Revista Comunicación

Crítica del 8x09 "Honor" de The Walking Dead: El punto álgido de la temporada

Publicado el 27 febrero 2018 por Dro @Drolope

Ya hemos comentado muchas veces en el blog el truño moruño que está siendo la octava temporada de The Walking Dead. Incluso sus fans más acérrimos, entre los que yo me incluyo, tuvimos que admitirlo. Es por eso que me alegra decir que "Honor", estreno de la segunda mitad de la temporada, redime en parte lo visto anteriormente. Sigue habiendo muchísimas cosas mal planteadas en la narrativa de The Walking Dead, y yo sigo sin emocionarme como antes, pero a pesar de todo "Honor" marca el punto álgido de la temporada pues, aunque sin ser tan épico como debiera, deja algunas potentes escenas para el recuerdo.
¡Spoilers a partir de aquí!
A llorar se ha dicho.
He estado reflexionando mucho sobre lo que The Walking Dead ha querido contar con este episodio. Y lo cierto es que, de primeras, debo decir que me sentí algo desconcertado: porque me ha gustado, pero no tanto como esperaba. Muertes como las de Lori, Hershel, Lizzie, Glenn, Beth, Andrea –sigo sin perdonarles por haberla matado, que conste– e incluso la de Tyreese fueron más espectaculares, sorprendentes y emotivas; eso me hace plantearme cómo es posible que la de alguien de la trascendencia de Caaarrrrl, habiendo tenido todo un episodio para despedirlo, haya podido resultar menos épica. Al final concluyo que el gran problema es precisamente que no han dedicado todo el capítulo a despedirlo, pues han intercalado las escenas de nuestro Caaarrrrl con otras de guerra –más tiros a gente random–, que eran un coitus interruptus constante y te sacaban completamente de esa intimidad y emotividad que se generaba entre Rick, Michonne y el pequeño Grimes. La trama de la guerra ha sido dispersa, llena de personajes desdibujados y mal desarrollados, y estar molestando con ella en un episodio de este calibre no era pertinente. Si incluso Tyreese tuvo un episodio dedicado en entero a su persona... ¿no merecía Caaarrrrl lo mismo?
A pesar de todo, me ha gustado de "Honor" que sirviera como punto de conexión con toda la serie. Ha resultado emocionante hacer este viaje teñido de nostalgia a sus mismos inicios; comienzos en los que Caaarrrrl fue realmente quien impulsó a Rick a luchar y a convertirse en quien es ahora. Porque el trabajo de un padre, más que proteger a un hijo, es quererle, como bien le recordó Caaarrrrl en una escena cargada de pena, pero también de mucha belleza. En ese sentido "Honor" cumple, porque la actuación de Chandler Riggs resultaba convincente y muy potente, suficiente para mantener el peso del episodio... al contrario que la de Lennie James: su Morgan, si soy honesto con vosotros, me aburre mortalmente.Uno de los principales problemas que encuentro en "Honor", a pesar de la fuerza de esas escenas en familia, es que no me acaba de convencer la historia. Me parece innecesaria. Caaarrrrl era un personaje interesante, y duele perderlo en una temporada en que la mayoría están siendo absolutamente insípidos. Y aunque entiendo lo que quieren contar con él, esa llamada de atención a Rick –"las cosas se pueden hacer de otra manera"–, no me acaba de parecer que compense perder a un personaje así para volver a jugar con la enésima vuelta de tuerca a la personalidad de Rick, que parece estar atrapado en un ciclo no especialmente estimulante de "soy bueno, ahora malo, luego bueno otra vez"...
Del elenco original de la serie solo quedan "Los Tres Fantásticos" sin contar a truño-Morgan... ¿recordáis estos tiempos? ¿Lo guapo que estaba Rick más aseado?
La octava temporada habría sido excelente si hubieran dado buenas tramas a los personajes en lugar de tenerlos "pululando" con historias sin demasiado interés. El gran problema ahora mismo de The Walking Dead es que sobran personajes: ya no emociona ver a Carol, por mucho que me parezca la mejor de la serie, pegando tiros con una facilidad pasmosa a una docena de extras por episodio. Ya nada me emociona realmente desde la muerte de Glenn y Abraham. Y la muerte de nuestro Caaarrrrl, aunque brilla con luz propia, queda deslucida por seguir inserta en una narrativa torpe, mal hilada, que no logra hacernos conectar con los personajes y plantea ideas poco o nada transgresoras, muy repetitivas para estas alturas de la serie. No es ni lo suficientemente oscura, ni lo suficientemente tierna: el fenómeno Negan ha quedado en nada.
Pero también tengo que ser justo con "Honor": ha sido una bonita despedida para uno de los personajes clave de la serie. No épica, ni espectacular, pero sí tierna y memorable. El episodio es, al menos, bastante mejor que los anteriores, lo cual ya es de agradecer. Y, aunque plantea algunas ideas que encuentro en exceso "happy-flowers" (¿ser amigos incluso de Negan... en serio?), podría servir como punto de inflexión para acabar con esta mierdi-guerra y pasar de una vez a otros arcos argumentales que puedan recuperar la buena The Walking Dead. La que yo sé que puede ser, y que espero que vuelva a ser.
Nunca te olvidaremos, Caaaaaarrlrlrghrhrgr.

Isidro López (@Drolope)

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