Revista Comunicación

Crítica Del 8x03 "Summer" De Gilmore Girls: "It's Never Or Now"

Publicado el 09 diciembre 2016 por Dro @Drolope
Crítica 8x03 Para las Gilmore, al igual que para Nat King Cole, los días de verano siempre han sido perezosos e indefinidos; todos son iguales. Sin embargo, en este revival podemos comprobar que no, que el verano en Stars Hollow sigue siendo tan loco como el resto de las estaciones del año, aunque para algunos más que para otros. Si quieres saber a lo que me refiero, no dudes en seguir leyendo.

Crítica 8x03

Jack Smith, el tejón de la miel

Aunque ella no viva en Stars Hollow, sus días parecen de lo más difusos ya que Emily ahora se dedica a dormir hasta bien entrada la mañana. Es un detalle sorprendente pero que, a ver, tampoco es para llevarse las manos a la cabeza, aunque en el caso de Rory sí, sobre todo con la  presencia de una televisión – madre mía, una televisión – en el saloncito. In my opinion, creo que los cambios sutiles están bastante bien introducidos ya que van con la situación que está viviendo la matriarca de la familia: su adaptación a la vida sin su marido. Cuando Richard vivía – qué duro es hablar sobre él en pasado –, Emily se dedicaba a complacer a su marido, a desvivirse por él y montar fiestas, ya sea por cualquier chuminada o porque el DAR lo requería. Pero, ahora, las cosas han cambiado y tiene una gran cantidad de tiempo que antes no tenía, por lo que se dedica a dormir o a ver la ópera con una mesa supletoria. Las adaptaciones son lentas y, obviamente, hay cosas que tienen que cambiar. La primera de todas es la actitud de ella, quien se muestra más relajada, sin ese palo en el culo del que hablaba en la anterior review. Vive su vida como puede y como quiere, sin tener que rendirle cuentas a nadie y aprendiendo a ser Emily Gilmore, quien había sido siempre “la esposa de Richard Gilmore”. Por tanto, ahora lo que hace es apoyarse en los amigos y uno de ellos es Jack Smith – Amy Sherman-Palladino, te dejaste el seso en el nombre, ¿eh? –, a quien conoce desde hace 30 años. Lorelai, por su parte, no se lo toma nada bien porque cree que es demasiado pronto para que su madre tenga un ligue pero, personalmente, no me tomo esta relación como un noviete para Emily – y si lo es, ¿qué pasa? Nada –, sino más bien como alguien que se preocupa por ella. Como Emily dice, el tipo no va a por su dinero porque tiene más que ella, por lo que no es un “por el interés te quiero Andrés”, sino que es alguien con quien conecta y que le hace compañía de vez en cuando. Tampoco entiendo por qué Lorelai se sorprende al ver que su madre tiene amigos – “¿Los amigos son para otros pero no para mí?”, le dice Emily –; vale que siempre ha tenido “amigas”, pero los amigos de su marido también la conocían, así que es normal que se preocupen por ella, ¿no? No sé, a lo mejor soy muy naïve, pero no le saco ninguna maldad. Quien sí le saca punta a toda situación es Emily, quien acusa a su hija de sentirse aliviada porque, al tener a Jack, ya ella no tiene que lidiar con su madre. ¿Pero qué le pasa a esta señora? En serio, no entiendo por qué siempre es tan mal pensada. Lorelai se alegra de que encuentre una forma de salir de esta situación que le ha caído como una losa – perdonad mi humor negro –, en vez de quedarse en un pozo del que no sabe cómo salir, por lo que no comprendo por qué la otra tiene que acusarla de algo que no ha dicho ni implícita o explícitamente. Sí, hay una gran herida con respecto a Lorelai, pero Emily tiene, no sólo que pasar página en el capítulo de su marido, sino también en el de su hija. Aunque si le cuenta de sopetón que fue a buscar establecimientos para el “imperio” de Luke, así no vamos a ninguna parte.
Hablando de Lorelai, su verano ha sido un poquito más movidito que el de su madre. Si ya tenía que lidiar con la marcha de Sookie del Dragonfly Inn, ahora tiene que hacer frente a la de Michel. Era una marcha anunciada, una sospecha que finalmente se hace realidad. Y es que Michel Gerard, nuestro francés borde y antipático, ha aguantado bastante en un puesto de trabajo que es, cómo decirlo, poca cosa para él. Hablamos de una persona muy formada, con grandes capacidades que se está quedando en un sitio que no le llega ni a la suela de los zapatos – no lo neguemos – por amistad. Es comprensible que no quiera traicionar a Lorelai, pero tampoco puede dejar de pensar en sí mismo, en sus necesidades y en lo que desea en esta nueva etapa de su vida. Quiere más trabajo, más responsabilidad y un mayor salario, pero no deja de reconocer el sacrificio y el esfuerzo que está haciendo su jefa para pagarle y mantenerle contento. Ambos saben que la situación es insostenible, por eso tengo que felicitarlos por su comportamiento, el de Michel por ser franco a la par que cercano a Lorelai, y el de esta por actuar como una persona madura. No quiere dejarle ir, pero no tiene los medios como para hacer que se quede. Va a ser duro, pero sé que la amistad va a seguir ahí por todos los años que llevan juntos. Además, Lorelai tiene que enfrentarse a otro grave problema: la falta de chef en el hotel. Sí, el gag con los chefs reconocidos mundialmente ya se ha agotado y, ¿a quién hemos recurrido? A Luke, que es un santo sin sangre, pero un santo. Menos mal que le dice lo mismo que pienso yo: Lorelai, necesitas un chef fijo, no a tu novio. Sin Michel, sin Sookie y con la cabezonería de la Gilmore, podemos tener una posible muerte del Dragonfly Inn, ese por el que todos luchamos y nos ilusionamos en la serie original.

