta el martes que viene!
Irene (@MissSkarsgard)
P.D: Os dejo el poema que da título a este capítulo y que recitó Bryan Cranston en la promo de la temporada.
“I met a traveller from an antique land
Who said: Two vast and trunkless legs of stone
Stand in the desert. Near them, on the sand,
Half sunk, a shattered visage lies, whose frown,
And wrinkled lip, and sneer of cold command,
Tell that its sculptor well those passions read
Which yet survive, stamped on these lifeless things,
The hand that mocked them and the heart that fed:
And on the pedestal these words appear:
“My name is Ozymandias, king of kings:
Look on my works, ye Mighty, and despair!”
Nothing beside remains. Round the decay
Of that colossal wreck, boundless and bare
The lone and level sands stretch far away.”
"Ozymandias", Percy Bysshe Shelley