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Crítica del Festival de Cine Europeo de Sevilla: Shame
Publicado el 11 noviembre 2011 por Monotematicosfm @curnomComo en todo festival, en el de este año de Sevilla, se ha estado hablando de ciertas películas que son las que más están gustando, las que perecen estar más predestinadas para llevarse el premio deseado a la Mejor Película. Pues si este años ha habido alguna que haya destacado más por encima de otras mediante el boca a boca, esa posiblemente sea Shame, la segunda obra de Steve McQueen. Pues bien, bajo mi punto de vista esta es sin duda la mejor película del festival. Turbia, malsana, intensa, dura, impactante, profunda, una pequeña joya que no dejará indiferente a todo aquel que la vea.
Brandon es un treintañero neoyorquino que está obsesionado por el sexo. Constantemente tiene relaciones sexuales con mujeres que acaba de conocer o prostitutas, y cuando no se está masturbando. Incluso es imposible para él demostrarle a su hermana un mínimo de cariño, está completamente cerrado a cualquier sentimiento. Pero su mundo perfectamente estructurado comienza a desmoronarse cuando su hermana llega a su piso para vivir unos días con él.
Lo primero que impacta de Shame son las maravillosas actuaciones de los dos protagonistas, Michael Fassbender y Carey Mulligan, principalmente la de Fassbender, que no decae ni un solo segundo. Brandon es un personaje de hierro, perfectamente escrito y llevado a la pantalla. Tiene muchísimas facetas, es complejo y sórdido, y todo esto lo podemos ir intuyendo gracias al actor que lo interpreta, esta es su consagración definitiva. Está totalmente perdido, en lo más profundo de su ser se siente totalmente solo y necesita el cariño de alguien, pero teme implicarse en una relación, su escudo protector no permite que nadie se acerque lo más mínimo, y esto llega a su máximo exponente cuando tiene un terrorífico brote de ira con su hermana.
Por otra parte también está el personaje de su hermana Sissy, cuyo carácter choca frontalmente contra el de Brandon, él es muy reservado, ella todo lo contrario, pero eso no la salva de la terrible suerte que maldice a todos los personajes del filme. En una escena sugerente y fantástica se nos perfila perfectamente este personaje, cuando un hombre, tras haber estado riendo un buen rato con ella, descubre que tiene algo en las muñecas y le pregunta por ello, desde entonces sabemos que esa idea no va a caer en saco roto, que eso va a marcar dramáticamente la película.
Volviendo una vez más con el personaje protagonista, su decadencia total es algo que palpita desde el inicio, pero la caída al abismo no llega hasta que es capaz de sentir algo por una mujer. Ella le hace replantearse su postura durante una cena que no termina en la cama, pero cuando él trata de tener sexo con ella es incapaz de que su pene se ponga erecto, su propio organismo le vuelve a cerrar las puertas, y ese hecho le pone tan furioso que vuelve de nuevo a sus antiguas prácticas. Y es un regreso devastador, hasta el punto de que le da igual con quien practicar sexo, puede ser un hombre o dos mujeres, lo mismo llega a ser para él, pierde el rumbo. Y esta caída final, el haber tocado fondo, es tremendamente doloroso para él, y esto es magníficamente plasmado en una dolorosísima escena en la que sus sentimientos sale a flor de piel.
Shame es explícita en bastantes ocasiones, le han puesto la máxima calificación por edades en EE.UU. y McQueen parece estar encantado con ello, pero también es elegante y nada burda. Se nos muestra el día a día de Brandon en una escena inicial maravillosa, como si de un baile se tratase vemos como va al trabajo, escucha los mensajes de su hermana y se acuesta con una chica; el espectador sabe perfectamente que eso es lo habitual en su vida, no necesita mostrar las relaciones con muchas mujeres para plasmar la cotidianeidad de Brandon. En varias ocasiones, nuestro protagonista entra en la oscuridad, y la pantalla se queda en negro durante unos segundo en los que tan solo le oímos, que nos recuerda constantemente que Brandon está cayendo, poco a poco en una sórdida espiral de la que tarde o temprano no podrá huir. Puestos a hablar de escenas inolvidables de la película no podemos dejar atrás la de la charla de Brandon y su hermana, sus nucas están nítidas en primer plano, y más allá un televisor con dibujos animados que somos incapaces de ver con claridad, el espectador se queda hipnotizado con los dibujos hasta que la conversación arranca, cuando intencionadamente, Sissy interpone su rostro con la televisión para llamar nuestra atención y mostrarnos el detonante final de la trama.
Creo y espero de todo corazón que la ganadora del festival sea esta maravillosa película, recomendable a más no poder, tan bella como dura y turbia, tan inolvidable como imprescindible.