Crítica 8x03

Da igual que haya clientes, esto es "casa"

Lorelai está empezando a resquebrajarse y es que lleva demasiada presión encima. Hay cosas de su vida que no le terminan de encajar, otras han cambiado radicalmente y no se siente muy cómoda que digamos. Una de ellas es el libro que Rory quiere escribir sobre sus vidas. Esto le ha sentado como un jarro de agua fría ya que no quiere que la gente se entere de todos sus pormenores; prefiere mantener su imagen. La sensación que me da es que Lorelai se avergüenza de ciertos pasajes de su vida y no quiere que salgan a la luz, como el ejemplo que pone ella de que se dejase a Rory en una ferretería. A lo mejor tiene miedo de que la tachen de “mala madre” por eso, pero nada más lejos de la realidad. Es normal equivocarse en la educación de un hijo, tropezar y aprender de los errores. Lorelai ha sido – y es – una gran madre, quien ha criado a su hija sola; ha sido valiente y luchadora hasta rabiar y, a pesar de darle todas las oportunidades que quería a su hija, bueno, Rory le ha salido así de lela – no, no voy a tener compasión con una tía de 32 años que se comporta como si tuviese 16. Sorry not sorry –, pero ha sido más por elección de ella misma que por la educación recibida. No creo que Rory ponga nada malo sobre su madre en el libro, al contrario, la ensalzaría y reconocería todo el esfuerzo realizado por ella. Lorelai siente miedo de lo desconocido y no podemos culparla por ello. De lo que sí podemos culparla es de que la bomba que había entre Luke y ella haya explotado. Las mentiras nunca les han llevado a buen puerto – hola, temporada 6 –, y en esta ocasión no iba a ser menos. Me sorprenden dos cosas sobre esta pelea. La primera de ellas es esta especie de acuerdo que tiene de “mantener a las familias separadas uno del otro”. Estoy tan en shockcomo Lorelai. ¿Qué es eso? ¿De qué va Luke? Entiendo que Lorelai mantenga un poco al margen a su novio respecto de su madre porque, bueno, Emily es Emily y va a crear bronca de la nada, pero aun así tienen una relación. Al igual que en el caso de Lorelai con April – hola, poserhipster, niña repelente que nunca aguanté y plot device para crear problemas entre uno de los OTP’s más queridos de la televisión –, que cenan hasta con ella. Si mantienen a las familias separadas, ¿cómo van a ser capaces de ser una pareja? Una pareja no sólo es tu novio/a, sino que también es su familia, por muy tocapelotas que sea. ¿Aceptas a Rory pero no al resto de la compañía, Luke? ¿Y por qué ese rechazo a la terapia? Si tanto le preocupa el bienestar de Lorelai, no entiendo esos prejuicios hacia la terapia, un modo de soltar las cosas que uno se va guardando dentro y con las que se necesita un poco de ayuda para lidiar con ellas. Sí, comprendo que le duela que se lo haya mantenido en secreto pero, ¿es posible que sea porque se esperaba esta reacción? Todas estas emociones llevan a Lorelai a otra bomba que explota en el momento en el que Sutton fucking Foster – reina, diva – canta Unbreakable, una canción que toca de manera especial su corazón y le hace verse reflejada en la letra: “No soy irrompible pero quiero serlo”. Y para ello, necesita despejarse, irse de Stars Hollow por un tiempo – algo que no comprende Luke –, y ganar perspectiva. “It’s never or now”, y nunca mejor dicho.

