El señor C y la futura señora C, como Pi los llama, despiertan en medio de una reunión familiar en la habitación de Castle. Beckett está desesperada por no tener trabajo y, de repente, Gates llama por teléfono, pero no quiere hablar con ella, sino con Castle.
El capítulo comenzaba con una mujer huyendo de un apartamento, abandonando a un hombre muerto en el suelo y refugiándose en la consulta de un dentista cogiendo a los pacientes como rehenes. La cuestión es que esta mujer, gran fan de Castle, solamente ha accedido a hablar con él porque sabe que es bueno resolviendo casos con la policía, y de la policía no se fía ni un pelo. Castle acude con toda la valentía del mundo y se mete allí con la mujer, sabiendo que no le hará daño porque lo admira, aunque Beckett no está muy convencida de ello y se pasa el capítulo con cara de preocupación por la seguridad de su prometido, a la vez que de satisfacción porque Gates la deja volver al equipo, aunque sea de manera extraoficial.
La secuestradora, Emma, una mujer inestable, comienza a contarle a Castle su historia: en el pasado, había sido acusada de un asesinato idéntico al que ahora se había cometido contra su novio, Angelo, el hombre que quedó tirado en el suelo del apartamento, y sabe que la policía no la creería si dijera que no ha sido ella. Solo se fía de Castle, y la historia de la mujer, se va desarrollando a la vez que avanza la investigación en el exterior. Emma había sido dada en adopción cuando era niña, y en la casa de acogida la tenían desplazada, así que cuando consiguió un poco de atención por parte de unos gemelos, no dudo en ir con ellos, y fue entonces cuando, debido a una serie de malentendidos, había acabado siendo culpada por el asesinato de uno de los hermanos.
Dentro de la consulta, uno de los rehenes que lleva rato maquinando cómo salir de allí, se lanza a lo loco sobre Emma y en el forcejeo con la mujer, es Castle el que sale mal parado llevándose un tiro en el pecho. Afortunadamente, llevaba su chaleco de "Writer" y no sufre daños importantes. Aunque la palabra mágica para pedir ayuda -"cheeseburgers"- llega un poco tarde.
A partir de aquí, la mujer es arrestada y la investigación continúa, descubriendo que el móvil del asesinato es que Angelo había estado investigando los orígenes de su novia para entregárselo por su cumpleaños, que era ese día, y había acabado descubriendo que su padre era un personaje importante en la política. El asesino, pues, había sido en yerno del padre de Emma, que no quería que nadie se interpusiera en el dinero que podía heredar del padre de su mujer (un culebrón de los gordos, vamos).
Tras esto, teniendo el caso cerrado y haber reencontrado a Emma con su padre, gracias a las recomendaciones del hombre, todos se llevan la sorpresa de que Beckett vuelve a la comisaría. Y el capítulo acaba con felicidad derrochada por todos lados.
La temporada me parece que está llevando un buen camino, con capítulos que no son únicamente procedimentales, sino que están siguiendo una línea definida, con una trama interesante, no como la temporada pasada en la que solo pudimos ver unos pocos capítulos que tuvieran continuidad. Esperemos que con la vuelta de Beckett al cuerpo de policía no lo estropeen, y vuelvan a la rutina de capítulos autoconclusivos. Así yo también soy la "number one fan" de Castle.
Doralicia (@Doralais)