A dos semanas de la season finale, Mad Men lo ha vuelto a hacer: me ha dejado sin palabras. Y no es que sea un tópico, es que es verdad. Esta temporada, la serie nos está enseñando los bajos fondos de cada personaje, sus momentos malos más que los buenos, y es que hay que saber adaptarse a los cambios. Porque es así: la temporada va de cambios.
Después de varias semanas sin centrarse mucho en ella, Sally ha sido una de las que más ha destacado en este capítulo por su sorprendente descubrimiento. Teniendo un pie en la “edad del pavo”, Sally decide irse con una amiga a un campamento en el que el resto son chicos. Al enterarse Betty, le prohíbe categóricamente que vaya, así que termina quedándose en la casa de su padre. Allí conoce al hijo de los vecinos, que se ha metido en un problema bastante grande al intentar no ir al ejército cuando ya le han dado el visto bueno. Y como ya estamos en esa edad en la que cualquier chico misterioso ya nos llama la atención, Sally no es menos. Sin embargo, la situación se pone más seria al entrar en la casa de este chico donde no le encuentra a él, sino a su madre con su padre en plena faena. Lo mejor del asunto es la explicación de Don: “Estaba consolándola”. Don, la próxima vez que esté mal, quiero que me consueles de la misma forma. ¿De verdad? ¿Consolándola? ¿No puedes decirle la verdad ni siquiera a tu hija? No me extraña que la otra se ponga enferma.
Otro personaje que ha destacado es el misterioso Bob Benson, que ha dejado caer el bombazo de la temporada. Sus pocos minutos en este capítulo han sido los mejores que ha tenido en todo lo que llevamos de temporada. Después de especular sobre si es un espía de la competencia, un espía interno, etc., lo que dicho entre líneas, o gracias a su rodilla, es que le gusta ir más por la acera de enfrente que por la de acá. ¿Cómo te has quedado, querido lector? Si la respuesta es sorprendido, estamos en el mismo barco.
Ted también ha ocupado minutos en este capítulo haciéndonos partícipes de que las cosas en casa ya no están bien. La fusión, sus horas de trabajo aumentadas, su guerra personal con Don y llevarse a Peggy de viaje, aunque Pete estuviese en medio, afectan a la relación que tiene con su mujer. Aunque Ted está intentando que no se desmorone, personalmente no creo que la situación se vaya a arreglar. Ted está enamorado de Peggy, le guste o no, y tiene que lidiar con ello todos los días. Esta situación me recuerda un poco a Carrie y Brody de Homeland: se gustan porque se entienden, porque están en la misma onda. Y eso es lo que les pasa a estos dos.
Por último, Peggy y Don han tenido que lidiar con su pasado de alguna forma. Por un lado, la primera ha tenido una de las conversaciones más raras con la madre de Pete, que la había confundido con Trudy y ha mencionado a un “hijo”. ¿Os acordáis de la primera temporada? La cara de Peggy ha sido un completo poema ya que hacía mucho que ni se acordaba de aquello, ¿o sí? Además, durante una cena con Ted y el propio Pete, hemos podido observar la química o el buen ambiente, como lo queráis llamar, entre los dos ex-amantes. ¿Dando celos a Ted, Peggy? Pues ha colado. Por otro lado, Don ha estado bastante preocupado por el hijo de la “vecinita”, tanto que por casi echa a perder una reunión informal con los de General Motors. Y como ya os he contado, luego ha ido a consolarla. Pero Don, ¿no habíamos pasado página e íbamos a darle una segunda oportunidad a Megan? Pues no. El ser humano siempre cayendo en la misma piedra, o en la que haya faldas de por medio.
"Si te sientes sola, cómprate un gato" te dijo tu madre
Como habéis podido comprobar, Mad Men ha vuelto a sorprender, tanto que el domingo Sally Draper fue trending topic mundial en Twitter, y ahora comprendo el porqué. Aunque esta temporada me resulte un poco irregular ya que hay capítulos en los que siento que disfruto, que me sorprendo, que me emociono, y otros que pasan un poco de largo ya que no tengo esas sensaciones, no voy a negar que está siendo una buena temporada. Sólo espero que no la fastidien y luego la season finale se quede en una bomba de humo, como pasó la temporada pasada, que era muy difícil de superar a un penúltimo capítulo grandioso.P.D: Voy a empezar a shippear a Peggy y a Stan. No pueden ser más monos.
Irene (@MissSkarsgard)