Crítica 8x03

La sonrisa de Logan vale todo

Por su parte, la última vez que vimos a Rory había vuelto a la casa de su madre cabreada con el mundo porque le habían puesto los puntos sobre las íes. A pesar de que todo el mundo sabe que ha vuelto, para ella no es así. Supuestamente está de paso, pero me parece algo mucho más a largo plazo de lo que podríamos imaginar. Lo primero de todo es que su relación con Logan continúa, tanto que tiene pensado irse de un día para otro a Londres y visitarle – ¿con qué dinero, tía? ¿Tienes tarifa plana en aviones a Londres o qué? No me lo explico –. El otro – normal – se queda boquiabierto porque ese no era el plan, y menos si tenemos en cuenta que la famosa Odette se ha mudado a su casa. Era previsible que esto ocurriese porque están prometidos, detalle que parece que no ha entendido Rory con todo lo inteligente que es. Partamos de la base de que se nota muchísimo que ella no quiere ser “la otra”, pero lo es, y estas son las condiciones del “juego” a las que accedió. Sabía que había otra persona, la novia, y ella se iba a tirar a Logan cuando ella no estuviese. ¿Qué pasó con el “lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas”? No entiendo el rebote que se pega Rory si la situación está cristalina como el agua. Lo achaco a lo que comentaba anteriormente: ella quiere ser la novia, pero no es quien para “obligar” a Logan a cortar con su prometida. Por estos sentimientos todavía presentes, Logan sirve de hombro en el llorar, de apoyo cuando tiene la disputa con su madre por el dichoso libro y él se preocupa por ella, porque ambos sienten lo mismo. Sin embargo, Rory, por primera vez en todo el revival, se comporta como una adulta y para el affair que tiene con él, aunque a este no le haga mucha gracia – mi profundización en Logan la haré en Fall, con todos los datos sobre la mesa –. Por otro lado, Rory sigue sin cortar con Paul, lo que me da bastante vergüenza ajena. No, Amy Sherman-Palladino, no es gracioso jugar con los sentimientos de una persona y utilizarla como broma recurrente porque el tipo no es nadie, no se hace visible ni destacable. ¡Basta ya! Realmente, como a muchos otros fans, nos da igual Paul pero lo que se está haciendo con él es de auténtica zorra. ¿No quieres estar con él? Corta de la manera más educada posible y deja de jugar con él.

Crítica 8x03

La devoradora de libros se
convierte en escritora

Su vuelta-no-vuelta a Stars Hollow le ha traído varias novedades a su vida – y a la nuestra –. Primero, conocemos al Clan de los Treinta y Tantos, chicos que han salido de la universidad y que, por la crisis económica y la situación del país, no han encontrado curro – como yo el día de mañana, que me lo veo venir –. Aquí me produce bastante rechazo el desprecio que siente Rory por este grupo. Sí, son un poco repelentes pero, ¿quién eres tú para decirles vade retro, satanás, si tu vida es una jodida mierda? ¿Por qué vas de superior moral si no tienes ni dinero para bragas? Tampoco quiero decir que se tenga que ir con ellos, pero un poco de respeto en la vida no está de más. Su situación vital es patética, como ella misma, y no está para dárselas de nada. Me diréis “pero si tiene un artículo publicado en el New Yorker”. ¿Y sabéis qué os digo? Que le den a su artículo en el New Yorker y a ella también. Rory está tan desesperada que trabaja en el periódico del pueblo, el Stars Hollow Gazette, SIN SUELDO. Comprendo que te dé pena que lo cierren pero, ¡¿no cobras por ello?! ¿Y cómo vas a comprar bragas? ¿Hola, hay alguien en la cabeza de esta muchacha? Nunca trabajes gratis por mucho que le tengas cariño a un lugar y, si lo haces, que sea por hobby y si tienes una fuente económica aparte. Ni qué decir tiene que el Stars Hollow Gazette se encuentra en la prehistoria, con ordenadores que tienen como sistema operativo el MS-DOS y que no han oído hablar nunca de Bill Gates, y con un par de ayudantes que, más que trabajar, se dedican a echarse la siesta o hacer tiempo clasificando el mismo archivo durante horas – te hemos pillado, Esther –. ¡Hasta es la propia Rory quien, junto a su madre, tiene que repartir los periódicos! Menos mal que ha optado por el calzado cómodo como le dije en la anterior review. Una cosa que no entra dentro de la personalidad de Rory es que beba dentro de las horas laborales. Vale que tu vida es un caos y, vamos a volver a repetirlo, una mierda pinchada en un palo pero, ¿tienes que darte al alcohol? Me parece bastante poco ético y profesional. Relacionada con su vida laboral está la llegada de Jess – ¿oís eso? Es el Team Jess eufórico gritando y aclamando a su novio favorito –, a quien hace cuatro años que no ve. De Jess sabemos pocas cosas pero las más interesantes: sigue con la editorial viento en popa y, lo más importante para todo fan de Jess, no tiene novia. Hablando con él, Rory se da cuenta de que a quién quiere engañar con su actitud de “no, no he vuelto a la casa de mi madre, es temporal”; su vida es un caos y debería hacer algo al respecto. Jess la tranquiliza porque es un buen amigo y le da LA idea: escribir un libro sobre su vida junto a su madre. Aquí hay disparidad de opiniones dentro del fandom de la serie: a algunos les ha gustado que la idea viniese de Jess y a otros que no. A mí me ha gustado la idea del libro por su simbolismo, pero no voy a negar que parece que Rory no tiene cerebro para NADA y que depende de los hombres para mantener su vida a flote. No digo que no me guste que la idea venga de Jess, sino que no me gusta que no venga de la “inteligente” de Rory. Tanto dinero invertido en la educación de esta chica para que tenga que venir un tío a decirle lo que podría hacer. ¿Dónde quedó el feminismo del que hacía gala la serie? Porque ahora mismo no lo encuentro. Bueno, Amy Sherman-Palladino lo ha sacado a relucir con la queja de Lorelai de que el personaje de Sutton Foster “se tire a 26 tíos en todo el musical” o, mejor dicho, de que su vida dependa de los hombres cuando no es así al revés, pero más allá de eso no he encontrado nada. Volviendo a Rory, esta le cuenta a su madre sobre el proyecto del libro y, obviamente, no se lo toma a bien. Como ya he expuesto anteriormente, pienso que Lorelai se avergüenza de ciertos momentos o detalles de su vida que prefiere mantener en la intimidad, y este libro provocaría todo lo contrario. La idea del libro me gusta, es Rory quien tiene que escribirlo, pero no se lo ha vendido bien a su madre. Hubiese creado un mejor impacto si hubiese escrito algo y se lo hubiese entregado, para tantear las aguas. Por otro lado, me parece muy egoísta la actitud de Rory. Tiene que contar con la aprobación de su madre porque va a hablar sobre ella y que le salga con que “es que tengo que hacer esto” me parece un argumento de mierda, hablando en plata. Y que le reproche que esa actitud pasiva-agresiva es más de Lorelai y Emily, mira, demasiado coba te estamos dando. La situación la resume una frase con la que no puedo estar más de acuerdo: “Estos últimos 32 años, he sido la reina de la comprensión”, le suelta su madre, y es cierto. Lorelai ha dado su brazo a torcer muchas veces cuando Rory sólo se ha comportado como una niña insolente, egoísta y malcriada, actitud que sigue teniendo a día de hoy, 16 años después del estreno de la serie. Rory tiene que ceder ante su madre en ciertos puntos, aprender a que no siempre lleva la razón por muy “licenciada” que sea en Yale y todas las flores que se quiera echar. Pero añadamos otra frase a la mezcla y tendremos el problema de raíz de la benjamina de las Gilmore: “Necesito tener 20 años otra vez”. Rory NO HA MADURADO NADA y esto, señoras y señores, es un problema GRAVE. Y este problema es primero de Amy Sherman-Palladino, que no sabe escribir a Rory, y luego de Rory. En esta última década, no ha crecido, sigue eludiendo sus problemas, no pone su vida en orden y esto es un problema serio. Que te pase con 22 años es normal pero, ¿con 32? ¡Wow, amigos! Como ejemplo de esto tenemos a April, una chica de 22 que no sabe muy bien qué hacer con su vida, a punto de ser escupida al mundo por la universidad, con una cantidad de interrogantes que le producen un ataque de ansiedad. Eso es normal, pero con 32 años es para mirárselo. Entiendo que tenga una crisis existencial pero, ¿no hacer nada en nueve meses que llevamos “vistos”? Eso no es normal. Una persona adulta intentaría hacer cualquier cosa para encontrar su camino, pero ella no, la superinteligente y ojito derecho de Stars Hollow.

Crítica 8x03

¿El Hamilton de Stars Hollow?

En cuanto al pueblo, el gran protagonista ha sido Stars Hollow: el musical, con Sutton Foster y Christian Borle – algunos le conoceréis por The Good Wife –, quienes estuvieron casados en la vida real. Los 15 minutos de actuación han sido recibidos con alegría y con rechazo casi por partes iguales. Sí, son bastante gratuitos y sí, se podían haber aprovechado en otras cosas como, por ejemplo, explorar un poco la relación entre Luke y Jess – el Team Jess vitorea a su dios. Por cierto, el reencuentro ha sido muy como en la serie original pero con unos años añadidos –. A mí, personalmente, me ha gustado, me ha parecido un gran WTF?!, pero tener ese hilo de unión con Bunheads ha sido una gozada. El musical ha pecado de clichés muy obvios: la parte del rap en homenaje a Hamilton – ha habido como 200 referencias al musical más aclamado de Broadway en el último año –, el claqué, el baile en línea o el despedirse con Waterloo de ABBA, pero ha sido un entretenimiento y una excusa para hacer brillar a Sutton Foster – ved Bunheads, por favor. Ya me lo agradeceréis –.

Crítica 8x03

Hay cosas que no cambian nunca

En general, el episodio ha sido más flojo que los anteriores aunque sirve de puente hacia Fall, el final del revival. Me ha gustado ya que se van viendo cosas nuevas, pero no voy a negar que hay ciertos comportamientos o detalles que no me han gustado, como ese body-shamingpor parte de madre e hija en la piscina. Vale que no te guste bañarte en ella pero, ¿meterse con la gente porque lleva un speedo apretadísimo o porque las muchachas llevan un bikini minúsculo? ¿Y esta superioridad moral a qué viene a cuento? Que la gente se ponga lo que le salga del higo, como a ti la gente te deja ir a la piscina aunque no sea para bañarte – aunque eso lo puedes hacer en el jardín de tu casa que para eso tienes uno y le dejas la hamaca a alguien que quiere broncearse –. Este body-shaming es algo que se intenta combatir ahora mismo y, sinceramente, no tiene ni un ápice de gracia, Amy Sherman-Palladino. Un detalle a tener en cuenta es que este capítulo, al igual que Spring, está escrito y dirigido por Daniel Palladino. Como podéis comprobar, son los Palladino los que llevan todo el peso del revival, por lo que todo lo que se está contando es como quieren los creadores de la serie original.
Por mi parte nada más excepto animaros a que dejéis vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la cabeza al ver este tercer episodio del revival y os cito en la siguiente review. ¡Nos vemos en Fall!

Crítica 8x03

♥ Divinas ♥


Pensamientos varios:
  • ¿Cómo es que Zach conoce la palabra “vitriolo”?
  • Lorelai viendo Les Revenants. FLIPO.
  • Parece que Luke está más orgulloso de Rory que de April, su hija. ¿O sólo soy yo?
  • ¿Por qué Luke no empuja a April a buscarse un trabajo y ganar dinero en vez de dárselo él?
  • ¿De verdad Logan se queja de los husos horarios? What’s wrong with you?
  • ¿Están en el estudio de Miss Patty pero ella no asiste a la reunión del pueblo?
  • ¡Tom ha vuelto! El constructor con más paciencia que he visto.
  • Por supuesto, Carole King tenía que estar en el comité asesor del musical.
  • ¿El momento en el que Lorelai y Rory hablan con acento inglés es una referencia a Downton Abbey?
  • Michel en la piscina y, posteriormente, con los niños es algo que no me esperaba.
  • El estilo hippie veraniego de Rory me fascina.
  • Miss Patty parece la sombra de lo que fue. ¡Eso sí que es un cambio radical!
  • La psicóloga de Lorelai, Claudia, está interpretada por Kerry Butler, conocida por actuar en Broadway.
  • El Bar Secreto me parece una idea de 10. Además, Zach y Lane tocan allí. Lo de dar la voz de alarma cada vez que va a pasar Taylor me parece un puntazo.
  • These Boots Are Made For Walking de Nancy Sinatra es muy Amy Sherman-Palladino pero no neguemos una cosa, caen en un gran cliché. ¿Cuántas veces se ha utilizado esta canción para una escena similar? Miles.
  • La queja de Doyle sobre por qué ha cortado Rory su artículo en el periódico es una situación similar que se vio en la serie original pero con los papeles cambiados.
  • El paralelismo entre el encuentro de Rory con el Clan de los Treinta y Tantos y el de Lorelai con las madres de los integrantes del Clan es para evidenciar el “de tal palo, tal astilla”.
  • Carole King canta el principio de I Feel The Earth Move, de su disco Tapestry, donde también está Where You Lead, sintonía de la serie.
  • Por casi me caigo del sitio al ver que Lauren Graham y Sutton Foster interactúan.
  • Ya van por la quinta lápida para Richard. Madre mía.
  • La noticia de la llegada de Lorelai a Stars Hollow en el Gazette se me ha metido en el ojo.
  • Rory le cuenta la Jess que no tiene coche y que su licencia para conducir caducó hace tres meses pero, para ir al cementerio, lleva su coche, el mismo que vimos en Winter. ¿Quién dijo agujero de guion? ¿O es que en una semana ha renovado su licencia y ha pillado un coche igual? Está cogido por los pelos.
  • Ojalá caerte en los brazos de Milo Ventimiglia. Señor bendito.
  • El hombre que interpreta a Stanley, el señor de la funeraria, ya interpretó al profesor de Historia de Chilton pero, además, realmente es el coach que tienen en la serie para que los actores consigan el ritmo trepidante que tienen los diálogos. Fue un gesto de gratitud hacia él.
  • Ya sabéis, amigos: Brooklyn ya no está moda, sino Queens. Sé que Steve Rogers no está de acuerdo con esto.
  • Me ha faltado que Sutton Foster y Kelly Bishop interactúen. Si hubiese pasado me hubiese caído muerta – en serio, ved Bunheads –.
  • Bailey De Young, la chica rubia del Clan de los Treinta y Tantos, apareció en Bunheads– ¿todavía no os he convencido para ver la serie?
  • Aparte de las ya comentadas, hay referencias a: Annie Hall, Matilda, Game Of Thrones, Baywatch (Los vigilantes de la playa), Kinky Boots, Spotlight, The Godfather, Aaron Sorkin, Halt And Catch Fire, Michael Bay, Lin-Manuel Miranda (padre del fenómeno musical Hamilton), School Of Rock, Busta Rhymes, The Mysteries Of Laura, Narcos (en Winter ya hizo otra referencia Paris), Wild, etc.

Irene (@MissSkarsgard)

Volver a la Portada de Logo Paperblog